Chubut construirá ladrillos con envases PET

La provincia obtuvo la licencia para desarrollar materiales para la construcción realizados con plástico de envases reciclados. El uso de dicha tecnología permitirá la construcción de viviendas sociales y tendrá impacto directo en generación de fuentes de trabajo y cuidado medioambiental.

Los envases reciclados se transforman en material de construcción.
29 SEP 2018 - 19:59 | Actualizado

El CONICET y la provincia de Chubut acordaron mediante un convenio por el cual el organismo nacional transfirió la licencia para elaborar materiales de construcción a partir del reciclado de envases PET.

El convenio se firmó en un acto celebrado en la Casa de la Provincia de Chubut, con la presencia del gobernador de la provincia de Chubut, doctor Mariano Arcioni y el presidente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), doctor Alejandro Ceccatto.

A través del acuerdo el CONICET licencia la “Tecnología de elaboración de componentes constructivos con PET reciclado” a dicha provincia. El Gobierno de Chubut implementará la fabricación de ladrillos a base de PET, realizados por cooperativas sociales, para ser utilizados en soluciones habitacionales. Esto permitirá la creación de puestos de trabajo en Comodoro Rivadavia, Esquel, Trelew, Puerto Madryn y Rawson.

A partir del convenio, se otorga a Chubut una licencia exclusiva dentro del territorio de la provincia, de la tecnología patentada por el CONICET. Asimismo, integrantes del Centro Experimental de la Vivienda Económica (CEVE, CONICET-AVE), promotores de dicha tecnología, brindarán las capacitaciones para fabricar los ladrillos.

Idea y proceso

La doctora Rosana Gaggino, investigadora independiente del CONICET y directora del CEVE, junto a un equipo de investigadores, fue quien desarrolló un proceso para la utilización de plásticos reciclados en la elaboración de elementos constructivos, en este caso ladrillos de polietilen-tereftalato (PET). “Usamos PET procedente de envases descartables de bebidas y cemento pórtland como ligante, más un aditivo químico que mejora la adherencia de las partículas plásticas al cemento”, detalla Gaggino.

Envases no retornables

Uno de los residuos que más se acumulan en las ciudades son los envases no retornables de bebidas, un dato no menor si se tiene en cuenta que tardan 500 años en degradarse a la intemperie, y aún más si están enterrados.

En respuesta a esta problemática Rosana Gaggino, investigadora adjunta del CONICET en el Centro Experimental de la Vivienda Económica (CEVE, CONICET-AVE), desarrolló junto a su equipo de colaboradores, un proceso para la utilización de plásticos reciclados en la elaboración de elementos constructivos, en este caso ladrillos de polietilen-tereftalato (PET).

“Usamos PET procedente de envases descartables de bebidas y cemento pórtland como ligante, más un aditivo químico que mejora la adherencia de las partículas plásticas al cemento”, detalla Gaggino.

La investigadora explica que el proceso se lleva a cabo triturando los plásticos con un molino, luego en una hormigonera común se hace una mezcla con el cemento pórtland y el aditivo, que luego se coloca en una bloquera manual que le da forma a los ladrillos. “El proceso es simple porque es como hacer bloques de cemento y arena, solo que se remplaza la arena por las partículas de plástico PET”, asegura.

Entre las ventajas técnicas de estos ladrillos se puede mencionar que son cinco veces más aislantes térmicos que los convencionales de tierra, y además más livianos. “Un ladrillo de PET pesa 1,400 kg, mientras que el de tierra pesa aproximadamente un kilo más”, dice Gaggino.

Vivienda liviana

Por otra parte, la investigadora agrega que los cimientos de una vivienda construida con estos ladrillos son menores que los de una convencional, ya que la vivienda en general es más liviana, y, al tener mayor aislamiento térmico, se pueden construir muros de menor espesor. “En vez de hacer paredes de 30 cm se pueden hacer de 15”, asegura.

Además, los estudios realizados indican que los ladrillos de PET y cemento tienen buena resistencia al fuego, ya que los resultados del Ensayo de Propagación de la Llama lo clasifican como material Clase RE 2: material combustible de muy baja propagación de llama.

En la actualidad estos componentes constructivos se utilizan para cerramientos y no con finalidad estructural por lo que se está trabajando en la modificación de la superficie del PET para aumentar la compatibilidad con el cemento, mediante la adición de productos químicos o cambios en el proceso de producción, y mejorar así las propiedades mecánicas de los componentes.

Gaggino hace hincapié en que un ladrillo de PET se hace con 20 botellas descartables, lo que resalta la importancia ambiental del proyecto, ya que puede ser una alternativa al ladrillo de barro cocido que consume suelo fértil, usa leña de los bosques, y produce contaminación atmosférica.

Medio siglo

El CEVE combina investigación científica y vinculación tecnológica para paliar diferentes problemas que aquejan a las comunidades en torno al hábitat.

En 1967, un grupo de arquitectos, profesores y estudiantes, comenzaron a trabajar en diferentes comunidades atendiendo a sus necesidades de vivienda a partir del desarrollo de materiales de construcción y tecnologías de gestión.

En la actualidad el Centro Experimental de la Vivienda Económica (CEVE, CONICET-AVE) es un instituto de investigación, experimentación, desarrollo y transferencia de tecnologías de construcción y gestión integral, destinadas a la producción del hábitat. En ese campo investiga y desarrolla tecnologías y acciones demostrativas para ser transferidas a los sectores públicos y privados.

