Una confesión en la celda: “Eran cortaduras porque Federico se defendió”

28 ABR 2019 - 21:13 | Actualizado

Giulio De Decco declaró que en la celda de Fiscalía de Tribunales en Puerto Madryn le preguntó a Genaro Carrizo qué era lo que había sucedido: “Me dijo que con Cerrudo lo habían matado a Lomeña. Las cortaduras que tenía no eran de un robo, entonces me dijo la verdad: era porque Federico se había defendido.”

La noche del crimen de López, De Cecco admitió haber estado en la casa de Berwin al 200. “Nicolás Cerrudo me pidió que le comprara lavandina para limpiar el piso”. El cadáver de López estaba en el baño, cruzado en el piso. Estacionaron su coche enfrente de la casa y vaciaron el baúl. Envolvieron el cuerpo con una sábana y un nylon.

“Nicolás lo midió con una sábana de cabeza a pie, y salió a fijarse si entraba en el baúl”. No cabía. Entonces De Cecco escuchó cómo le rompían la espalda y el cuello para doblarlo y atarlo de pies a cabeza, para meterlo en el baúl. “Lo dejó atado en el pasillo acceso al baño hasta que fuera una hora más conveniente para sacarlo y no hubiera mucho movimiento en el barrio”, declaró De Cecco.

Era madrugada. Cargaron el cuerpo, las bolsas de cal y cemento y la ropa. Todo el grupo partió a El Doradillo. Cuando circulaban cerca del basural, en la pantalla del auto de López aparecía que un celular se conectaba por Bluetooth. “Nicolás se sintió perseguido por el celular de López y en el basural le metió tres tiros”.

Llegaron a El Doradillo y lo enterraron. Ya salía el sol. “Metieron el auto entre los yuyos y sacaron del baúl pedazos de sábanas, que mojaron con nafta o lavandina para limpiar el auto -contó De Cecco-. Sacaron las bolsas con la ropa, sábanas con sangre, envolvieron en el nylon que habían envuelto a López, y la arrastraron. Dejaron todo y nos fuimos caminando los cuatro: Aaron (Sepúlveda), B., Nicolás y yo”.

Filmación clave:“Les voy a decirla verdad”

Genaro Carrizo declaró que en realidad, la deuda con “El Mendocino” la tenía Nicolás Cerrudo. López y Lomeña le habían advertido que era mejor pagar. “López no iba a hacer nada, pero si venía alguien de Mendoza le iba a decir quiénes eran”. Cerrudo estaba desesperado por conseguir la plata.

El 17 de diciembre se halló el cadáver de López. El 18 fue encontrado Lomeña.

El Juzgado Federal le mostró a Carrizo una filmación del 6 de diciembre, día del crimen de Lomeña: dos personas salen de la casa de Berwin con ropa y zapatillas impregnadas de sangre. Se movían rápido y miraban para todos lados. “Como perseguidos, en constante alerta”, dice la causa. Eran Sepúlveda y Valencia. Para el juez, “procuraban ocultarse por un motivo realmente grave. Su presencia en esas circunstancias y en ese día no tiene otra explicación que su participación directa”. Se ve el Fiat Palio rondando el lugar, manejado por “El Mendocino”, verificando que el plan se cumpla.

Carrizo vio la imagen y se quebró: “Les voy a decir la verdad, a Lomeña lo matamos nosotros, el cuerpo está enterrado en Playa Paraná”.

Curiosamente, esa filmación clave se obtuvo gracias al padre de Nalib Zajur, un comisario retirado. Su hijo y Cerrudo le habían avisado sobre una operación de 10 kilos de marihuana en su casa, con un “tranza mendocino”. Zajur declaró le dijo a su papá “si quería hacer un procedimiento muy importante; Nicolás me iba dando los detalles”. Su padre avisa a la Brigada, que obtiene la filmación clave.

El joven imputado describió que “Cuando Cerrudo se enojaba, se enojaba feo. Por su cara, no se sabía con qué podía salir”.

El juez consideró sugestivo que Nalib le informe a su padre una entrega de droga pero no el entierro en Playa Paraná. “Es a todas luces francamente incomprensible. Se muestra colaborador pero esconde esa información de igual entidad a la que reveló con total intención. Es evidente que sólo obedeció a su claro propósito de eludir y desviar la atención de los investigadores sobre el hecho fatídico”.

