Inundación, calles anegadas y miedo de vecinos

54 milímetros en 30 horas. Nuevamente la lluvia ocasionó temor y dificultades en Comodoro Rivadavia.

La misma historia. Una de las tantas esquinas inundadas en la ciudad petrolera, donde no hubo mejoras.
03 DIC 2019 - 20:34 | Actualizado

Desde la noche del lunes el temporal superó la media y causó complicaciones en viviendas y vías de comunicación. Todavía con las escenas de lo sucedido hace dos años, de nuevo se vieron afectados sectores y barrios sensibles en los que no se avanzó con obras o paliativos. Rápidamente se anegaron, al límite de sus posibilidades.

En zona sur hubo un rápido impacto por el desborde del canal de la Avenida Roca, un sector que suele concentrar la mayoría de las fotos y testimonios que recogen los vecinos.

Aunque la limpieza del pluvial permitió captar el mayor caudal de agua, por momentos se superó en su capacidad de contención y en muchos casos, las viviendas cercanas sufrieron inundaciones y la avenida fue intransitable.

Algo similar pasó en avenida Chile que afectó los barrios 30 de Octubre y Abel Amaya. Debido a las reparaciones en esa zona, rápidamente se acumuló agua y lodo. Los barrios cercanos, sin pavimento, también se vieron impactados inclusive con vecinos que intentaban impedir la circulación de vehículos para que no se provoque un “oleaje” que ponga más en riesgo a sus viviendas. Un cuadro similar se vivió en el barrio Juan XXIII, epicentro repetido de las inundaciones. Hubo familias inundadas con muebles afectados en el barrio Stella Maris.

En la zona alta se requirió de ayuda con nylon y elementos que permitieran resguardar construcciones precarias; pese a la sensibilidad que las fuertes lluvias despiertan, en barrio Laprida la situación se sobrellevó.

Con zonas que debieron evacuarse en el último temporal y aún con familias albergadas de manera transitoria, el suelo arcilloso y resquebrajado no complicó las construcciones aunque sí alteró el sueño de los vecinos que durante la noche siguieron la evolución del clima y el aumento en la intensidad de la lluvia.

Una situación similar se observó en la avenida Fray Luis Beltrán que luego de romperse en 2017 fue reparada de manera parcial, siendo la comunicación entre los barrios Saavedra y Divina Providencia en cercanías del acceso al Camino “Roque González”. El agua acumulada en la calzada reflejó la falta de obras para recuperar esta vía.

En el centro se cerraron calles por la acumulación de agua: el acceso por Sarmiento, donde se “lava” el barro del cerro Chenque; la esquina de Avenida Roca y la Nación; el cruce de Portugal con Sargento Ramírez; Juana Azurduy y Kennedy y Lisandro de la Torre entre Kennedy y Marchetti. También se cerró Avenida Ducós debido a la marejada y se habilitó el ingreso al centro por Bartolomé Mitre.

Se pidió a la comunidad circular con extrema precaución y respetando las medidas de tránsito. En medio del temporal, el camino del Centenario fue escenario de un fuerte choque frontal que demandó la asistencia de personal de Tránsito y ambulancias del hospital Regional.

Se suspendieron las clases en todos los niveles e inclusive en la Universidad Nacional de la Patagonia “San Juan Bosco”. Y pidieron no sacar la basura para no tapar desagües ni canales evacuadores; tampoco desechar restos de poda y escombros y no dejar elementos reciclables en los “Puntos Verdes”.

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03 DIC 2019 - 20:34

Desde la noche del lunes el temporal superó la media y causó complicaciones en viviendas y vías de comunicación. Todavía con las escenas de lo sucedido hace dos años, de nuevo se vieron afectados sectores y barrios sensibles en los que no se avanzó con obras o paliativos. Rápidamente se anegaron, al límite de sus posibilidades.

En zona sur hubo un rápido impacto por el desborde del canal de la Avenida Roca, un sector que suele concentrar la mayoría de las fotos y testimonios que recogen los vecinos.

Aunque la limpieza del pluvial permitió captar el mayor caudal de agua, por momentos se superó en su capacidad de contención y en muchos casos, las viviendas cercanas sufrieron inundaciones y la avenida fue intransitable.

Algo similar pasó en avenida Chile que afectó los barrios 30 de Octubre y Abel Amaya. Debido a las reparaciones en esa zona, rápidamente se acumuló agua y lodo. Los barrios cercanos, sin pavimento, también se vieron impactados inclusive con vecinos que intentaban impedir la circulación de vehículos para que no se provoque un “oleaje” que ponga más en riesgo a sus viviendas. Un cuadro similar se vivió en el barrio Juan XXIII, epicentro repetido de las inundaciones. Hubo familias inundadas con muebles afectados en el barrio Stella Maris.

En la zona alta se requirió de ayuda con nylon y elementos que permitieran resguardar construcciones precarias; pese a la sensibilidad que las fuertes lluvias despiertan, en barrio Laprida la situación se sobrellevó.

Con zonas que debieron evacuarse en el último temporal y aún con familias albergadas de manera transitoria, el suelo arcilloso y resquebrajado no complicó las construcciones aunque sí alteró el sueño de los vecinos que durante la noche siguieron la evolución del clima y el aumento en la intensidad de la lluvia.

Una situación similar se observó en la avenida Fray Luis Beltrán que luego de romperse en 2017 fue reparada de manera parcial, siendo la comunicación entre los barrios Saavedra y Divina Providencia en cercanías del acceso al Camino “Roque González”. El agua acumulada en la calzada reflejó la falta de obras para recuperar esta vía.

En el centro se cerraron calles por la acumulación de agua: el acceso por Sarmiento, donde se “lava” el barro del cerro Chenque; la esquina de Avenida Roca y la Nación; el cruce de Portugal con Sargento Ramírez; Juana Azurduy y Kennedy y Lisandro de la Torre entre Kennedy y Marchetti. También se cerró Avenida Ducós debido a la marejada y se habilitó el ingreso al centro por Bartolomé Mitre.

Se pidió a la comunidad circular con extrema precaución y respetando las medidas de tránsito. En medio del temporal, el camino del Centenario fue escenario de un fuerte choque frontal que demandó la asistencia de personal de Tránsito y ambulancias del hospital Regional.

Se suspendieron las clases en todos los niveles e inclusive en la Universidad Nacional de la Patagonia “San Juan Bosco”. Y pidieron no sacar la basura para no tapar desagües ni canales evacuadores; tampoco desechar restos de poda y escombros y no dejar elementos reciclables en los “Puntos Verdes”.


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