Editorial / Para el aplauso y para imitar
Las buenas se cuentan poco pero, cuando las hay, merecen el reconocimiento. En la sede Trelew de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco los estudiantes pueden alimentarse por 1,50 pesos, un menú de características únicas que no tiene par en el país.
El detalle se encuentra en estas páginas a partir de un informe elaborado por #JornadaPlay para el sitio web de este diario.
Puede ser almuerzo, cena o ambas. Y cada uno tiene ese valor, que es más simbólico que verdadero. El menú se compone de entrada, plato principal y postre, además de agua para acompañarlo. No es universal porque, de hecho, sólo en Trelew tiene ese valor: muy cerca está la sede Comodoro Rivadavia, con 2 pesos, y en otras universidades el costo es superior, como en Córdoba, en donde sale más del doble (4 pesos). No hay milagros. Se trata de una lucha constante que acumula más de 32 años, cuando el Comedor Luis Yllana era apenas un sueño. Se logró su construcción, su puesta en funcionamiento y también estos valores, que tienen implícita la conquista de “educación gratuita” que persigue el sistema.
Hay, debe señalarse también, una decisión política que parte desde la casa de estudios para que esto se sostenga: el comedor está subsidiado internamente con el propio presupuesto de la universidad.
Trabajan tres personas por turnos, además del sostén administrativo, y cubren una franja horaria que va desde las 8 de la mañana hasta las 22:30, más allá de un lapso de media hora después de las 15. Y todos los días, un promedio de 150 estudiantes, muchos de ellos del interior de la provincia, concurren a partir de las 12:15 para almorzar o desde las 20:30 para cenar.
Hay, además, precios similares para estudiantes terciarios, primarios y secundarios y también para docentes. Incluso aquellos que no forman parte de ningún colectivo educativo pueden concurrir, a razón de 50 pesos el menú.
Es formidable y bien vale destacarlo.
El detalle se encuentra en estas páginas a partir de un informe elaborado por #JornadaPlay para el sitio web de este diario.
Puede ser almuerzo, cena o ambas. Y cada uno tiene ese valor, que es más simbólico que verdadero. El menú se compone de entrada, plato principal y postre, además de agua para acompañarlo. No es universal porque, de hecho, sólo en Trelew tiene ese valor: muy cerca está la sede Comodoro Rivadavia, con 2 pesos, y en otras universidades el costo es superior, como en Córdoba, en donde sale más del doble (4 pesos). No hay milagros. Se trata de una lucha constante que acumula más de 32 años, cuando el Comedor Luis Yllana era apenas un sueño. Se logró su construcción, su puesta en funcionamiento y también estos valores, que tienen implícita la conquista de “educación gratuita” que persigue el sistema.
Hay, debe señalarse también, una decisión política que parte desde la casa de estudios para que esto se sostenga: el comedor está subsidiado internamente con el propio presupuesto de la universidad.
Trabajan tres personas por turnos, además del sostén administrativo, y cubren una franja horaria que va desde las 8 de la mañana hasta las 22:30, más allá de un lapso de media hora después de las 15. Y todos los días, un promedio de 150 estudiantes, muchos de ellos del interior de la provincia, concurren a partir de las 12:15 para almorzar o desde las 20:30 para cenar.
Hay, además, precios similares para estudiantes terciarios, primarios y secundarios y también para docentes. Incluso aquellos que no forman parte de ningún colectivo educativo pueden concurrir, a razón de 50 pesos el menú.
Es formidable y bien vale destacarlo.