Una de las primeras medidas convenidas será el envío del proyecto de “Ley de protección del trabajador de la industria” a la Cámara de Diputados de la provincia, que tendrá vigencia hasta el 31 de diciembre.
Otra, será la creación en el ámbito del Ministerio de Industria de la provincia un Fondo Compensador a los efectos de solventar en parte la demanda de energía por parte de las industrias manufactureras en La Rioja, y la última será reducir al 50% la alícuota de los Ingresos Brutos que cobra el Estado provincial.
Los empresarios por su parte se comprometieron, en el caso de utilizar estos beneficios, a no despedir trabajadores.
Estas medidas dice el acta, tienen por objetivo “la defensa de las fuentes de trabajo riojanas y se fundamenta en la profunda y aguda crisis que atraviesa el sector industrial".
El Gobierno provincial remarcó durante la reunión que estas medidas serán una malla de contención de las inversiones y de los 7.000 puestos de trabajo directos que representa y sostiene la industria riojana, que de ser despedidos no encontrarían posibilidades de reinserción laboral dada la magnitud y profundidad de la crisis económica que sufre el país.
Una de las primeras medidas convenidas será el envío del proyecto de “Ley de protección del trabajador de la industria” a la Cámara de Diputados de la provincia, que tendrá vigencia hasta el 31 de diciembre.
Otra, será la creación en el ámbito del Ministerio de Industria de la provincia un Fondo Compensador a los efectos de solventar en parte la demanda de energía por parte de las industrias manufactureras en La Rioja, y la última será reducir al 50% la alícuota de los Ingresos Brutos que cobra el Estado provincial.
Los empresarios por su parte se comprometieron, en el caso de utilizar estos beneficios, a no despedir trabajadores.
Estas medidas dice el acta, tienen por objetivo “la defensa de las fuentes de trabajo riojanas y se fundamenta en la profunda y aguda crisis que atraviesa el sector industrial".
El Gobierno provincial remarcó durante la reunión que estas medidas serán una malla de contención de las inversiones y de los 7.000 puestos de trabajo directos que representa y sostiene la industria riojana, que de ser despedidos no encontrarían posibilidades de reinserción laboral dada la magnitud y profundidad de la crisis económica que sufre el país.