En Diadema Argentina, casi todo tiene que ver con el pasado. Con las empresas extranjeras que le dieron vida al barrio; con apellidos europeos entremezclados, con viejas casas con s&oacute;tanos de corte original y por una distancia que nunca lo termina de alejar. Lejos del centro quiz&aacute;s, pero siempre muy cerca de la historia.<br /> <br /> No es casual que sean los j&oacute;venes, los defensores de su patrimonio. Los hacedores de lo nuevo se han encargado de estudiar, recordar y difundir cada peque&ntilde;o relato: las miles de an&eacute;cdotas de funciones, proyecciones y maratones para cubrir cada fin de semana, la demanda de aquel mini circuito de entretenimiento en barrios que se conformaban por el trabajo. Ese radio espec&iacute;fico donde la familia no siempre pod&iacute;a tener algunas horas de esparcimiento, el cine y las pel&iacute;culas llenaban tiempos y romp&iacute;an una rutina que s&oacute;lo sab&iacute;a de cumplir horarios; trabajar y estudiar.<br /> <br /> El cine de Diadema fue construido por la empresa Shell y era un punto de encuentro social casi obligado para quienes viv&iacute;an en Kil&oacute;metro 27. A fines de la d&eacute;cada de 1960, paso a manos de la entonces recientemente creada CoViDiAr (Cooperativa de telefon&iacute;a, viviendas y servicios p&uacute;blicos de Diadema Argentina) y en los &uacute;ltimos a&ntilde;os, se ha logrado reabrir la sala y realizar trabajos de mantenimiento y preservaci&oacute;n. &ldquo;La Cooperativa sigue con las refacciones que puede llevar adelante con su personal. Y con gastos que formen parte de los gastos corrientes&rdquo;, cuenta Maite Luque, joven vecina e impulsora del proyecto Cine Diadema.<br /> <br /> Se proyectaban pel&iacute;culas tres veces por semana: martes, viernes y domingos a las 18 y 21 horas para proyecciones y con car&aacute;cter gratuito. El programa semanal se imprim&iacute;a en la oficina de correspondencia y se repart&iacute;a en los lugares de trabajo de la empresa.<br /> <br /> Seg&uacute;n refiere el libro &ldquo;Diadema, historia urbana y herencia industrial&rdquo; las ubicaciones dentro del edificio pon&iacute;an de manifiesto el rango dentro de la empresa. Los asientos inferiores de madera estaban destinados a los obreros mientras que las butacas de cuerina, ubicadas en el balc&oacute;n superior, eran para los empleados de mayor jerarqu&iacute;a. Reci&eacute;n en 1954, el delegado regional de Trabajo y Previsi&oacute;n emiti&oacute; un comunicado a la compa&ntilde;&iacute;a para que asigne las medidas necesarias para evitar &eacute;sta discriminaci&oacute;n hacia los obreros en la sala de espect&aacute;culos del campamento.<br /> <br /> Se conservan los detalles arquitect&oacute;nicos; coronamientos y encuadres de planos verticales con la mamposter&iacute;a. Y la est&eacute;tica del lugar marca los detalles de aquella &eacute;poca glamorosa del boom industrial. &ldquo;Hay un proyecto para hacer las grandes restauraciones como paredes, luminarias y calefacci&oacute;n pero esto requiere fondos adicionales con los que hoy no se cuentan&rdquo;, agreg&oacute; Maite Luque quien agreg&oacute; que la agenda se impone durante primavera y verano, porque el clima &ndash;y la falta de calefacci&oacute;n- as&iacute; lo determinan. &ldquo;Ahora estamos tambi&eacute;n planificando trabajar en el mejoramiento del espacio de recreaci&oacute;n enfrente al cine y al club, que est&aacute; formado por una cancha de paddle, una de b&aacute;squet, una de futbol y juegos infantiles&rdquo;, destac&oacute;.<br /> <br /> El Cine Teatro, permaneci&oacute; cerrado al p&uacute;blico y sin actividad permanente durante casi dos d&eacute;cadas. Hubo s&iacute; actividades culturales espor&aacute;dicas y se utilizaba el espacio para realizar actos escolares.<br /> <br /> El Consejo de Administraci&oacute;n de la Cooperativa se encarg&oacute; de convocar a los vecinos para trabajar en comisiones: patrimonio hist&oacute;rico, espacios verdes, comunicaciones e internet y educaci&oacute;n cooperativa entre otras para decidir finalmente un plan integral de restauraci&oacute;n dada la importancia del espacio para el barrio. &ldquo;No soy nacida en Diadema pero eleg&iacute; &eacute;ste lugar para vivir y para crecer con mi familia. Este barrio tiene el plus de ser parte del circuito hist&oacute;rico. Muchos de sus edificios fueron declarados patrimonio. El desaf&iacute;o que nos toca con tanta historia es mantener eso vigente. No sirve el trabajo de una persona o una organizaci&oacute;n. Por eso queremos acercar distintas expresiones art&iacute;sticas; colaborar para que los chicos puedan vivirlo, internalizarlo y hacerlo parte de sus vivencias. Eso har&aacute; que esto se mantenga&rdquo;.
