Martínez, frente al desafío de retener el poder en Uruguay

Daniel Martínez Villamil tiene a sus 62 años el doble desafío de conquistar un cuarto período presidencial para el Frente Amplio (FA) de Uruguay y de consolidarse como el recambio generacional de la coalición izquierdista.

25 OCT 2019 - 15:18 | Actualizado

Nació en Montevideo el 23 de febrero de 1957 en una familia de clase media que residía en el barrio de Pocitos, desde donde de niño viajaba hasta Punta Carretas para vivar el club de sus amores, el Club Atlético Defensor, hoy Defensor Sporting Club, a partir de una fusión en 1989 con el Sporting Club Uruguay.

La historia de ese club, el tercer equipo de la ciudad, empalma bastante bien con la militancia en el Partido Socialista que inició en su juventud. Defensor se formó en 1913 y tomó el nombre de un equipo de 1906 formado por trabajadores de una fábrica de vidrio de Punta Carretas denominado como "Defensores de la huelga".

Con su título de Ingeniero Industrial Mecánico su acceso a la primera línea de la actividad política fue por el lado técnico. Cuando Tabaré Vázquez llegó por primera vez a la presidencia, en 2005, designó a Martínez como presidente de la la petrolera estatal ANCAP, hasta que en 2008 fue designado ministro de Industria, Energía y Minería.

En 2010 pasó a la actividad legislativa al ser electo como senador nacional, cargo que ejerció hasta 2015, cuando se postuló y ganó la intendencia de Montevideo, a la que renunció hace pocos meses, cuando definió que competiría en la interna del FA por la candidatura presidencial.

La intendencia de Montevideo suele ser un paso estratégico para los dirigentes que aspiran a gobernar Uruguay, pero a pesar de este trampolín este uruguayo clásico, futbolero y de mate en mano, no tiene ante sí una victoria segura.

El candidato del FA, que está casado con Laura Motta y tiene tres hijos, lidera con comodidad todas las encuestas de intención de voto, pero ninguna le augura una victoria en primera vuelta. El escenario de balotaje, convocado para el 24 de noviembre, es la apuesta de los partidos tradicionales, el Nacional (Blanco) y el Colorado, para retornar al poder luego de casi tres lustros de gobiernos del FA.

El caso es que más allá del desgaste y la tardanza del FA en llevar a los primeros planos a dirigentes que reemplacen a la vieja guardia -Tabaré Vázquez, José "Pepe" Mujica, Danilo Astori y Lucia Topolansky, entre otros-, los casi 15 años de gestión frentamplista tienen números positivos para mostrar.

Por eso, el candidato oficialista basó su campaña en la necesidad de un cuarto gobierno de izquierda consecutivo para "no perder lo bueno" e incluso "hacerlo mejor".

Entre lo que hay que hacer mejor aparece avanzar en la disminución de la pobreza y mejorar la seguridad, que es uno de los argumentos de campaña de la oposición.

"Hay que tratar de sacar todo ese ruido de que el país es un desastre, tenemos una gestión para mostrar", afirmó Martínez en septiembre último, en un encuentro en Buenos Aires con empresarios.

Pero también es cierto que, a pesar de su paso por la intendencia de Montevideo y de haberse impuesto con cierta comodidad en las internas del FA, no es un líder indiscutido en la coalición que gobierna Uruguay, como lo son Tabaré y el carismático Pepe Mujica, que no se ha privado de algún comentario de esos que encierran críticas y elogios en la misma oración.

"No puede dejar de ser un ingeniero", dijo Mujica semanas atrás a BBC Mundo. "Su especialidad no es la dialéctica (sino) la gestión y el compromiso concreto frente a los problemas: en eso es muy valioso", agregó el ex presidente, que se postura a senador en los comicios de este domingo.

Para Mujica, el tema del liderazgo, en este caso el de Martínez, es algo que "se resuelve de abajo para arriba, nunca de arriba para abajo".

Pero lo cierto es que si lo que se necesita es personalidad, el candidato del FA dio muestras de que se dispone a tomar el timón de mando.

Tras ganar las PASO del 30 de mayo con casi el 42%, tanto Vázquez como Mujica le recomendaron a Martínez que designara como candidata a vice a Carolina Cosse, que salió segunda en esa interna, con el 25%, pero eligió a Graciela Villar, ex edila por Asamblea Uruguay, que presidió la Junta Departamental de Montevideo entre 2017 y 2018.

