Nadal superó a Tsitsipas y es finalista en el Australian Open

El español, segundo en el ranking mundial de la ATP, le ganó hoy al griego Stefanos Tsitsipas (14 ATP) por 6-2, 6-4 y 6-0, en una hora y 46 minutos de juego, y se clasificó finalista del Abierto de Australia.

24 ENE 2019 - 8:55 | Actualizado

Tras volver al circuito luego de perder por abandono con el argentino Juan Martín del Potro en las semifinales del US 2018, Nadal sumó seis triunfos en Melbourne sin perder un sólo set.

Los australianos James Duckworth, Matthews Ebden y Alex de Minaur, el checo Tomas Berdych, Frances Tiafoe y hoy el griego fueron víctimas de un notable Nadal que dejó en el olvido la lesión en la rodilla derecha.

Ahora Nadal tendrá como adversario al vencedor de la semifinal que protagonizarán mañana el serbio Novak Djokovic, número uno de la ATP, y el francés Lucas Pouille (26 ATP).

Esta es la quinta vez que el español llega a la final del Open oceánico: ganó una vez en 2009 ante el suizo Roger Federer, perdió en 2012 ante Djokovic, en 2014 frente al suizo Stanislas Wawrincka y en 2017 contra Federer.

"Quiero agradecer a todos por el apoyo y a mi equipo, que estuvo en los momento más difíciles y me han ayudado a levantarme" dijo Nadal tras el partido y elogió a Tsitsipas sobre quien dijo: "Tiene todo para ganar muchos torneos de Grand Slam y espero enfrentarlo en instancias importantes en los próximos años".

Djokovic, por su parte, buscará mañana ante Pouille una final que podría ser la antesala de su séptimo título en Melbourne Park, que le serviría para superar a su rival suizo Roger Federer y ser el tenista más laureado en el Abierto de Australia.

Osaka y Kvitova, duelo por el título

La final femenina del Abierto de Australia opondrá a la japonesa Naomi Osaka y a la checa Petra Kvitova, tras ganar sus respectivos partidos de semifinales, con dos objetivos en juego, el trofeo y el trono de número uno mundial.

Con una temperatura que superó los 40 grados al final de la tarde, por primera vez en la quincena australiana el techo de la Rod Laver Arena fue cerrado para proteger a las jugadoras del calor.

Una decisión que puso a Osaka (N.4) "un poco triste". "Me gusta el calor, y cuando el techo está abierto, me dije: me toca a mí brillar", lanzó la joven japonesa.

Incluso con el techo cerrado, Osaka brilló, ganando por 6-2, 4- 6, 6-4 a la checa Karolina Pliskova (N.8), que había derrotado a Serena Williams tras haber superado cuatro bolas de partido en la ronda precedente.

La joven japonesa se clasificó, a sus 21 años, para su segunda final de Grand Slam de forma consecutiva, cuatro meses después de su título en el US Open.

En Nueva York, a principios de septiembre, Osaka, que vive en Estados Unidos desde hace tres años, se convirtió en la primera japonesa ganadora de un torneo mayor al término de una final explosiva contra Serena.

En Melbourne, donde nunca una japonesa había alcanzado la final, alargó a trece su serie de victorias seguidas en un torneo grande.

Osaka estuvo a dos juegos de la eliminación en tercera ronda, cuando perdía por 7-5 y 4-1 contra la taiwanesa Su-Wei Hsieh (27ª).

Una Kvitova renacida

Antes de ser coronada en el US Open, con veinte años, la joven jugadora, nacida de una madre nipona y un padre haitiano, había destacado pocos meses antes ganando el torneo californiano de Indian Wells y después derrotando a Serena Williams (6-3, 6-2) en primera ronda en Miami, después de haber iniciado la temporada 2018 rondando la 70ª plaza mundial.

En la final, Osaka se medirá el sábado a Kvitova. La zurda checa (N.6) puso fin, con una victoria por 7-6 (7/2) y 6-0, a la bella aventura de la estadounidense Danielle Collins (35ª), invitada sorpresa de semifinales en su primer Open de Australia.

A sus 28 años, dos años después de una agresión con un cuchillo sufrida en su domicilio, que había amenazado seriamente su carrera, Kvitova jugará su tercera final de Grand Slam, tras ganar las dos primeras, ambas en Wimbledon, en 2011 y en 2014.

Su agresión, ocurrida en diciembre de 2016 en un robo, hizo necesaria una seria operación de su mano izquierda y la mantuvo alejada de la competición durante cinco meses.

La checa se ha mostrado en forma en Australia, sin perder ningún set, cediendo solo menos de cinco juegos de media por partido. Tras ganar el torneo de Sídney a principios de enero, encadenó su undécima victoria consecutiva en su duelo con Collins.

