Estafa con lotes de Seros: los excomisarios apuntan al escribano

Los excomisarios seguirán con domiciliaria. Rossi y Quilaleo, extitulares de la Mutual Policial, sugirieron que si hubo un delito fue gracias a Pablo Fossati.

Testimonio. Quilaleo (izquierda) y Rossi pidieron dar su versión ante el juez, ante la presencia de la fiscal.
25 FEB 2019 - 21:07 | Actualizado

Los comisarios retirados Juan Carlos Rossi y Leandro Quilaleo, expresidente y tesorero del Círculo Policial Mutual de Rawson, seguirán en prisión domiciliaria hasta que Fiscalía presente la acusación por la presunta estafa con lotes que pertenecían al Instituto de Seguridad Social y Seguros. Se los acusa de diseñar una maniobra para vender esos terrenos ajenos a un grupo de socios de esa mutual. Se incluye un lote en Pellegrini y López y Planes de Trelew, propiedad de Seros, pero que el Círculo Policial vendió a una familia de origen chino.

Ambos pidieron declarar ante el juez Fabio Monti. Insistieron con su inocencia y descargaron la responsabilidad de cualquier irregularidad en el escribano Pablo Fosatti, que presuntamente certificó una firma trucha de Carlos Mantegna, expresidente de Seros, que sirvió para simular que el ISSyS cedía las tierras al Círculo.

“Me cuesta entender la situación que vivimos”, rompió el silencio Rossi. Según su versión, en 2011 la cúpula mutual relevó con qué lotes contaba para ofrecer viviendas a los socios. Encontraron en Trelew los terrenos de López y Planes y Pellegrini. “Nos comunicamos con el Instituto Provincial de la Vivienda y nos dice que tenían que tenían 14 lotes en desuso; en la comisión decidimos vender la mitad y el resto hacer un barrio”.

Buscaron precios y apareció un comprador con su propio escribano: Fosatti. “No lo conocíamos. Consultamos a Agustín Ojeda, nuestro escribano, y nos dice que no había inconveniente para escriturar”. Supieron que estaban a nombre de Seros. “Fosatti nos dijo que haría el trámite, fue a la mutual varias veces con un libro grande, decía que iría a verlo a Mantegna a Seros para hacerlo firmar pero demoraba y decía que no lo ubicaba”. Hasta que les avisa que Mantegna había firmado. “Nos convoca a su escribanía. Era un trámite normal y legal, no podíamos sospechar nada”. Firmaron. Rossi dijo que se encargó la extesorera e integrante más antigua de la comisión, Mónica Weinberger, que había participado de otros barrios. Surgieron 13 preadjudicatarios con un contrato en 60 cuotas.

En 2017 llegó a la mutual una Carta Documento de Seros reclamando información sobre los destinos de los lotes. “Hablé con el vocal Alfredo Prior, que me explicó que estaban relevando bienes para recaudar dinero”. Rossi le explicó lo sucedido. “Prior nos dijo que le llamaba mucho la atención que el presidente haya firmado sin acuerdo del directorio; desconocíamos porque no tenemos acceso a eso”.

Cuando Mantegna denunció la falsificación de su firma y los involucró “lo llamé explicándole que la mutual no tenía nada que ver con la certificación porque la hacía el escribano. Me dijo que entendía pero que iba a seguir adelante”. Llegaron los allanamientos y las detenciones. El acusado deslizó que los preadjudicatarios fueron “incitados” a denunciar.

“Fui Policía más de 30 años. Jamás me oculté ni me fui a ningún lugar, todas mis cosas son transparentes y están blanqueadas; todos saben dónde vivo y qué auto tengo. No oculto nada, siempre estuve a disposición. No entiendo por qué estamos abrazados a esta situación de la cual no somos culpables. Yo no certifico firmas; con Fosatti no teníamos ninguna relación, lo conocimos fortuitamente”, remató.