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28 ABR 2019 - 21:13

Giulio De Decco declaró que en la celda de Fiscalía de Tribunales en Puerto Madryn le preguntó a Genaro Carrizo qué era lo que había sucedido: “Me dijo que con Cerrudo lo habían matado a Lomeña. Las cortaduras que tenía no eran de un robo, entonces me dijo la verdad: era porque Federico se había defendido.”

La noche del crimen de López, De Cecco admitió haber estado en la casa de Berwin al 200. “Nicolás Cerrudo me pidió que le comprara lavandina para limpiar el piso”. El cadáver de López estaba en el baño, cruzado en el piso. Estacionaron su coche enfrente de la casa y vaciaron el baúl. Envolvieron el cuerpo con una sábana y un nylon.

“Nicolás lo midió con una sábana de cabeza a pie, y salió a fijarse si entraba en el baúl”. No cabía. Entonces De Cecco escuchó cómo le rompían la espalda y el cuello para doblarlo y atarlo de pies a cabeza, para meterlo en el baúl. “Lo dejó atado en el pasillo acceso al baño hasta que fuera una hora más conveniente para sacarlo y no hubiera mucho movimiento en el barrio”, declaró De Cecco.

Era madrugada. Cargaron el cuerpo, las bolsas de cal y cemento y la ropa. Todo el grupo partió a El Doradillo. Cuando circulaban cerca del basural, en la pantalla del auto de López aparecía que un celular se conectaba por Bluetooth. “Nicolás se sintió perseguido por el celular de López y en el basural le metió tres tiros”.

Llegaron a El Doradillo y lo enterraron. Ya salía el sol. “Metieron el auto entre los yuyos y sacaron del baúl pedazos de sábanas, que mojaron con nafta o lavandina para limpiar el auto -contó De Cecco-. Sacaron las bolsas con la ropa, sábanas con sangre, envolvieron en el nylon que habían envuelto a López, y la arrastraron. Dejaron todo y nos fuimos caminando los cuatro: Aaron (Sepúlveda), B., Nicolás y yo”.

Filmación clave:“Les voy a decirla verdad”

Genaro Carrizo declaró que en realidad, la deuda con “El Mendocino” la tenía Nicolás Cerrudo. López y Lomeña le habían advertido que era mejor pagar. “López no iba a hacer nada, pero si venía alguien de Mendoza le iba a decir quiénes eran”. Cerrudo estaba desesperado por conseguir la plata.

El 17 de diciembre se halló el cadáver de López. El 18 fue encontrado Lomeña.

El Juzgado Federal le mostró a Carrizo una filmación del 6 de diciembre, día del crimen de Lomeña: dos personas salen de la casa de Berwin con ropa y zapatillas impregnadas de sangre. Se movían rápido y miraban para todos lados. “Como perseguidos, en constante alerta”, dice la causa. Eran Sepúlveda y Valencia. Para el juez, “procuraban ocultarse por un motivo realmente grave. Su presencia en esas circunstancias y en ese día no tiene otra explicación que su participación directa”. Se ve el Fiat Palio rondando el lugar, manejado por “El Mendocino”, verificando que el plan se cumpla.

Carrizo vio la imagen y se quebró: “Les voy a decir la verdad, a Lomeña lo matamos nosotros, el cuerpo está enterrado en Playa Paraná”.

Curiosamente, esa filmación clave se obtuvo gracias al padre de Nalib Zajur, un comisario retirado. Su hijo y Cerrudo le habían avisado sobre una operación de 10 kilos de marihuana en su casa, con un “tranza mendocino”. Zajur declaró le dijo a su papá “si quería hacer un procedimiento muy importante; Nicolás me iba dando los detalles”. Su padre avisa a la Brigada, que obtiene la filmación clave.

El joven imputado describió que “Cuando Cerrudo se enojaba, se enojaba feo. Por su cara, no se sabía con qué podía salir”.

El juez consideró sugestivo que Nalib le informe a su padre una entrega de droga pero no el entierro en Playa Paraná. “Es a todas luces francamente incomprensible. Se muestra colaborador pero esconde esa información de igual entidad a la que reveló con total intención. Es evidente que sólo obedeció a su claro propósito de eludir y desviar la atención de los investigadores sobre el hecho fatídico”.


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