Opinión/ Bienvenidas mujeres en todas sus versiones
Por Norma Mabel Saleski
Desde Trelew, ciudad del valle inferior del río Chubut, en el departamento de Rawson, al noreste de la provincia del Chubut de la Patagonia argentina, damos la bienvenida a las Mujeres en todas sus versiones.
Digo versiones porque somos una obra compuesta de materia, de intelecto, de sangre que fluye, de hormonas y corazón que late , de puros sentimientos, de pasiones y arrebatos, de sueños truncos en algunos casos, que adopta una manera de luchar y gritar al mundo para darle ese golpe de timón a su vida; somos ese tema musical que se transforma en otras versiones a medida que va hallando distintas intérpretes… como la mujer nativa que lucha por la tierra, el agua, manifestándose con rebeldía, recrudeciendo su pelea, porque se enfrenta a una intolerancia desmedida que termina en situaciones dramáticas donde a veces alguien pierde la vida.
Y así vamos creciendo, entre llantos y conflictos, buscamos dentro ese ángel que nos ayuda a prosperar, aun en tiempos adversos, aun cuando las políticas de Estado no nos brinden las herramientas suficientes para terminar con las desigualdades. Así surge la mujer referente, esa de los movimientos sociales, que aun con su pobreza a cuestas funda comedores y merenderos, su origen sabe cuánto duele un estómago vacío y cuánto daño sufre un cerebro si los alimentos básicos carecen en la niñez, la que a codazos se hace dentro de los sindicatos porque están muy enraizados los hombres; ocupamos puestos medios, los cargos de máximo poder sindical lo lideran los varones aunque vayamos con las mismas propuestas, lejos de desalentar vamos conquistando terreno. Y nos encontramos con la mujer política, ciudadana con metas, que exige derechos, que presenta proyectos, la que con hechos escoge cambiar esos viejos preceptos de la sociedad y la familia, esa que un día fastidiada de tanto maltrato alza su voz y decide poner fin a la violencia... y la otra que henchida en su coraje opta ser activista, popular o socorrista.
Tenemos un largo camino que andar y cambiar, debemos identificarnos como pares, construyendo puentes con la que elige una orientación sexual distinta, respetando las complejidades, nuestras creencias, cultura, religión.
Una paradoja asumirse y definirse si censuramos cualquier expresión o formas de organización de la mujer, tenemos particularidades diversas, algunas usamos ruge, otras somos feministas, veganas, trans, profesionales, laburantes o decidimos concebir hijos, brillamos porque la virtud nos define mujer, con responsabilidades y desafíos, con prioridades, para que la nueva versión que se está gestando en todo el mundo, logre cambiar los modelos, los paradigmas y luchemos por igualdad, en todas sus formas, en todos los ámbitos, que tengamos la madurez suficiente para debatir, para aceptar que no todo es culpa de los hombres si nosotras no tenemos el compromiso y la valentía para modificar aquello que nos oprime y censura. Nuestras estrategias deben fijarse en objetivos concretos, para ello debemos dejar atrás la discriminación, solo atrasa, eligiendo que lucha queremos dar; somos mujeres que lidiamos contra las drogas y el narcotráfico si nuestros hijos atraviesan esos lúgubres laberintos de dependencia , contra la trata, peleamos por aborto legal, salud, la crisis, los abusos, parto humanizado, femicidios, la justicia, cuanta fatalidad para combatir, aquí y ahora es tiempo de ponerse en el lugar del otro, eso es empatía y nos hace humanos valiosos. Amamos lo que hacemos, la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer es amarse en todas sus composiciones; para ello fue necesario que esas féminas ganen las calles; griten, puteen, escrachen. No nos asusta que nos tilden de violentas, nos asusta la indiferencia cuando no se hace nada ante los vejámenes y la injusticia.
Desde que pudimos emitir el voto por primera vez en la República Argentina, hasta la ley contra el feminicidios“ ha corrido mucha agua bajo el puente”, y en esa corriente a miles de mujeres le truncaron su existencia…aun así la lucha por la dignidad y la vida continua, tenemos la certeza que de pie y movilizadas alcanzaremos lo que falta.
Nos encontramos a 1451 km de Buenos Aires, somos una ciudad con más de 100 000 habitantes, venidos de grupos mapuches y tehuelches, de la colonia galesa y descendientes de europeos, que protagonizamos algunos cambios en una sociedad pueblerina, que se anima a marchar a pesar de todo, que le falta mucho, pero no desconoce que “Una de cada tres mujeres sufren nuevos hechos de violencia en Argentina “ y mientras exista una mujer con dificultades, habrá otra mujer dispuesta a luchar por ella.
Las mujeres somos decisión y nos celebramos, tenemos actitud y amamos la libertad
Bienvenidas!!!!