A su turno, Quilaleo se quejó porque según él, se dio a entender que su patrimonio creció gracias a la maniobra con las tierras. “Trabajo desde los 13 años y antes de ser policía fui operario textil en una fábrica de Trelew”. Es licenciado en Trabajo Social, trabajó en el Ministerio de Educación y fue docente. “Con mi esposa trabajamos ambos por más de 35 años y generamos capacidad de ahorro, acá se dijo con un tono de asombro que era imposible tener un vehículo como el que me secuestraron, pero todos mis autos fueron 0 Km, con ahorro y financiación”.

Aseguró que sus propiedades las logró combinando préstamos, créditos y ahorros. Como tardó en tener su primer hijo, casi no tenía gastos familiares. “La casa comprada en Playa Unión fue a medias con mi suegro, no fueron fondos propios. Necesité su auxilio porque era la oportunidad de comprar algo que vendían a un precio que no existía, era para aprovechar y nos embarcamos”.

Quilaleo sugirió que si hubiese participado de un fraude millonario “no estaría tan ahorcado como estoy ahora”. Se quejó de que “duele y molesta cuando se nos presenta en sociedad ya juzgados”.

“No hubo intención de esconder ni ocultar nada. A Fossati sinceramente no lo conocí, sólo cuando nos avisaron para pasar a firmar la escritura. Es toda mi relación y nunca tuve contacto telefónico”, explicó. “Me afectó que dieran a entender que era imposible que accediera a lo que tenía, porque trabajé toda mi vida. Tengo tranquilidad de conciencia. En Trabajo Social se trabaja para la gente vulnerable y sería descabellado hacer filantropía por un lado y por el otro pergeñar la idea deliberada de perjudicar a compañeros de trabajo que conozco a todos”.

El defensor de ambos, Humberto González, pidió liberar a ambos. Pero el juez avaló los argumentos de la fiscal Silvia Pereira y el funcionario Rubén Kohler: no hay evidencia nueva que sugiera que no se fugarán.

El escribano está imputado de fraude al Estado; Rossi, Quilaleo y Weinberger, de fraude al Estado y estafa. A Rossi, además, se le agrega tenencia de arma de guerra.

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Testimonio. Quilaleo (izquierda) y Rossi pidieron dar su versión ante el juez, ante la presencia de la fiscal.
25 FEB 2019 - 21:07

Los comisarios retirados Juan Carlos Rossi y Leandro Quilaleo, expresidente y tesorero del Círculo Policial Mutual de Rawson, seguirán en prisión domiciliaria hasta que Fiscalía presente la acusación por la presunta estafa con lotes que pertenecían al Instituto de Seguridad Social y Seguros. Se los acusa de diseñar una maniobra para vender esos terrenos ajenos a un grupo de socios de esa mutual. Se incluye un lote en Pellegrini y López y Planes de Trelew, propiedad de Seros, pero que el Círculo Policial vendió a una familia de origen chino.

Ambos pidieron declarar ante el juez Fabio Monti. Insistieron con su inocencia y descargaron la responsabilidad de cualquier irregularidad en el escribano Pablo Fosatti, que presuntamente certificó una firma trucha de Carlos Mantegna, expresidente de Seros, que sirvió para simular que el ISSyS cedía las tierras al Círculo.

“Me cuesta entender la situación que vivimos”, rompió el silencio Rossi. Según su versión, en 2011 la cúpula mutual relevó con qué lotes contaba para ofrecer viviendas a los socios. Encontraron en Trelew los terrenos de López y Planes y Pellegrini. “Nos comunicamos con el Instituto Provincial de la Vivienda y nos dice que tenían que tenían 14 lotes en desuso; en la comisión decidimos vender la mitad y el resto hacer un barrio”.

