Una excursión distinta en El Hoyo: con un arreo de vacas, parte la primera tropa hasta el paraje El Turbio

Será mañana y la integrarán turistas y lugareños. Es un servicio de cabalgatas basado en las tareas campesinas. “La idea es que los visitantes vivan la experiencia de los trabajos del campo cordillerano”, dicen sus responsables. Dicen que los visitantes siempre prometen volver.

Paraíso. Algo así se encontrarán los aventureros que opten por esta original excursión en una zona bellísima de la provincia.
23 ENE 2019 - 20:51 | Actualizado

Don Lalo Valenzuela fuma su cigarro mientras termina de tusar el zaino oscuro que utilizará mañana, al frente del arreo de vacas que llevará a turistas y lugareños hasta el Zanjón Hondo, al pie del cerro Tres Picos, pasando el paraje El Turbio, al fondo del lago Puelo.
A su lado, su hijo Alexis destaca que es un servicio de cabalgatas denominado Orketal Extremo, “proyectado para el turismo y pensado sobre las tareas campesinas que hacemos desde chicos: los caballos, las vacas, los perros, el lazo, la tradición y la cultura que viene desde los abuelos”.
“En esta propuesta nos acompaña la familia Solari (estancia El Trébol, El Desemboque, El Hoyo), y por primera vez vamos a hacer la experiencia de tres días de excursión. El jueves a la tardecita estaremos juntando los animales en un corral y el viernes tempranito salimos hacia El Turbio, donde encerraremos las vacas en un potrero”.
“Allí haremos la primera noche en la costa del lago. La cena será un corderito al asador, mientras contamos las vivencias en torno al fogón. Al día siguiente continuamos con el arreo hasta Zanjón Hondo, donde hay un refugio equipado para alojarse. Al tercer día emprendemos el regreso”, graficó.
La caravana contará con la ayuda de los “pilcheros”, caballos auxiliares donde se transportan los enseres indispensables para preparar las comidas y las mantas para dormir. “La idea es que los visitantes puedan vivir esa experiencia de los trabajos del campo cordillerano, que les sorprende y fascina, y que para mí y mis hermanos es un agrado poder compartirla”, reflejó Alexis Valenzuela.
El costo total de la travesía es de $3.500 por persona (incluye la gastronomía durante los 3 días y las 2 noches de alojamiento). Para mayor información llamar al 2944 597071 o en face Orketa Extremo Cabalgatas (quedan algunos lugares).
En tanto, diariamente en el ingreso al Parque Natural “Raúl Solari”, brindan otros servicios de cabalgatas “pasando por los potreros donde pastan las vacas”, de una hora y media de duración. Otros recorridos llegan hasta distintos miradores sobre el lago Puelo.
En coincidencia, ofrecen una experiencia “de alta montaña” de 10 días hasta La Horqueta, al fondo de El Turbio, cerca del límite con Chile, “donde mi papá tiene un campo, hay que cruzar el río que tiene muy buena pesca y dormir al aire libre en algunos lugares o en refugios de montaña. Es para vivir la naturaleza a pleno y conocer lugares vírgenes jamás imaginados, como los bosques de alerces milenarios y los laguitos de un color turquesa increíble”, describió el vocero de la empresa familiar.
“Ni me acuerdo la cantidad de veces que he ido a caballo desde El Desemboque hasta La Horqueta, pero seguro han sido muchas”, reconoce Lalo Valenzuela. “Allá adentro se va bordeando el río, por los ventisqueros eternos, en plena selva valdiviana. Son como nueve horas de cabalgata desde El Turbio, puede estar un mes internado y no ver a nadie, apenas hay senderos. Los turistas que han ido vuelven encantados y prometen volver”.
El Turbio

