Azul entrena en el Cenard: “Es un sueño cumplido”

Azul Caucigh, jugadora de Hockey de Trelew que hace un año se radicó en Buenos Aires con tan sólo 16, hoy cumple el sueño de ser citada para entrenar en el CENARD (Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) con la Pre-Selección Sub-21, con miras a los Juegos Panamericanos 2020 y Mundial Junior 2021.

03 JUN 2019 - 20:39 | Actualizado

La deportista, surgida en el Club Patoruzú y que tuvo su paso por el Trelew RC, hizo un gran sacrificio al decidir irse tan joven a Buenos Aires a perseguir un sueño, que hoy comienza a tomar color. Con el vital respaldo de Chubut Deportes, que hizo la gestión para que Azul reciba el aval por parte del Ministerio de Educación para poder terminar sus estudios a distancia y poder continuar con su carrera deportiva, hoy vive un gran presente y sueña en grande.

Azul, que ya en 2017 había participado de una primera concentración en el CENARD, contó que esta oportunidad le llega “en un muy buen momento, ya que estoy un poco más afianzada a la vida en Buenos Aires y en mi club” (Ciudad de Buenos Aires).

Contó que “las concentraciones se están haciendo con vistas a los Panamericanos 2020 y el Mundial Junior 2021. Hubo dos concentraciones: una con 34 jugadoras y la segunda con 36, de la cual tuve la posibilidad de participar”.

Calificó como “muy bueno” el balance de la primera semana de prácticas y reconoció estar “muy feliz de ser parte del proceso, es un sueño cumplido para mí, después obviamente estará en los gustos del técnico, pero voy por buen camino y ampliamente superé mis expectativas, teniendo en cuenta que sólo hace un año que estoy acá. Esta semana la arrancamos con un partido ante el Sub-21 en el CENARD, y será otra muy buena oportunidad para mostrarme”.

Sin dudas no resulta fácil para una joven de 16 años dejar a su familia e irse a vivir sola a la gran ciudad, pero el perseguir un sueño muchas veces requiere de estos sacrificios: “la verdad que fue un cambio muy grande para mí. Irme sola con 16 años y no tener a nadie, fue complicado. Mamá y papá siempre me apoyaron, la verdad que siempre me acompañaron a cada partido, o viaje que hice en mi carrera deportiva, ellos son mi equipo y el motor que me empujó y me empuja a seguir siempre. Sin ellos no podría ser posible estar viviendo el sueño para el que me prepare toda mi vida. Tanto ellos como mis dos hermanas son lo más importante que tengo y sin ellos nada de esto hubiese sido posible”.

Como cada joven deportista, Azul debe preocuparse no sólo por su futuro deportivo, sino también por los estudios. “Como dije, mi familia me apoyó en todo, pero si no hubiera conseguido el aval de deportista destacada para poder finalizar mis estudios a distancia, hoy no estaría acá. Por ello quiero agradecer especialmente a Chubut Deportes que me ayudó en esta gestión y poder permitirme seguir soñado. Y por supuesto también a la gente del colegio Padre Juan Muzio, que también me dieron el apoyo y me ayudan para que yo pueda continuar con mis estudios a distancia”.

Como objetivos a corto plazo, Azul se plantea “hacer un muy buen último campeonato en la Quinta división de mi club, y luego sí poder seguir afianzándome en Primera, para poder llegar a obtener la titularidad. Y en cuanto a la Selección, en cada entrenamiento que me toque estar, dejar la mejor versión de mí, para poder seguir siendo tenida en cuenta y llegar a donde quiero”.

Por último, la deportista quiso dejar un mensaje a las jugadoras del orden local, que quizás tienen los mismos anhelos pero los ven lejanos o imposibles: “Con perseverancia, sacrificio y muchísimo entrenamiento, se puede soñar. En esto no hay magia, los deseos siempre se pueden hacer realidad, pero para eso hay que tener mucha determinación”, concluyó.

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03 JUN 2019 - 20:39

La deportista, surgida en el Club Patoruzú y que tuvo su paso por el Trelew RC, hizo un gran sacrificio al decidir irse tan joven a Buenos Aires a perseguir un sueño, que hoy comienza a tomar color. Con el vital respaldo de Chubut Deportes, que hizo la gestión para que Azul reciba el aval por parte del Ministerio de Educación para poder terminar sus estudios a distancia y poder continuar con su carrera deportiva, hoy vive un gran presente y sueña en grande.

Azul, que ya en 2017 había participado de una primera concentración en el CENARD, contó que esta oportunidad le llega “en un muy buen momento, ya que estoy un poco más afianzada a la vida en Buenos Aires y en mi club” (Ciudad de Buenos Aires).

Contó que “las concentraciones se están haciendo con vistas a los Panamericanos 2020 y el Mundial Junior 2021. Hubo dos concentraciones: una con 34 jugadoras y la segunda con 36, de la cual tuve la posibilidad de participar”.

Calificó como “muy bueno” el balance de la primera semana de prácticas y reconoció estar “muy feliz de ser parte del proceso, es un sueño cumplido para mí, después obviamente estará en los gustos del técnico, pero voy por buen camino y ampliamente superé mis expectativas, teniendo en cuenta que sólo hace un año que estoy acá. Esta semana la arrancamos con un partido ante el Sub-21 en el CENARD, y será otra muy buena oportunidad para mostrarme”.

Sin dudas no resulta fácil para una joven de 16 años dejar a su familia e irse a vivir sola a la gran ciudad, pero el perseguir un sueño muchas veces requiere de estos sacrificios: “la verdad que fue un cambio muy grande para mí. Irme sola con 16 años y no tener a nadie, fue complicado. Mamá y papá siempre me apoyaron, la verdad que siempre me acompañaron a cada partido, o viaje que hice en mi carrera deportiva, ellos son mi equipo y el motor que me empujó y me empuja a seguir siempre. Sin ellos no podría ser posible estar viviendo el sueño para el que me prepare toda mi vida. Tanto ellos como mis dos hermanas son lo más importante que tengo y sin ellos nada de esto hubiese sido posible”.

Como cada joven deportista, Azul debe preocuparse no sólo por su futuro deportivo, sino también por los estudios. “Como dije, mi familia me apoyó en todo, pero si no hubiera conseguido el aval de deportista destacada para poder finalizar mis estudios a distancia, hoy no estaría acá. Por ello quiero agradecer especialmente a Chubut Deportes que me ayudó en esta gestión y poder permitirme seguir soñado. Y por supuesto también a la gente del colegio Padre Juan Muzio, que también me dieron el apoyo y me ayudan para que yo pueda continuar con mis estudios a distancia”.

Como objetivos a corto plazo, Azul se plantea “hacer un muy buen último campeonato en la Quinta división de mi club, y luego sí poder seguir afianzándome en Primera, para poder llegar a obtener la titularidad. Y en cuanto a la Selección, en cada entrenamiento que me toque estar, dejar la mejor versión de mí, para poder seguir siendo tenida en cuenta y llegar a donde quiero”.

Por último, la deportista quiso dejar un mensaje a las jugadoras del orden local, que quizás tienen los mismos anhelos pero los ven lejanos o imposibles: “Con perseverancia, sacrificio y muchísimo entrenamiento, se puede soñar. En esto no hay magia, los deseos siempre se pueden hacer realidad, pero para eso hay que tener mucha determinación”, concluyó.


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