La necesaria normalización del fútbol del Interior
El Consejo Federal, en los últimos años, reformó los torneos que organiza. Una estructura vieja guiaba a los clubes a la ruina, causándoles severos perjuicios económicos. Jornada repasa los cambios introducidos en el Federal A y la creación del Regional en reemplazo de los federales en este tiempo.
En el último tiempo, el fútbol del Interior fue reformado. ¿El objetivo? Normalizar una estructura en jaque, que provocaba perjuicios económicos, deudas y desinterés.
Federal A
En 2014, el Federal A, que tenía en ese momento 24 equipos, se expandió por decreto. De forma discrecional, el certamen se amplió a 40 clubes. Las invitaciones sin mérito deportivo estuvieron a la orden del día.
El nivel de juego se empobreció, por el flojo nivel de los invitados, que en su enorme mayoría no tenían estructura. Esto ayudó a distanciar aún más a las emisoras de TV privadas de la categoría estrella del CF.
Además, en el mediano plazo, disminuyó la cuota por TV de AFA para cada club. Al haber más equipos para repartir el dinero, las porciones de la torta se achicaron.
En el 2016, con la asunción de Pablo Toviggino como titular del Consejo Federal, empezaron a esbozarse cambios. El proceso se aceleró con la asunción de Claudio Tapia como presidente de AFA al año siguiente.
Fruto de esos cambios, la cantidad de equipos del próximo TFA será 31. No está lejos de la cifra que pretende Toviggino, indicada en público, que se sitúa entre 28 y 30 clubes.
La normalización trajo una consecuencia lógica. De aquel pelotón de 17 invitados del 2014, descendieron 14. Es el 82%. Solo Mitre de Santiago del Estero (ascendido a la B Nacional), Sarmiento de Resistencia y Ferro de Pico no bajaron un escalón.
El Regional
En este marco de reformas, los Federales B y C fueron derogados. El Argentino B, antecesor del TFB, se expandió durante la bonanza económica del kirchnerismo. A pura invitación, el lote original de 48 equipos pasó a 60 en la campaña 11/12, a 100 en la 12/13 y a 136 en la 13/14.
Pero la situación financiera de la Argentina se modificó. Los clubes empezaron a acumular deudas siderales. Los traslados y otras erogaciones se convirtieron en un lastre considerable. A eso se suma que los torneos de ligas quedaban relegados. La estructura agonizaba.
En 2016, se apeló a la regionalización, como modo de reducir los costos de los equipos participantes. Sin embargo, no fue suficiente. Por lo bajo, los clubes participantes, sofocados, pedían una solución.
Con la recesión económica del país como panorama, el Regional reemplazó a los Federales.
A modo de transición, se habilitó la participación en el presente Regional a los clubes participantes del Federal B 2017 que no hubiesen descendido de categoría.
Los clubes aplaudieron la medida. Menos del 10% asistió a una reunión convocada al Consejo Federal para rechazar las reformas.
Se recuerda que a partir del año próximo, ser campeón de liga, federación o de unión de ligas, descender del Federal A o tener una licencia deportiva (si es que se aprueba el esquema), serán los únicos caminos para jugar el Regional, cuya primera edición, lejos está de decepcionar a al CF.
En el último tiempo, el fútbol del Interior fue reformado. ¿El objetivo? Normalizar una estructura en jaque, que provocaba perjuicios económicos, deudas y desinterés.
Federal A
En 2014, el Federal A, que tenía en ese momento 24 equipos, se expandió por decreto. De forma discrecional, el certamen se amplió a 40 clubes. Las invitaciones sin mérito deportivo estuvieron a la orden del día.
El nivel de juego se empobreció, por el flojo nivel de los invitados, que en su enorme mayoría no tenían estructura. Esto ayudó a distanciar aún más a las emisoras de TV privadas de la categoría estrella del CF.
Además, en el mediano plazo, disminuyó la cuota por TV de AFA para cada club. Al haber más equipos para repartir el dinero, las porciones de la torta se achicaron.
En el 2016, con la asunción de Pablo Toviggino como titular del Consejo Federal, empezaron a esbozarse cambios. El proceso se aceleró con la asunción de Claudio Tapia como presidente de AFA al año siguiente.
Fruto de esos cambios, la cantidad de equipos del próximo TFA será 31. No está lejos de la cifra que pretende Toviggino, indicada en público, que se sitúa entre 28 y 30 clubes.
La normalización trajo una consecuencia lógica. De aquel pelotón de 17 invitados del 2014, descendieron 14. Es el 82%. Solo Mitre de Santiago del Estero (ascendido a la B Nacional), Sarmiento de Resistencia y Ferro de Pico no bajaron un escalón.
El Regional
En este marco de reformas, los Federales B y C fueron derogados. El Argentino B, antecesor del TFB, se expandió durante la bonanza económica del kirchnerismo. A pura invitación, el lote original de 48 equipos pasó a 60 en la campaña 11/12, a 100 en la 12/13 y a 136 en la 13/14.
Pero la situación financiera de la Argentina se modificó. Los clubes empezaron a acumular deudas siderales. Los traslados y otras erogaciones se convirtieron en un lastre considerable. A eso se suma que los torneos de ligas quedaban relegados. La estructura agonizaba.
En 2016, se apeló a la regionalización, como modo de reducir los costos de los equipos participantes. Sin embargo, no fue suficiente. Por lo bajo, los clubes participantes, sofocados, pedían una solución.
Con la recesión económica del país como panorama, el Regional reemplazó a los Federales.
A modo de transición, se habilitó la participación en el presente Regional a los clubes participantes del Federal B 2017 que no hubiesen descendido de categoría.
Los clubes aplaudieron la medida. Menos del 10% asistió a una reunión convocada al Consejo Federal para rechazar las reformas.
Se recuerda que a partir del año próximo, ser campeón de liga, federación o de unión de ligas, descender del Federal A o tener una licencia deportiva (si es que se aprueba el esquema), serán los únicos caminos para jugar el Regional, cuya primera edición, lejos está de decepcionar a al CF.