En este paraje al fondo del lago Puelo, los apellidos se repiten y se limitan a Fernández, Vigueras, Águila o Bahamonde. Son unas 25 familias que prefieren mantener una identidad forjada durante más de un siglo, jalonada por la epopeya de sus propios abuelos llegados desde Chile.
Incluso, la mayoría se opone a la construcción de un camino de acceso a través de El Desemboque –con salida hacia El Hoyo–, y la conectividad se hace desde siempre con embarcaciones que deben surcar 18 kilómetros hasta el muelle del Parque Nacional Lago Puelo. En total, son unas 75 personas que permanecen aisladas en plena cordillera durante buena parte del año.
La actividad económica preponderante es la ganadería en pequeña escala (hasta 50 animales), algunos empleos estatales o los servicios turísticos estacionales (campings, cabalgatas o traslados). Además, algunas familias producen tejuelas de ciprés para la venta.
El punto obligado de relaciones sociales es la Escuela 186, donde se desarrolla buena parte de la vida comunitaria y el pasatiempo favorito de los chicos sigue siendo “andar a caballo y enlazar”.
“Acá tenemos buenos campos para criar animales, hacer chacras y sembrar, pero nos faltan herramientas”, detalló uno de los pobladores, al tiempo que recordó la demanda constante ante las autoridades por “la regularización de la tierra, la construcción de nuevas pasarelas y viviendas”.
En referencia a las posibilidades de desarrollo del Valle, la opinión generalizada es que “preferimos seguir así como estamos, no queremos que se llene de gente. El que quiera venir, que lo haga embarcado. Los abuelos siempre lo hicieron así, aún cuando para sacar a un enfermo tenían que remar todo el día para llegar al muelle de Puelo”.
Sin embargo, los más jóvenes van ensayando en los últimos tiempos alternativas para diversificar la economía tradicional de la ganadería y la madera. Es el caso de los que se animan a armar un camping para recibir al turismo y brindar a los excursionistas algunos servicios básicos. Desde El Turbio se puede ascender a los cerros Plataforma y Tres Picos (el más alto y renombrado de la zona), o seguir camino hasta La Esperanza, en el límite con Chile, con un lago espectacular para los amantes de la pesca.
Con todo, aclaran que “tampoco queremos un turismo masivo. El que llega hasta acá es porque busca estar solo, caminar por la montaña sin escuchar voces o disfrutar de un paseo a caballo contemplando los cóndores”.
“Llegar a este lugar es como retroceder medio siglo en el tiempo. No hay luz, ni señal de teléfono, ni televisión. La gente te mira a los ojos para hablarte y te tiende su mano cálida de bienvenida. Siempre cuesta pegar la vuelta”, asegura el trabajador comunitario del sector.
Para los turistas que quieran conocer este “paraíso chubutense”, desde el muelle principal del Parque Nacional Lago Puelo salen diariamente lanchas ofrecidas por un grupo de prestadores náuticos.#

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Paraíso. Algo así se encontrarán los aventureros que opten por esta original excursión en una zona bellísima de la provincia.
23 ENE 2019 - 20:51

Don Lalo Valenzuela fuma su cigarro mientras termina de tusar el zaino oscuro que utilizará mañana, al frente del arreo de vacas que llevará a turistas y lugareños hasta el Zanjón Hondo, al pie del cerro Tres Picos, pasando el paraje El Turbio, al fondo del lago Puelo.
A su lado, su hijo Alexis destaca que es un servicio de cabalgatas denominado Orketal Extremo, “proyectado para el turismo y pensado sobre las tareas campesinas que hacemos desde chicos: los caballos, las vacas, los perros, el lazo, la tradición y la cultura que viene desde los abuelos”.
“En esta propuesta nos acompaña la familia Solari (estancia El Trébol, El Desemboque, El Hoyo), y por primera vez vamos a hacer la experiencia de tres días de excursión. El jueves a la tardecita estaremos juntando los animales en un corral y el viernes tempranito salimos hacia El Turbio, donde encerraremos las vacas en un potrero”.
“Allí haremos la primera noche en la costa del lago. La cena será un corderito al asador, mientras contamos las vivencias en torno al fogón. Al día siguiente continuamos con el arreo hasta Zanjón Hondo, donde hay un refugio equipado para alojarse. Al tercer día emprendemos el regreso”, graficó.
La caravana contará con la ayuda de los “pilcheros”, caballos auxiliares donde se transportan los enseres indispensables para preparar las comidas y las mantas para dormir. “La idea es que los visitantes puedan vivir esa experiencia de los trabajos del campo cordillerano, que les sorprende y fascina, y que para mí y mis hermanos es un agrado poder compartirla”, reflejó Alexis Valenzuela.
El costo total de la travesía es de $3.500 por persona (incluye la gastronomía durante los 3 días y las 2 noches de alojamiento). Para mayor información llamar al 2944 597071 o en face Orketa Extremo Cabalgatas (quedan algunos lugares).
En tanto, diariamente en el ingreso al Parque Natural “Raúl Solari”, brindan otros servicios de cabalgatas “pasando por los potreros donde pastan las vacas”, de una hora y media de duración. Otros recorridos llegan hasta distintos miradores sobre el lago Puelo.
En coincidencia, ofrecen una experiencia “de alta montaña” de 10 días hasta La Horqueta, al fondo de El Turbio, cerca del límite con Chile, “donde mi papá tiene un campo, hay que cruzar el río que tiene muy buena pesca y dormir al aire libre en algunos lugares o en refugios de montaña. Es para vivir la naturaleza a pleno y conocer lugares vírgenes jamás imaginados, como los bosques de alerces milenarios y los laguitos de un color turquesa increíble”, describió el vocero de la empresa familiar.
“Ni me acuerdo la cantidad de veces que he ido a caballo desde El Desemboque hasta La Horqueta, pero seguro han sido muchas”, reconoce Lalo Valenzuela. “Allá adentro se va bordeando el río, por los ventisqueros eternos, en plena selva valdiviana. Son como nueve horas de cabalgata desde El Turbio, puede estar un mes internado y no ver a nadie, apenas hay senderos. Los turistas que han ido vuelven encantados y prometen volver”.
El Turbio

