Erdogan habló de la masacre en las mezquitas y generó tensión con Nueva Zelanda

El primer ministro australiano, Scott Morrison, convocó hoy al embajador de Turquía en el país en protesta por un encendido discurso del turco, Recep Tayyip Erdogan, tras el atentado contra dos mezquitas de la localidad neozelandesa de Christchurch, donde murieron 50 personas.

20 MAR 2019 - 9:48 | Actualizado

 


   La decisión de Morrison tuvo lugar después de que Erdogan asegurara ayer en un discurso de campaña que los australianos antimusulmanes volverían a casa "en ataúdes" si visitaban Turquía, tal como hicieron sus abuelos en la batalla de Galípoli, en la que miles de soldados australianos murieron en 1915, durante la Primera Guerra Mundial.

   Erdogan manifestó que el atacante, un australiano de 28 años, estaba apuntando contra Turquía "desde 16.500 kilómetros" cuando llevó a cabo la masacre. 

   En el manifiesto publicado minutos antes del ataque el supremacista blanco -que había visitado Turquía en varias ocasiones- describía al país euroasiático como una "fuerza extranjera y enemiga".

   "Creo que los comentarios (de Erdogan) son muy ofensivos, y que no sirven de gran ayuda", manifestó Morrison a medios australianos, informó la agencia de noticias DPA. 

   Miles de neozelandeses y australianos viajan a Turquía cada año con motivo del aniversario de la batalla, que se celebra cada 25 de abril. 

    Morrison indicó a la cadena ABC que abordará lo sucedido con el embajador turco y que "todas las opciones están sobre la mesa" si Erdogan no retira sus comentarios.

   "Creo que la responsabilidad de los dirigentes, en este tipo de situaciones, es reducir la tensión, no aumentarla", señaló el premier, que aseguró que "no acepta las excusas" del presidente turco sobre lo sucedido. 

   En tanto, el canciller neozelandés, Winston Peters, viajará a Turquía para abordar el asunto, ha indicado la primera ministra, Jacinda Ardern, que aseguró que está centrada en las cuestiones que atañen a los neozelandeses. 

   La población de Nueva Zelanda ha viajado a Turquía durante décadas para celebrar el día de Anzac (que recuerda a los soldados australianos y neozelandeses que lucharon en la batalla de Galípoli ) y que quieren seguir haciéndolo. 

   En este sentido, destacó que todo el mundo debe presentarse unido frente al racismo y el extremismo y que esta es una responsabilidad compartida.

   Los comentarios de Erdogan no afectarán las relaciones entre Turquía y Nueva Zelanda, dijo la premier, e insistió en que Peters tratará el asunto cuando llegue al país euroasiático.

   Buscando bajarle el perfil a la disputa, Erdogan destacó el liderazgo de Ardern tras el atentado y dijo que "todos los países occidentales deben aprender de su coraje, liderazgo y sinceridad".
 

 

20 MAR 2019 - 9:48

 


   La decisión de Morrison tuvo lugar después de que Erdogan asegurara ayer en un discurso de campaña que los australianos antimusulmanes volverían a casa "en ataúdes" si visitaban Turquía, tal como hicieron sus abuelos en la batalla de Galípoli, en la que miles de soldados australianos murieron en 1915, durante la Primera Guerra Mundial.

   Erdogan manifestó que el atacante, un australiano de 28 años, estaba apuntando contra Turquía "desde 16.500 kilómetros" cuando llevó a cabo la masacre. 

   En el manifiesto publicado minutos antes del ataque el supremacista blanco -que había visitado Turquía en varias ocasiones- describía al país euroasiático como una "fuerza extranjera y enemiga".

   "Creo que los comentarios (de Erdogan) son muy ofensivos, y que no sirven de gran ayuda", manifestó Morrison a medios australianos, informó la agencia de noticias DPA. 

   Miles de neozelandeses y australianos viajan a Turquía cada año con motivo del aniversario de la batalla, que se celebra cada 25 de abril. 

    Morrison indicó a la cadena ABC que abordará lo sucedido con el embajador turco y que "todas las opciones están sobre la mesa" si Erdogan no retira sus comentarios.

   "Creo que la responsabilidad de los dirigentes, en este tipo de situaciones, es reducir la tensión, no aumentarla", señaló el premier, que aseguró que "no acepta las excusas" del presidente turco sobre lo sucedido. 

   En tanto, el canciller neozelandés, Winston Peters, viajará a Turquía para abordar el asunto, ha indicado la primera ministra, Jacinda Ardern, que aseguró que está centrada en las cuestiones que atañen a los neozelandeses. 

   La población de Nueva Zelanda ha viajado a Turquía durante décadas para celebrar el día de Anzac (que recuerda a los soldados australianos y neozelandeses que lucharon en la batalla de Galípoli ) y que quieren seguir haciéndolo. 

   En este sentido, destacó que todo el mundo debe presentarse unido frente al racismo y el extremismo y que esta es una responsabilidad compartida.

   Los comentarios de Erdogan no afectarán las relaciones entre Turquía y Nueva Zelanda, dijo la premier, e insistió en que Peters tratará el asunto cuando llegue al país euroasiático.

   Buscando bajarle el perfil a la disputa, Erdogan destacó el liderazgo de Ardern tras el atentado y dijo que "todos los países occidentales deben aprender de su coraje, liderazgo y sinceridad".
 

 


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