Vivir en Treorcky entre la historia y la cruel realidad: charla con Mario Bontempo

Por Meirion Griffiths

Mario Bontempo vive en el corazón de Treorcky, en el valle del Chubut. Se define como un italiano de pura cepa. Hace 40 años que vive en la chacra Nº 182 de los cuales 35 dedicó al arte de las uvas y la elaboración del vino. Este mes vivió una pesadilla. Un grupo armado entró a su casa y con suma violencia, atacó a su esposa y a sus pequeños nietos. “Me tuvieron quince minutos con un cuchillo en la garganta”, contó el productor, todo un referente en la zona.

“Hace cuarenta años que estoy acá. Amo este lugar, mi vida estuvo aquí. Nunca viví algo así. Estoy con mucha bronca, me sale fuego de adentro, lo que nos pasó no tiene forma de explicarse”.

Los ladrones sorprendieron a toda la familia. Llegaron sombríamente. Rodearon la casa y comenzaron con el martirio.

Bontempo insultó y carajeó: “Se tiraron contra mis nietitos, a mi esposa la amenazaban todo el tiempo. Yo ahora miro aquellos tamariscosque hay allá en el fondo, -apunta hacia el atardecer-, y pienso que pueden estar ellos (los asaltantes), vigilándonos”. Ante la situación de terror que airosamente implantó la delincuencia en el valle mencionó que “con estas cosas uno no vuelve a ser lo mismo. Si vuelven los voy a estar esperando. No va a ser lo mismo ¿usted me entiende?, no hace falta que a usted se lo explique”, deslizó el chacarero.

Mujer valiente

Aunque el final de la pesadilla terminó gracias a la valentía de su esposa. Cuando el grupo comando los tenía sometidos en la casa rural, ella escapó, se escondió en la penumbra y desarmó todo el plan de los ladrones. Sorprendentemente y con una astucia difícil de concebir, la señora Bontempo lentamente pudo ir corriéndose de a poco hacia una puerta. Centímetro a centímetro sentía la muerte, confesó. Cuando estuvo a su alcance, corrió por un potrero y se ocultó entre unos árboles. La situación para los cacos no estaba controlada. Tomaron los pocos pesos de la magra jubilación del chacarero, le sacaron su reloj y huyeron.

La angustia de Bontempo fue disimulándose en la medida en que la charla con Jornada se derivaba a su pasión: la uva. Pero no solo uvas. Es capaz de elaborar licores de los más finos y reconocidos por quienes saben de la materia.

Se lo vio feliz por la visita de este diario. Llegó a tener más de 10 variedades, incluso Malbec, Cabernet, Merlot, entre otras tantas. Es un innovador de sabores. Pondera una variedad que se ha perdido entre los rosados, los blancos y los tintos; el clarete.

Bontempo hace años que pidió ayuda a entidades nacionales y profesionales de la zona ante una abrumadora plaga que diezmó sus parrales.

Tiempos difíciles

Hoy quedan vivas cuatro parras que se están secando. En este escenario con sus siete décadas, el hombre que afirma estar llegando al final de su camino, sueña con ver las viñas florecer.

Que el valle vuelva a ser lo que fue en su plenitud, donde la principal preocupación de los chacareros era mejorar su producción. A lo sumo una preocupación pudo ser una plaga o una peste y no la instalación de alarmas, rejas y armamento para repeler el ataque de las bandas delictivas. Reconoce que este valle está encantado y que guarda lo mejor de sí en cada surco.

Bontempo es parte viva de toda esta historia. Lucha cada día en un lugar soñado por los pioneros, con una historia poco difundida, pero muy en el corazón de los vecinos del Valle Inferior del Río Chubut. Hoy es una zona entristecida por el daño que la delincuencia causó a sus vecinos.. Un aspecto que no todos ni notan ni sienten.