Faena: de nuevo incertidumbre
La actividad en el frigorífico de Esquel no pasa un buen momento hace tiempo. En febrero se dejó de hacer la faena de bovinos para el mercado loca, y ahora hay que esperar el fin de la zafra de la liebre para que el dueño de la empresa tome una decisión acerca de retomar el abastecimiento a las carnicerías de la ciudad.
Tomás Ríos es uno de los 3 operarios de planta que quedan. Es delegado del gremio de la Carne. “Lamentablemente estamos acostumbrados a esta situación. Pero este año se ve muy difícil la continuidad del frigorífico”.
El gremialista señaló que tienen algunas versiones de que la Municipalidad se haría cargo de la faena de vacunos, para abastecer la demanda de carne en la ciudad. Remarcó que no hay nada concreto más allá de comentarios informales escuchados.
De todas maneras Tomás Ríos advirtió que cualquiera sea la modalidad de explotación de la planta, los trabajadores tendrán que percibir el salario de convenio, y contar con los aportes de ley.
No hubo acompañamiento del municipio con su área de Bromatología para realizar los controles y sostener la actividad de faena bovina. Denunció que “un alto porcentaje de la carne proviene de chacras aledañas a Esquel, donde se hace faena clandestina, cuando al frigorífico se le hacen todos los controles pertinentes. Impacta en el consumidor, que paga el producto como si hubiera pasado por todos los controles”.
Insistió el delegado del gremio de la Carne en que por ahora sólo son rumores de que la Municipalidad vaya a incursionar en la planta, que se confirmarán o descartarán tras la zafra de la liebre, que finalizará a mitad de agosto. Ríos dijo que la temporada no está siendo como se pretendía porque hay escasez de liebres, y por ende se nota en demasía la disminución de ingreso de la especie a la planta del frigorífico.
El panorama se complica más con la falta de mercado internacional para la colocación de la carne de liebre, a punto tal que una parte de la producción quedaría en cámara, a la espera de compradores.
La actividad en el frigorífico de Esquel no pasa un buen momento hace tiempo. En febrero se dejó de hacer la faena de bovinos para el mercado loca, y ahora hay que esperar el fin de la zafra de la liebre para que el dueño de la empresa tome una decisión acerca de retomar el abastecimiento a las carnicerías de la ciudad.
Tomás Ríos es uno de los 3 operarios de planta que quedan. Es delegado del gremio de la Carne. “Lamentablemente estamos acostumbrados a esta situación. Pero este año se ve muy difícil la continuidad del frigorífico”.
El gremialista señaló que tienen algunas versiones de que la Municipalidad se haría cargo de la faena de vacunos, para abastecer la demanda de carne en la ciudad. Remarcó que no hay nada concreto más allá de comentarios informales escuchados.
De todas maneras Tomás Ríos advirtió que cualquiera sea la modalidad de explotación de la planta, los trabajadores tendrán que percibir el salario de convenio, y contar con los aportes de ley.
No hubo acompañamiento del municipio con su área de Bromatología para realizar los controles y sostener la actividad de faena bovina. Denunció que “un alto porcentaje de la carne proviene de chacras aledañas a Esquel, donde se hace faena clandestina, cuando al frigorífico se le hacen todos los controles pertinentes. Impacta en el consumidor, que paga el producto como si hubiera pasado por todos los controles”.
Insistió el delegado del gremio de la Carne en que por ahora sólo son rumores de que la Municipalidad vaya a incursionar en la planta, que se confirmarán o descartarán tras la zafra de la liebre, que finalizará a mitad de agosto. Ríos dijo que la temporada no está siendo como se pretendía porque hay escasez de liebres, y por ende se nota en demasía la disminución de ingreso de la especie a la planta del frigorífico.
El panorama se complica más con la falta de mercado internacional para la colocación de la carne de liebre, a punto tal que una parte de la producción quedaría en cámara, a la espera de compradores.