Luego de atenderse en un sanatorio porteño, contó que hasta cuando fue trasladado en ambulancia al sanatorio Otamendi fue atacado con objetos contundentes arrojados al paso del vehículo desde la salida misma del estadio."La gente estaba loca antes de entrar, imaginate si ganábamos en esa cancha. Una de mis hijas estaba llorando cuando llegué a casa. No podía entrar a una cancha donde sabía que me iba a morir", indicó.
"Estoy con mucha bronca. Siento impotencia. El episodio del sábado fue lamentable. Después cruzar el puente (antes de llegar al Monumental), de repente, aparecieron 200 personas a tirarnos piedras.Fueron tres minutos que no se los deseo a nadie", comenzó a relatar el futbolista de Boca.
"Eran estallidos de vidrios constantemente. Nos tiraron piedras hasta cuando estábamos en la puerta. No soy ningún mentiroso. También antes de entrar seguían estallando los vidrios", continuó. Y agregó: "Luego, cuando salgo del estadio en ambulancia,nos siguieron tirando piedras. No fue una cosa menor. Estoy triste, también por la gente de River. Hay muchos de ellos que no tuvieron nada que ver y que ahora se están fumando todo esto. No puede pasar más. Si el ojo me lo sacan, no me lo paga nadie"."Si la gente estaba loca antes de entrar, imaginate si nosotros ganábamos y dábamos la vuelta en su cancha.Me mataban. Tengo familia. Cuando llegué a mi casa mi hija mayor estaba llorando. No puedo jugar en una cancha en la que sé que puedo llegar a morir", aseguró. "Es una vergüenza, yo estaba en el hospital y el partido se estaba por jugar igual", afirmó.Pablo Pérez afirmó que, aunque no estaba en condiciones de hacerlo, iba a jugar igual porque "los obligaban a hacerlo" y disparó con todo contra el médico de la Conmebol: "no lo conozco, no me vino a ver nunca". pic.twitter.com/Lgvc08Re3W— SportsCenter (@SC_ESPN) 26 de noviembre de 2018
Además, Pérez criticó a la Confederación Sudamericana de Fútbol. "No conozco al médico de la Conmebol porque no me vino a ver nunca, es una vergüenza que él haya dicho que yo estaba en condiciones. Firmó un papel sin verme. Nunca fue solidario con nosotros.Debe tener alguna orden de que no me tenga que venir a ver", dijo Pérez.Por último, sobre una posible sanción a River dijo que "no es mi problema, en esas cosas no me meto". Y reconoció que dos jugadores de River se pusieron en contacto con él: "Me escribieron Nacho Scocco y Milton Casco".#Boca El afectuoso saludo entre un hincha de #River y Pablo Pérez en la puerta del sanatorio pic.twitter.com/OMclJaxLZF— TyC Sports (@TyCSports) 26 de noviembre de 2018
El médico de Boca dice que "no revisaron a los jugadores"
Jorge Batista puso en duda la disposición y el trabajo de sus colegas de la Conmebol que ingresaron al vestuario "xeneize" el sábado tras el ataque de hinchas "millonarios" al micro que los llevó hasta el Monumental para jugar la suspendida final ante River por la Copa Libertadores.
Batista dijo que sus colegas (Osvaldo Pangrazio y Francisco Mateu) ingresaron al vestuario de Boca y le pidieron "que anote las lesiones de los jugadores".
"Después me dijeron que se podía hacer una excepción de uso de medicamentos terapéuticos por la situación que estaban pasando los jugadores. Ahí Me pidieron que haga una nota", agregó.
"Teníamos a (Fernando) Gago con los ojos y labios hinchados, es muy alérgico. (Agustín) Almendra no podia respirar y (Cristian) Pavón estaba vomitando. Y (Esteban) Andrada estaba abombado y acostado en una camilla", sostuvo el médico en declaraciones a TyC Sports.
Destacó que cuando luego salió en ambulancia con Pablo Pérez y Gonzalo Lamardo, la médica y el chofer el vehículo recibió "tres impactos, uno muy fuerte".
"Nos agachamos porque todos pensamos que era un tiro. Se lo dije a los dirigentes del club para que busquen y periten la ambulancia", agregó.
"Cuando los médicos de la Conmebol me dijeron que anote lo que tenían los jugadores lo hice en una hoja de cuaderno. Y cuando vuelvo del (sanatorio) Otamendi me entero lo que había pasado, que los médicos no los revisaron y que afirmaban que podían jugar", relató Batista.
Señaló que él y otros colegas del cuerpo técnico fueron los primeros en recibir pedradas cuando el micro con el plantel boquense giró hacia la calle Lindoro Quinteros desde la avenida Del Libertador, cerca del estadio Monumental.
"Estaba en el tercer asiento. El primer piedrazo lo recibimos nosotros, tengo unas escoriaciones en el brazo. Ahí empezaron los gritos. Yo no podía respirar y muchos jugadores empezaron con la tos y los vómitos", puntualizó el médico de Boca.