Buscaron precios y apareció un comprador con su propio escribano: Fosatti. “No lo conocíamos. Consultamos a Agustín Ojeda, nuestro escribano, y nos dice que no había inconveniente para escriturar”. Supieron que estaban a nombre de Seros. “Fosatti nos dijo que haría el trámite, fue a la mutual varias veces con un libro grande, decía que iría a verlo a Mantegna a Seros para hacerlo firmar pero demoraba y decía que no lo ubicaba”. Hasta que les avisa que Mantegna había firmado. “Nos convoca a su escribanía. Era un trámite normal y legal, no podíamos sospechar nada”. Firmaron. Rossi dijo que se encargó la extesorera e integrante más antigua de la comisión, Mónica Weinberger, que había participado de otros barrios. Surgieron 13 preadjudicatarios con un contrato en 60 cuotas.

En 2017 llegó a la mutual una Carta Documento de Seros reclamando información sobre los destinos de los lotes. “Hablé con el vocal Alfredo Prior, que me explicó que estaban relevando bienes para recaudar dinero”. Rossi le explicó lo sucedido. “Prior nos dijo que le llamaba mucho la atención que el presidente haya firmado sin acuerdo del directorio; desconocíamos porque no tenemos acceso a eso”.

Cuando Mantegna denunció la falsificación de su firma y los involucró “lo llamé explicándole que la mutual no tenía nada que ver con la certificación porque la hacía el escribano. Me dijo que entendía pero que iba a seguir adelante”. Llegaron los allanamientos y las detenciones. El acusado deslizó que los preadjudicatarios fueron “incitados” a denunciar.

“Fui Policía más de 30 años. Jamás me oculté ni me fui a ningún lugar, todas mis cosas son transparentes y están blanqueadas; todos saben dónde vivo y qué auto tengo. No oculto nada, siempre estuve a disposición. No entiendo por qué estamos abrazados a esta situación de la cual no somos culpables. Yo no certifico firmas; con Fosatti no teníamos ninguna relación, lo conocimos fortuitamente”, remató.

A su turno, Quilaleo se quejó porque según él, se dio a entender que su patrimonio creció gracias a la maniobra con las tierras. “Trabajo desde los 13 años y antes de ser policía fui operario textil en una fábrica de Trelew”. Es licenciado en Trabajo Social, trabajó en el Ministerio de Educación y fue docente. “Con mi esposa trabajamos ambos por más de 35 años y generamos capacidad de ahorro, acá se dijo con un tono de asombro que era imposible tener un vehículo como el que me secuestraron, pero todos mis autos fueron 0 Km, con ahorro y financiación”.

Aseguró que sus propiedades las logró combinando préstamos, créditos y ahorros. Como tardó en tener su primer hijo, casi no tenía gastos familiares. “La casa comprada en Playa Unión fue a medias con mi suegro, no fueron fondos propios. Necesité su auxilio porque era la oportunidad de comprar algo que vendían a un precio que no existía, era para aprovechar y nos embarcamos”.

Quilaleo sugirió que si hubiese participado de un fraude millonario “no estaría tan ahorcado como estoy ahora”. Se quejó de que “duele y molesta cuando se nos presenta en sociedad ya juzgados”.

“No hubo intención de esconder ni ocultar nada. A Fossati sinceramente no lo conocí, sólo cuando nos avisaron para pasar a firmar la escritura. Es toda mi relación y nunca tuve contacto telefónico”, explicó. “Me afectó que dieran a entender que era imposible que accediera a lo que tenía, porque trabajé toda mi vida. Tengo tranquilidad de conciencia. En Trabajo Social se trabaja para la gente vulnerable y sería descabellado hacer filantropía por un lado y por el otro pergeñar la idea deliberada de perjudicar a compañeros de trabajo que conozco a todos”.

El defensor de ambos, Humberto González, pidió liberar a ambos. Pero el juez avaló los argumentos de la fiscal Silvia Pereira y el funcionario Rubén Kohler: no hay evidencia nueva que sugiera que no se fugarán.

El escribano está imputado de fraude al Estado; Rossi, Quilaleo y Weinberger, de fraude al Estado y estafa. A Rossi, además, se le agrega tenencia de arma de guerra.


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