Por Norma Mabel Saleski
Desde Trelew, ciudad del valle inferior del río Chubut, en el departamento de Rawson, al noreste de la provincia del Chubut de la Patagonia argentina, damos la bienvenida a las Mujeres en todas sus versiones.
Digo versiones porque somos una obra compuesta de materia, de intelecto, de sangre que fluye, de hormonas y corazón que late , de puros sentimientos, de pasiones y arrebatos, de sueños truncos en algunos casos, que adopta una manera de luchar y gritar al mundo para darle ese golpe de timón a su vida; somos ese tema musical que se transforma en otras versiones a medida que va hallando distintas intérpretes… como la mujer nativa que lucha por la tierra, el agua, manifestándose con rebeldía, recrudeciendo su pelea, porque se enfrenta a una intolerancia desmedida que termina en situaciones dramáticas donde a veces alguien pierde la vida.
Y así vamos creciendo, entre llantos y conflictos, buscamos dentro ese ángel que nos ayuda a prosperar, aun en tiempos adversos, aun cuando las políticas de Estado no nos brinden las herramientas suficientes para terminar con las desigualdades. Así surge la mujer referente, esa de los movimientos sociales, que aun con su pobreza a cuestas funda comedores y merenderos, su origen sabe cuánto duele un estómago vacío y cuánto daño sufre un cerebro si los alimentos básicos carecen en la niñez, la que a codazos se hace dentro de los sindicatos porque están muy enraizados los hombres; ocupamos puestos medios, los cargos de máximo poder sindical lo lideran los varones aunque vayamos con las mismas propuestas, lejos de desalentar vamos conquistando terreno. Y nos encontramos con la mujer política, ciudadana con metas, que exige derechos, que presenta proyectos, la que con hechos escoge cambiar esos viejos preceptos de la sociedad y la familia, esa que un día fastidiada de tanto maltrato alza su voz y decide poner fin a la violencia... y la otra que henchida en su coraje opta ser activista, popular o socorrista.
Tenemos un largo camino que andar y cambiar, debemos identificarnos como pares, construyendo puentes con la que elige una orientación sexual distinta, respetando las complejidades, nuestras creencias, cultura, religión.
Una paradoja asumirse y definirse si censuramos cualquier expresión o formas de organización de la mujer, tenemos particularidades diversas, algunas usamos ruge, otras somos feministas, veganas, trans, profesionales, laburantes o decidimos concebir hijos, brillamos porque la virtud nos define mujer, con responsabilidades y desafíos, con prioridades, para que la nueva versión que se está gestando en todo el mundo, logre cambiar los modelos, los paradigmas y luchemos por igualdad, en todas sus formas, en todos los ámbitos, que tengamos la madurez suficiente para debatir, para aceptar que no todo es culpa de los hombres si nosotras no tenemos el compromiso y la valentía para modificar aquello que nos oprime y censura. Nuestras estrategias deben fijarse en objetivos concretos, para ello debemos dejar atrás la discriminación, solo atrasa, eligiendo que lucha queremos dar; somos mujeres que lidiamos contra las drogas y el narcotráfico si nuestros hijos atraviesan esos lúgubres laberintos de dependencia , contra la trata, peleamos por aborto legal, salud, la crisis, los abusos, parto humanizado, femicidios, la justicia, cuanta fatalidad para combatir, aquí y ahora es tiempo de ponerse en el lugar del otro, eso es empatía y nos hace humanos valiosos. Amamos lo que hacemos, la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer es amarse en todas sus composiciones; para ello fue necesario que esas féminas ganen las calles; griten, puteen, escrachen. No nos asusta que nos tilden de violentas, nos asusta la indiferencia cuando no se hace nada ante los vejámenes y la injusticia.
Desde que pudimos emitir el voto por primera vez en la República Argentina, hasta la ley contra el feminicidios“ ha corrido mucha agua bajo el puente”, y en esa corriente a miles de mujeres le truncaron su existencia…aun así la lucha por la dignidad y la vida continua, tenemos la certeza que de pie y movilizadas alcanzaremos lo que falta.
Nos encontramos a 1451 km de Buenos Aires, somos una ciudad con más de 100 000 habitantes, venidos de grupos mapuches y tehuelches, de la colonia galesa y descendientes de europeos, que protagonizamos algunos cambios en una sociedad pueblerina, que se anima a marchar a pesar de todo, que le falta mucho, pero no desconoce que “Una de cada tres mujeres sufren nuevos hechos de violencia en Argentina “ y mientras exista una mujer con dificultades, habrá otra mujer dispuesta a luchar por ella.
Las mujeres somos decisión y nos celebramos, tenemos actitud y amamos la libertad
Bienvenidas!!!!