Luego de atenderse en un sanatorio porteño, contó que hasta cuando fue trasladado en ambulancia al sanatorio Otamendi fue atacado con objetos contundentes arrojados al paso del vehículo desde la salida misma del estadio."La gente estaba loca antes de entrar, imaginate si ganábamos en esa cancha. Una de mis hijas estaba llorando cuando llegué a casa. No podía entrar a una cancha donde sabía que me iba a morir", indicó.
"Estoy con mucha bronca. Siento impotencia. El episodio del sábado fue lamentable. Después cruzar el puente (antes de llegar al Monumental), de repente, aparecieron 200 personas a tirarnos piedras.Fueron tres minutos que no se los deseo a nadie", comenzó a relatar el futbolista de Boca.
"Eran estallidos de vidrios constantemente. Nos tiraron piedras hasta cuando estábamos en la puerta. No soy ningún mentiroso. También antes de entrar seguían estallando los vidrios", continuó. Y agregó: "Luego, cuando salgo del estadio en ambulancia,nos siguieron tirando piedras. No fue una cosa menor. Estoy triste, también por la gente de River. Hay muchos de ellos que no tuvieron nada que ver y que ahora se están fumando todo esto. No puede pasar más. Si el ojo me lo sacan, no me lo paga nadie"."Si la gente estaba loca antes de entrar, imaginate si nosotros ganábamos y dábamos la vuelta en su cancha.Me mataban. Tengo familia. Cuando llegué a mi casa mi hija mayor estaba llorando. No puedo jugar en una cancha en la que sé que puedo llegar a morir", aseguró. "Es una vergüenza, yo estaba en el hospital y el partido se estaba por jugar igual", afirmó.Pablo Pérez afirmó que, aunque no estaba en condiciones de hacerlo, iba a jugar igual porque "los obligaban a hacerlo" y disparó con todo contra el médico de la Conmebol: "no lo conozco, no me vino a ver nunca". pic.twitter.com/Lgvc08Re3W— SportsCenter (@SC_ESPN) 26 de noviembre de 2018
Además, Pérez criticó a la Confederación Sudamericana de Fútbol. "No conozco al médico de la Conmebol porque no me vino a ver nunca, es una vergüenza que él haya dicho que yo estaba en condiciones. Firmó un papel sin verme. Nunca fue solidario con nosotros.Debe tener alguna orden de que no me tenga que venir a ver", dijo Pérez.Por último, sobre una posible sanción a River dijo que "no es mi problema, en esas cosas no me meto". Y reconoció que dos jugadores de River se pusieron en contacto con él: "Me escribieron Nacho Scocco y Milton Casco".#Boca El afectuoso saludo entre un hincha de #River y Pablo Pérez en la puerta del sanatorio pic.twitter.com/OMclJaxLZF— TyC Sports (@TyCSports) 26 de noviembre de 2018
El médico de Boca dice que "no revisaron a los jugadores"
Jorge Batista puso en duda la disposición y el trabajo de sus colegas de la Conmebol que ingresaron al vestuario "xeneize" el sábado tras el ataque de hinchas "millonarios" al micro que los llevó hasta el Monumental para jugar la suspendida final ante River por la Copa Libertadores.
Batista dijo que sus colegas (Osvaldo Pangrazio y Francisco Mateu) ingresaron al vestuario de Boca y le pidieron "que anote las lesiones de los jugadores".
"Después me dijeron que se podía hacer una excepción de uso de medicamentos terapéuticos por la situación que estaban pasando los jugadores. Ahí Me pidieron que haga una nota", agregó.
"Teníamos a (Fernando) Gago con los ojos y labios hinchados, es muy alérgico. (Agustín) Almendra no podia respirar y (Cristian) Pavón estaba vomitando. Y (Esteban) Andrada estaba abombado y acostado en una camilla", sostuvo el médico en declaraciones a TyC Sports.
Destacó que cuando luego salió en ambulancia con Pablo Pérez y Gonzalo Lamardo, la médica y el chofer el vehículo recibió "tres impactos, uno muy fuerte".
"Nos agachamos porque todos pensamos que era un tiro. Se lo dije a los dirigentes del club para que busquen y periten la ambulancia", agregó.
"Cuando los médicos de la Conmebol me dijeron que anote lo que tenían los jugadores lo hice en una hoja de cuaderno. Y cuando vuelvo del (sanatorio) Otamendi me entero lo que había pasado, que los médicos no los revisaron y que afirmaban que podían jugar", relató Batista.
Señaló que él y otros colegas del cuerpo técnico fueron los primeros en recibir pedradas cuando el micro con el plantel boquense giró hacia la calle Lindoro Quinteros desde la avenida Del Libertador, cerca del estadio Monumental.
"Estaba en el tercer asiento. El primer piedrazo lo recibimos nosotros, tengo unas escoriaciones en el brazo. Ahí empezaron los gritos. Yo no podía respirar y muchos jugadores empezaron con la tos y los vómitos", puntualizó el médico de Boca.