Tras llegar tarde al circuito femenino debido a que privilegió sus estudios, la estadounidense de 25 años no había ganado ningún partido en un torneo de Grand Slam, en sus anteriores cinco participaciones. Su bonito recorrido en Melbourne, va a permitir a la estadounidense colocarse en el Top 20 del ránking mundial.

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24 ENE 2019 - 8:55

Tras volver al circuito luego de perder por abandono con el argentino Juan Martín del Potro en las semifinales del US 2018, Nadal sumó seis triunfos en Melbourne sin perder un sólo set.

Los australianos James Duckworth, Matthews Ebden y Alex de Minaur, el checo Tomas Berdych, Frances Tiafoe y hoy el griego fueron víctimas de un notable Nadal que dejó en el olvido la lesión en la rodilla derecha.

Ahora Nadal tendrá como adversario al vencedor de la semifinal que protagonizarán mañana el serbio Novak Djokovic, número uno de la ATP, y el francés Lucas Pouille (26 ATP).

Esta es la quinta vez que el español llega a la final del Open oceánico: ganó una vez en 2009 ante el suizo Roger Federer, perdió en 2012 ante Djokovic, en 2014 frente al suizo Stanislas Wawrincka y en 2017 contra Federer.

"Quiero agradecer a todos por el apoyo y a mi equipo, que estuvo en los momento más difíciles y me han ayudado a levantarme" dijo Nadal tras el partido y elogió a Tsitsipas sobre quien dijo: "Tiene todo para ganar muchos torneos de Grand Slam y espero enfrentarlo en instancias importantes en los próximos años".

Djokovic, por su parte, buscará mañana ante Pouille una final que podría ser la antesala de su séptimo título en Melbourne Park, que le serviría para superar a su rival suizo Roger Federer y ser el tenista más laureado en el Abierto de Australia.

Osaka y Kvitova, duelo por el título

La final femenina del Abierto de Australia opondrá a la japonesa Naomi Osaka y a la checa Petra Kvitova, tras ganar sus respectivos partidos de semifinales, con dos objetivos en juego, el trofeo y el trono de número uno mundial.

Con una temperatura que superó los 40 grados al final de la tarde, por primera vez en la quincena australiana el techo de la Rod Laver Arena fue cerrado para proteger a las jugadoras del calor.

Una decisión que puso a Osaka (N.4) "un poco triste". "Me gusta el calor, y cuando el techo está abierto, me dije: me toca a mí brillar", lanzó la joven japonesa.

Incluso con el techo cerrado, Osaka brilló, ganando por 6-2, 4- 6, 6-4 a la checa Karolina Pliskova (N.8), que había derrotado a Serena Williams tras haber superado cuatro bolas de partido en la ronda precedente.

La joven japonesa se clasificó, a sus 21 años, para su segunda final de Grand Slam de forma consecutiva, cuatro meses después de su título en el US Open.

En Nueva York, a principios de septiembre, Osaka, que vive en Estados Unidos desde hace tres años, se convirtió en la primera japonesa ganadora de un torneo mayor al término de una final explosiva contra Serena.

En Melbourne, donde nunca una japonesa había alcanzado la final, alargó a trece su serie de victorias seguidas en un torneo grande.

Osaka estuvo a dos juegos de la eliminación en tercera ronda, cuando perdía por 7-5 y 4-1 contra la taiwanesa Su-Wei Hsieh (27ª).

Una Kvitova renacida

Antes de ser coronada en el US Open, con veinte años, la joven jugadora, nacida de una madre nipona y un padre haitiano, había destacado pocos meses antes ganando el torneo californiano de Indian Wells y después derrotando a Serena Williams (6-3, 6-2) en primera ronda en Miami, después de haber iniciado la temporada 2018 rondando la 70ª plaza mundial.

En la final, Osaka se medirá el sábado a Kvitova. La zurda checa (N.6) puso fin, con una victoria por 7-6 (7/2) y 6-0, a la bella aventura de la estadounidense Danielle Collins (35ª), invitada sorpresa de semifinales en su primer Open de Australia.

A sus 28 años, dos años después de una agresión con un cuchillo sufrida en su domicilio, que había amenazado seriamente su carrera, Kvitova jugará su tercera final de Grand Slam, tras ganar las dos primeras, ambas en Wimbledon, en 2011 y en 2014.

Su agresión, ocurrida en diciembre de 2016 en un robo, hizo necesaria una seria operación de su mano izquierda y la mantuvo alejada de la competición durante cinco meses.

La checa se ha mostrado en forma en Australia, sin perder ningún set, cediendo solo menos de cinco juegos de media por partido. Tras ganar el torneo de Sídney a principios de enero, encadenó su undécima victoria consecutiva en su duelo con Collins.

Tras llegar tarde al circuito femenino debido a que privilegió sus estudios, la estadounidense de 25 años no había ganado ningún partido en un torneo de Grand Slam, en sus anteriores cinco participaciones. Su bonito recorrido en Melbourne, va a permitir a la estadounidense colocarse en el Top 20 del ránking mundial.


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