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Los envases reciclados se transforman en material de construcción.
29 SEP 2018 - 19:59

El CONICET y la provincia de Chubut acordaron mediante un convenio por el cual el organismo nacional transfirió la licencia para elaborar materiales de construcción a partir del reciclado de envases PET.

El convenio se firmó en un acto celebrado en la Casa de la Provincia de Chubut, con la presencia del gobernador de la provincia de Chubut, doctor Mariano Arcioni y el presidente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), doctor Alejandro Ceccatto.

A través del acuerdo el CONICET licencia la “Tecnología de elaboración de componentes constructivos con PET reciclado” a dicha provincia. El Gobierno de Chubut implementará la fabricación de ladrillos a base de PET, realizados por cooperativas sociales, para ser utilizados en soluciones habitacionales. Esto permitirá la creación de puestos de trabajo en Comodoro Rivadavia, Esquel, Trelew, Puerto Madryn y Rawson.

A partir del convenio, se otorga a Chubut una licencia exclusiva dentro del territorio de la provincia, de la tecnología patentada por el CONICET. Asimismo, integrantes del Centro Experimental de la Vivienda Económica (CEVE, CONICET-AVE), promotores de dicha tecnología, brindarán las capacitaciones para fabricar los ladrillos.

Idea y proceso

La doctora Rosana Gaggino, investigadora independiente del CONICET y directora del CEVE, junto a un equipo de investigadores, fue quien desarrolló un proceso para la utilización de plásticos reciclados en la elaboración de elementos constructivos, en este caso ladrillos de polietilen-tereftalato (PET). “Usamos PET procedente de envases descartables de bebidas y cemento pórtland como ligante, más un aditivo químico que mejora la adherencia de las partículas plásticas al cemento”, detalla Gaggino.

Envases no retornables

Uno de los residuos que más se acumulan en las ciudades son los envases no retornables de bebidas, un dato no menor si se tiene en cuenta que tardan 500 años en degradarse a la intemperie, y aún más si están enterrados.

En respuesta a esta problemática Rosana Gaggino, investigadora adjunta del CONICET en el Centro Experimental de la Vivienda Económica (CEVE, CONICET-AVE), desarrolló junto a su equipo de colaboradores, un proceso para la utilización de plásticos reciclados en la elaboración de elementos constructivos, en este caso ladrillos de polietilen-tereftalato (PET).

“Usamos PET procedente de envases descartables de bebidas y cemento pórtland como ligante, más un aditivo químico que mejora la adherencia de las partículas plásticas al cemento”, detalla Gaggino.

La investigadora explica que el proceso se lleva a cabo triturando los plásticos con un molino, luego en una hormigonera común se hace una mezcla con el cemento pórtland y el aditivo, que luego se coloca en una bloquera manual que le da forma a los ladrillos. “El proceso es simple porque es como hacer bloques de cemento y arena, solo que se remplaza la arena por las partículas de plástico PET”, asegura.

Entre las ventajas técnicas de estos ladrillos se puede mencionar que son cinco veces más aislantes térmicos que los convencionales de tierra, y además más livianos. “Un ladrillo de PET pesa 1,400 kg, mientras que el de tierra pesa aproximadamente un kilo más”, dice Gaggino.

Vivienda liviana

Por otra parte, la investigadora agrega que los cimientos de una vivienda construida con estos ladrillos son menores que los de una convencional, ya que la vivienda en general es más liviana, y, al tener mayor aislamiento térmico, se pueden construir muros de menor espesor. “En vez de hacer paredes de 30 cm se pueden hacer de 15”, asegura.

Además, los estudios realizados indican que los ladrillos de PET y cemento tienen buena resistencia al fuego, ya que los resultados del Ensayo de Propagación de la Llama lo clasifican como material Clase RE 2: material combustible de muy baja propagación de llama.

En la actualidad estos componentes constructivos se utilizan para cerramientos y no con finalidad estructural por lo que se está trabajando en la modificación de la superficie del PET para aumentar la compatibilidad con el cemento, mediante la adición de productos químicos o cambios en el proceso de producción, y mejorar así las propiedades mecánicas de los componentes.

Gaggino hace hincapié en que un ladrillo de PET se hace con 20 botellas descartables, lo que resalta la importancia ambiental del proyecto, ya que puede ser una alternativa al ladrillo de barro cocido que consume suelo fértil, usa leña de los bosques, y produce contaminación atmosférica.

Medio siglo

El CEVE combina investigación científica y vinculación tecnológica para paliar diferentes problemas que aquejan a las comunidades en torno al hábitat.

En 1967, un grupo de arquitectos, profesores y estudiantes, comenzaron a trabajar en diferentes comunidades atendiendo a sus necesidades de vivienda a partir del desarrollo de materiales de construcción y tecnologías de gestión.

En la actualidad el Centro Experimental de la Vivienda Económica (CEVE, CONICET-AVE) es un instituto de investigación, experimentación, desarrollo y transferencia de tecnologías de construcción y gestión integral, destinadas a la producción del hábitat. En ese campo investiga y desarrolla tecnologías y acciones demostrativas para ser transferidas a los sectores públicos y privados.


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