Después de un mes de protestas contra el Gobierno de Vladimir Putin en las calles, y de varias detenciones de sus principales dirigentes, la oposición llevó al Kremlin sus reclamos.
"Exigimos la anulación de los resultados de las elecciones. Ha habido masivas violaciones de la legislación electoral, ya que los candidatos opositores no pueden participar en los comicios municipales", explicó a la agencia EFE Yelena Rusakova, miembro del partido liberal Yábloko.
Rusakova, una de las candidatas cuya inscripción fue rechazado por la comisión electoral de Moscú, presentó esas demandas ante la Administración presidencial acompañada de un grupo de opositores.
Las demandas también serán entregadas al Servicio Federal de Seguridad (FSB, la ex KGB), la Fiscalía, el Comité de Instrucción, la Guardia Nacional, el Ayuntamiento y la Comisión Electoral Central.
Aunque escéptica, la oposición insiste en que se permita la inscripción de sus candidatos, un paso para lo cual, según Rusakova, la comisión electoral tiene tiempo, recursos y opciones.
"Formalmente pueden hacerlo, al menos en agosto. Pero parece que no van a registrar a nadie, ya que esto es un caso político", explicó Rusakova, quien juzgó "extraño" que su compañero de partido, Serguéi Mitrojin, sea el único opositor registrado vía decisión judicial.
Aunque algunos opositores exigen la anulación de las elecciones o su aplazamiento, la política liberal admitió que la mayoría de los moscovitas que participan en las protestas "quieren votar". "Votaremos al candidato que sea más incómodo para las autoridades de Moscú", adelantó.
En el pliego de demandas, la oposición incluyó el "cese de la represión política", que se traduciría en la anulación de los casos penales abiertos contra manifestantes por "disturbios masivos", que grupos defensores de DDHH consideran fabricados.
La oposición exige también la inmediata liberación de la docena de manifestantes en prisión preventiva en virtud del caso penal y los que cumplen varias semanas de arresto administrativo, en su mayoría detenidos en las protestas ilegales del 27 de julio y 3 de agosto.
Además, pide que se investigue a los funcionarios que violaron la legislación electoral y a los miembros de la policía, a los efectivos antidisturbios y la guardia nacional que llevaron a cabo arrestos ilegales o se excedieron en el uso de la fuerza contra los manifestantes.
La oposición también quiere prohibir por ley el despliegue en Moscú de unidades procedentes de otras regiones del país, porque esos efectivos policiales tienen una actitud mucho más agresiva hacia los manifestantes.
"También exigimos la dimisión del alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, ya que hemos perdido la confianza en su gestión", subrayó.
Finalmente, demandan la destitución del presidente de la comisión electoral de la capital, Valentín Gorbunov, y la reforma de la legislación electoral, en especial de las barreras impuestas a los candidatos en materia de recogida de firmas, "causantes de la actual maquinación" en contra de los opositores.
El último sábado, 50.000 personas protestaron bajo la lluvia, en la que se consideró la manifestación más numerosa desde 2012. Se prevén otra vez para este fin de semana piquetes opositores y otras acciones de protesta no autorizadas por el Ayuntamiento.
Después de un mes de protestas contra el Gobierno de Vladimir Putin en las calles, y de varias detenciones de sus principales dirigentes, la oposición llevó al Kremlin sus reclamos.
"Exigimos la anulación de los resultados de las elecciones. Ha habido masivas violaciones de la legislación electoral, ya que los candidatos opositores no pueden participar en los comicios municipales", explicó a la agencia EFE Yelena Rusakova, miembro del partido liberal Yábloko.
Rusakova, una de las candidatas cuya inscripción fue rechazado por la comisión electoral de Moscú, presentó esas demandas ante la Administración presidencial acompañada de un grupo de opositores.
Las demandas también serán entregadas al Servicio Federal de Seguridad (FSB, la ex KGB), la Fiscalía, el Comité de Instrucción, la Guardia Nacional, el Ayuntamiento y la Comisión Electoral Central.
Aunque escéptica, la oposición insiste en que se permita la inscripción de sus candidatos, un paso para lo cual, según Rusakova, la comisión electoral tiene tiempo, recursos y opciones.
"Formalmente pueden hacerlo, al menos en agosto. Pero parece que no van a registrar a nadie, ya que esto es un caso político", explicó Rusakova, quien juzgó "extraño" que su compañero de partido, Serguéi Mitrojin, sea el único opositor registrado vía decisión judicial.
Aunque algunos opositores exigen la anulación de las elecciones o su aplazamiento, la política liberal admitió que la mayoría de los moscovitas que participan en las protestas "quieren votar". "Votaremos al candidato que sea más incómodo para las autoridades de Moscú", adelantó.
En el pliego de demandas, la oposición incluyó el "cese de la represión política", que se traduciría en la anulación de los casos penales abiertos contra manifestantes por "disturbios masivos", que grupos defensores de DDHH consideran fabricados.
La oposición exige también la inmediata liberación de la docena de manifestantes en prisión preventiva en virtud del caso penal y los que cumplen varias semanas de arresto administrativo, en su mayoría detenidos en las protestas ilegales del 27 de julio y 3 de agosto.
Además, pide que se investigue a los funcionarios que violaron la legislación electoral y a los miembros de la policía, a los efectivos antidisturbios y la guardia nacional que llevaron a cabo arrestos ilegales o se excedieron en el uso de la fuerza contra los manifestantes.
La oposición también quiere prohibir por ley el despliegue en Moscú de unidades procedentes de otras regiones del país, porque esos efectivos policiales tienen una actitud mucho más agresiva hacia los manifestantes.
"También exigimos la dimisión del alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, ya que hemos perdido la confianza en su gestión", subrayó.
Finalmente, demandan la destitución del presidente de la comisión electoral de la capital, Valentín Gorbunov, y la reforma de la legislación electoral, en especial de las barreras impuestas a los candidatos en materia de recogida de firmas, "causantes de la actual maquinación" en contra de los opositores.
El último sábado, 50.000 personas protestaron bajo la lluvia, en la que se consideró la manifestación más numerosa desde 2012. Se prevén otra vez para este fin de semana piquetes opositores y otras acciones de protesta no autorizadas por el Ayuntamiento.