La elección de Villar se interpretó dentro del FA como un quiebre con los líderes de coalición y una "fuerte señal" política hacia la interna.

25 OCT 2019 - 15:18

Nació en Montevideo el 23 de febrero de 1957 en una familia de clase media que residía en el barrio de Pocitos, desde donde de niño viajaba hasta Punta Carretas para vivar el club de sus amores, el Club Atlético Defensor, hoy Defensor Sporting Club, a partir de una fusión en 1989 con el Sporting Club Uruguay.

La historia de ese club, el tercer equipo de la ciudad, empalma bastante bien con la militancia en el Partido Socialista que inició en su juventud. Defensor se formó en 1913 y tomó el nombre de un equipo de 1906 formado por trabajadores de una fábrica de vidrio de Punta Carretas denominado como "Defensores de la huelga".

Con su título de Ingeniero Industrial Mecánico su acceso a la primera línea de la actividad política fue por el lado técnico. Cuando Tabaré Vázquez llegó por primera vez a la presidencia, en 2005, designó a Martínez como presidente de la la petrolera estatal ANCAP, hasta que en 2008 fue designado ministro de Industria, Energía y Minería.

En 2010 pasó a la actividad legislativa al ser electo como senador nacional, cargo que ejerció hasta 2015, cuando se postuló y ganó la intendencia de Montevideo, a la que renunció hace pocos meses, cuando definió que competiría en la interna del FA por la candidatura presidencial.

La intendencia de Montevideo suele ser un paso estratégico para los dirigentes que aspiran a gobernar Uruguay, pero a pesar de este trampolín este uruguayo clásico, futbolero y de mate en mano, no tiene ante sí una victoria segura.

El candidato del FA, que está casado con Laura Motta y tiene tres hijos, lidera con comodidad todas las encuestas de intención de voto, pero ninguna le augura una victoria en primera vuelta. El escenario de balotaje, convocado para el 24 de noviembre, es la apuesta de los partidos tradicionales, el Nacional (Blanco) y el Colorado, para retornar al poder luego de casi tres lustros de gobiernos del FA.

El caso es que más allá del desgaste y la tardanza del FA en llevar a los primeros planos a dirigentes que reemplacen a la vieja guardia -Tabaré Vázquez, José "Pepe" Mujica, Danilo Astori y Lucia Topolansky, entre otros-, los casi 15 años de gestión frentamplista tienen números positivos para mostrar.

Por eso, el candidato oficialista basó su campaña en la necesidad de un cuarto gobierno de izquierda consecutivo para "no perder lo bueno" e incluso "hacerlo mejor".

Entre lo que hay que hacer mejor aparece avanzar en la disminución de la pobreza y mejorar la seguridad, que es uno de los argumentos de campaña de la oposición.

"Hay que tratar de sacar todo ese ruido de que el país es un desastre, tenemos una gestión para mostrar", afirmó Martínez en septiembre último, en un encuentro en Buenos Aires con empresarios.

Pero también es cierto que, a pesar de su paso por la intendencia de Montevideo y de haberse impuesto con cierta comodidad en las internas del FA, no es un líder indiscutido en la coalición que gobierna Uruguay, como lo son Tabaré y el carismático Pepe Mujica, que no se ha privado de algún comentario de esos que encierran críticas y elogios en la misma oración.

"No puede dejar de ser un ingeniero", dijo Mujica semanas atrás a BBC Mundo. "Su especialidad no es la dialéctica (sino) la gestión y el compromiso concreto frente a los problemas: en eso es muy valioso", agregó el ex presidente, que se postura a senador en los comicios de este domingo.

Para Mujica, el tema del liderazgo, en este caso el de Martínez, es algo que "se resuelve de abajo para arriba, nunca de arriba para abajo".

Pero lo cierto es que si lo que se necesita es personalidad, el candidato del FA dio muestras de que se dispone a tomar el timón de mando.

Tras ganar las PASO del 30 de mayo con casi el 42%, tanto Vázquez como Mujica le recomendaron a Martínez que designara como candidata a vice a Carolina Cosse, que salió segunda en esa interna, con el 25%, pero eligió a Graciela Villar, ex edila por Asamblea Uruguay, que presidió la Junta Departamental de Montevideo entre 2017 y 2018.

La elección de Villar se interpretó dentro del FA como un quiebre con los líderes de coalición y una "fuerte señal" política hacia la interna.


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