Según el Informe del Avance del Nivel de Actividad, la economía experimentó una caída del 4% también en el segundo trimestre, en comparación con el anterior.
Con esta caída, la mayor en 4 años, se inició un proceso recesivo que las consultoras estiman que continuará el resto del año y hasta 2019.
En el primer trimestre, el Producto Interno Bruto (PIB) había subido un 3,9%, igual porcentaje al cuarto trimestre de 2017, por lo que el indicador negativo que se dio a conocer es el primero después de cinco períodos consecutivos de variaciones positivas. .
La última contracción se había registrado en el cuarto trimestre del 2016 cuando el indicador registró una caída del 2,5%.
El valor del PIB se ubicó al finalizar el segundo trimestre en los $ 752.791 millones, que significó una caída del 4,2% en la comparación interanual, ya que en el mismo período de un año atrás se había ubicado en los $ 786.103 millones.
La inversión bruta de capital fijo, según las estimaciones estimaciones provisorias del organismo encargado de las estadísticas, registró en el segundo trimestre una variación positiva de 3,1% respecto del mismo período del año anterior.
Este repunte fue posible por el crecimiento de 5,4% de la inversión en construcciones, la suba en 9,5% de otras construcciones y del 5,4% en maquinaria y equipo, mientras que en equipos de transporte se produjo una baja del 11,6%. .
La oferta global se contrajo un 2,8% con relación al mismo período del año anterior, por la baja de 4,2% del PIB y al aumento de 2,7% en las importaciones de bienes y servicios reales.
La demanda global presentó un alza de 3,1% en la formación bruta de capital fijo, mientras que el consumo privado creció 0,3%, el público decreció 2,1% y las exportaciones de bienes y servicios reales sufrieron una baja del 7,5%.
La contracción de la actividad del sector de agricultura, ganadería, caza y silvicultura que llegó al 31,6%, afectada por la sequía, lo cual impactó considerablemente en el indicador general.
La actividad pesquera también se contrajo en forma interanual 13,7%, al igual que la industria manufacturera en un 1,8%, el comercio mayorista y minoristas en un 1,6% y la actividad en hoteles y restaurantes en un 0,4%.
También mostraron indicadores negativos la administración pública con una leve disminución del 0,3%, el sector de servicios comunitarios que se contrajo un 0,4% y el servicio domestico en hogares que disminuyó un 0,1%.
Según el Informe del Avance del Nivel de Actividad, la economía experimentó una caída del 4% también en el segundo trimestre, en comparación con el anterior.
Con esta caída, la mayor en 4 años, se inició un proceso recesivo que las consultoras estiman que continuará el resto del año y hasta 2019.
En el primer trimestre, el Producto Interno Bruto (PIB) había subido un 3,9%, igual porcentaje al cuarto trimestre de 2017, por lo que el indicador negativo que se dio a conocer es el primero después de cinco períodos consecutivos de variaciones positivas. .
La última contracción se había registrado en el cuarto trimestre del 2016 cuando el indicador registró una caída del 2,5%.
El valor del PIB se ubicó al finalizar el segundo trimestre en los $ 752.791 millones, que significó una caída del 4,2% en la comparación interanual, ya que en el mismo período de un año atrás se había ubicado en los $ 786.103 millones.
La inversión bruta de capital fijo, según las estimaciones estimaciones provisorias del organismo encargado de las estadísticas, registró en el segundo trimestre una variación positiva de 3,1% respecto del mismo período del año anterior.
Este repunte fue posible por el crecimiento de 5,4% de la inversión en construcciones, la suba en 9,5% de otras construcciones y del 5,4% en maquinaria y equipo, mientras que en equipos de transporte se produjo una baja del 11,6%. .
La oferta global se contrajo un 2,8% con relación al mismo período del año anterior, por la baja de 4,2% del PIB y al aumento de 2,7% en las importaciones de bienes y servicios reales.
La demanda global presentó un alza de 3,1% en la formación bruta de capital fijo, mientras que el consumo privado creció 0,3%, el público decreció 2,1% y las exportaciones de bienes y servicios reales sufrieron una baja del 7,5%.
La contracción de la actividad del sector de agricultura, ganadería, caza y silvicultura que llegó al 31,6%, afectada por la sequía, lo cual impactó considerablemente en el indicador general.
La actividad pesquera también se contrajo en forma interanual 13,7%, al igual que la industria manufacturera en un 1,8%, el comercio mayorista y minoristas en un 1,6% y la actividad en hoteles y restaurantes en un 0,4%.
También mostraron indicadores negativos la administración pública con una leve disminución del 0,3%, el sector de servicios comunitarios que se contrajo un 0,4% y el servicio domestico en hogares que disminuyó un 0,1%.