En Diadema Argentina, casi todo tiene que ver con el pasado. Con las empresas extranjeras que le dieron vida al barrio; con apellidos europeos entremezclados, con viejas casas con s&oacute;tanos de corte original y por una distancia que nunca lo termina de alejar. Lejos del centro quiz&aacute;s, pero siempre muy cerca de la historia.<br /> <br /> No es casual que sean los j&oacute;venes, los defensores de su patrimonio. Los hacedores de lo nuevo se han encargado de estudiar, recordar y difundir cada peque&ntilde;o relato: las miles de an&eacute;cdotas de funciones, proyecciones y maratones para cubrir cada fin de semana, la demanda de aquel mini circuito de entretenimiento en barrios que se conformaban por el trabajo. Ese radio espec&iacute;fico donde la familia no siempre pod&iacute;a tener algunas horas de esparcimiento, el cine y las pel&iacute;culas llenaban tiempos y romp&iacute;an una rutina que s&oacute;lo sab&iacute;a de cumplir horarios; trabajar y estudiar.<br /> <br /> El cine de Diadema fue construido por la empresa Shell y era un punto de encuentro social casi obligado para quienes viv&iacute;an en Kil&oacute;metro 27. A fines de la d&eacute;cada de 1960, paso a manos de la entonces recientemente creada CoViDiAr (Cooperativa de telefon&iacute;a, viviendas y servicios p&uacute;blicos de Diadema Argentina) y en los &uacute;ltimos a&ntilde;os, se ha logrado reabrir la sala y realizar trabajos de mantenimiento y preservaci&oacute;n. &ldquo;La Cooperativa sigue con las refacciones que puede llevar adelante con su personal. Y con gastos que formen parte de los gastos corrientes&rdquo;, cuenta Maite Luque, joven vecina e impulsora del proyecto Cine Diadema.<br /> <br /> Se proyectaban pel&iacute;culas tres veces por semana: martes, viernes y domingos a las 18 y 21 horas para proyecciones y con car&aacute;cter gratuito. El programa semanal se imprim&iacute;a en la oficina de correspondencia y se repart&iacute;a en los lugares de trabajo de la empresa.<br /> <br /> Seg&uacute;n refiere el libro &ldquo;Diadema, historia urbana y herencia industrial&rdquo; las ubicaciones dentro del edificio pon&iacute;an de manifiesto el rango dentro de la empresa. Los asientos inferiores de madera estaban destinados a los obreros mientras que las butacas de cuerina, ubicadas en el balc&oacute;n superior, eran para los empleados de mayor jerarqu&iacute;a. Reci&eacute;n en 1954, el delegado regional de Trabajo y Previsi&oacute;n emiti&oacute; un comunicado a la compa&ntilde;&iacute;a para que asigne las medidas necesarias para evitar &eacute;sta discriminaci&oacute;n hacia los obreros en la sala de espect&aacute;culos del campamento.<br /> <br /> Se conservan los detalles arquitect&oacute;nicos; coronamientos y encuadres de planos verticales con la mamposter&iacute;a. Y la est&eacute;tica del lugar marca los detalles de aquella &eacute;poca glamorosa del boom industrial. &ldquo;Hay un proyecto para hacer las grandes restauraciones como paredes, luminarias y calefacci&oacute;n pero esto requiere fondos adicionales con los que hoy no se cuentan&rdquo;, agreg&oacute; Maite Luque quien agreg&oacute; que la agenda se impone durante primavera y verano, porque el clima &ndash;y la falta de calefacci&oacute;n- as&iacute; lo determinan. &ldquo;Ahora estamos tambi&eacute;n planificando trabajar en el mejoramiento del espacio de recreaci&oacute;n enfrente al cine y al club, que est&aacute; formado por una cancha de paddle, una de b&aacute;squet, una de futbol y juegos infantiles&rdquo;, destac&oacute;.<br /> <br /> El Cine Teatro, permaneci&oacute; cerrado al p&uacute;blico y sin actividad permanente durante casi dos d&eacute;cadas. Hubo s&iacute; actividades culturales espor&aacute;dicas y se utilizaba el espacio para realizar actos escolares.<br /> <br /> El Consejo de Administraci&oacute;n de la Cooperativa se encarg&oacute; de convocar a los vecinos para trabajar en comisiones: patrimonio hist&oacute;rico, espacios verdes, comunicaciones e internet y educaci&oacute;n cooperativa entre otras para decidir finalmente un plan integral de restauraci&oacute;n dada la importancia del espacio para el barrio. &ldquo;No soy nacida en Diadema pero eleg&iacute; &eacute;ste lugar para vivir y para crecer con mi familia. Este barrio tiene el plus de ser parte del circuito hist&oacute;rico. Muchos de sus edificios fueron declarados patrimonio. El desaf&iacute;o que nos toca con tanta historia es mantener eso vigente. No sirve el trabajo de una persona o una organizaci&oacute;n. Por eso queremos acercar distintas expresiones art&iacute;sticas; colaborar para que los chicos puedan vivirlo, internalizarlo y hacerlo parte de sus vivencias. Eso har&aacute; que esto se mantenga&rdquo;.