En este paraje al fondo del lago Puelo, los apellidos se repiten y se limitan a Fernández, Vigueras, Águila o Bahamonde. Son unas 25 familias que prefieren mantener una identidad forjada durante más de un siglo, jalonada por la epopeya de sus propios abuelos llegados desde Chile.
Incluso, la mayoría se opone a la construcción de un camino de acceso a través de El Desemboque –con salida hacia El Hoyo–, y la conectividad se hace desde siempre con embarcaciones que deben surcar 18 kilómetros hasta el muelle del Parque Nacional Lago Puelo. En total, son unas 75 personas que permanecen aisladas en plena cordillera durante buena parte del año.
La actividad económica preponderante es la ganadería en pequeña escala (hasta 50 animales), algunos empleos estatales o los servicios turísticos estacionales (campings, cabalgatas o traslados). Además, algunas familias producen tejuelas de ciprés para la venta.
El punto obligado de relaciones sociales es la Escuela 186, donde se desarrolla buena parte de la vida comunitaria y el pasatiempo favorito de los chicos sigue siendo “andar a caballo y enlazar”.
“Acá tenemos buenos campos para criar animales, hacer chacras y sembrar, pero nos faltan herramientas”, detalló uno de los pobladores, al tiempo que recordó la demanda constante ante las autoridades por “la regularización de la tierra, la construcción de nuevas pasarelas y viviendas”.
En referencia a las posibilidades de desarrollo del Valle, la opinión generalizada es que “preferimos seguir así como estamos, no queremos que se llene de gente. El que quiera venir, que lo haga embarcado. Los abuelos siempre lo hicieron así, aún cuando para sacar a un enfermo tenían que remar todo el día para llegar al muelle de Puelo”.
Sin embargo, los más jóvenes van ensayando en los últimos tiempos alternativas para diversificar la economía tradicional de la ganadería y la madera. Es el caso de los que se animan a armar un camping para recibir al turismo y brindar a los excursionistas algunos servicios básicos. Desde El Turbio se puede ascender a los cerros Plataforma y Tres Picos (el más alto y renombrado de la zona), o seguir camino hasta La Esperanza, en el límite con Chile, con un lago espectacular para los amantes de la pesca.
Con todo, aclaran que “tampoco queremos un turismo masivo. El que llega hasta acá es porque busca estar solo, caminar por la montaña sin escuchar voces o disfrutar de un paseo a caballo contemplando los cóndores”.
“Llegar a este lugar es como retroceder medio siglo en el tiempo. No hay luz, ni señal de teléfono, ni televisión. La gente te mira a los ojos para hablarte y te tiende su mano cálida de bienvenida. Siempre cuesta pegar la vuelta”, asegura el trabajador comunitario del sector.
Para los turistas que quieran conocer este “paraíso chubutense”, desde el muelle principal del Parque Nacional Lago Puelo salen diariamente lanchas ofrecidas por un grupo de prestadores náuticos.#


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