Cholila de festejo por el 75° aniversario de su primera comisión de fomento

Tradición. Uno de los viejos almacenes de ramos generales que siguen en pie en la paradisíaca Cholila.
14 DIC 2019 - 21:07 | Actualizado

Cholila conmemora hoy los 75 años de la conformación de la primera comisión de fomento, creada el 15 de diciembre de 1944, e integrada por los pobladores Vicente Calderón (presidente); José de la Cruz Breide (vice); Ramón Acheritobehere (secretario); Domingo Basso (tesorero); Juan Bonansea y Héctor Basso (vocales).

Ya con rango de municipio, los intendentes fueron: Elías Nataine (1958/63); César Rodriguez y Juan Bonansea (1963/66); Lili Nataine (1966/71 y 76/83, de facto); Horacio Sánchez Cores (1971/73); Juan Avilés (1973/76); Hugo Alarcón (1983/91); Hector Boudargham (1991/99); Javier Giménez (1999/2003); Miguel Castro (2003/15 –interinos Gustavo Galindo y Valeria Campos); Silvio Boudargham (2015/23).

Será una semana de festejos con Fiesta del Deporte, cierre de talleres municipales, un festival de patín, un encuentro de turismo y pesca, el armado del pino navideño y juegos de destreza criolla, entre otras actividades.

Hoy el acto central será a las 11, en el predio “El Morro”, con el discurso del intendente Silvio Boudargham. Hhabrá un asado popular, de números artísticos, bingo y brindis con una gigantesca torta. Se suma la muestra de los artesanos, manualeros y pequeños productores locales.

La presencia humana aquí se remonta al menos 3.500 años, como lo reflejan las pinturas rupestres del cerro Pintado, paradero de la tribu de los chulilasken (del parentesco tehuelche “Chuwach A kuna”). Según los relatos orales de los abuelos, los primeros pobladores “blancos” (provenientes de Chile) se afincaron aquí en la última década del 1800.

Ya en 1895 el Gobierno ofrecía tierras en la Patagonia mediante publicaciones en los diarios de EE.UU., por recomendacion de los hermanos Ralph y George Newbery (tío del famoso aviador), quienes alentaban la creación de una colonia norteamericana sobre 730.000 hectáreas entre el lago Mascardi y Cholila. Hasta hace pocos años, en la cuenca superior del río Blanco, se conservaban los vestigios de bateas y zarandas rudimentarias usadas por los colonos norteamericanos para extraer pepitas de oro en forma artesanal, que luego cambiaban en los almacenes de ramos generales por los “vicios” (alimentos) que les permitían la subsistencia diaria.

Hacia el 1.900, eran apenas 14 familias llegadas con sus arreos de vacas a los valles que hoy conforman la geografía de Cholila. Por la Ley de Hogar, impulsada por Julio A. Roca para donar tierras conquistadas durante la Campaña del Desierto, a cada pionero se le asignaron 625 hectáreas para criar hacienda y desarrollar emprendimientos productivos limitados a una quinta, sembrar trigo y plantar frutales.

Desde entonces, la localidad hace gala de ofrecer “la mejor carne del mundo”, que se sustenta en la tradición ganadera de más de un siglo, en la calidad de sus animales, en el pasto de sus mallines y las mejoras genéticas bovinas introducidas en los últimos años, que potenciaron al sector productivo al punto de colocarlo como el principal proveedor de la región. En paralelo, por aquellos tiempos, también surgía en la zona la Compañía de Tierras del Sud Argentino, con estancias desde Bariloche hasta Esquel, y que en Leleque demandaba la mano de obra de expertos jinetes yanquis recién arribados y de los mapuches asentados en la Colonia Cushamen.

Por Cholila aparecieron Butch Cassidy y Sundance Kid, líderes de la temible banda de asaltantes de bancos y trenes “Wild Bunch” (banda salvaje), que por años asolaron el oeste norteamericano. Venían con Etta Place, mujer de fantástica puntería. Arribados en 1901, al ver el Valle que decidieron colonizar lo bautizaron con el romántico nombre de “Flores amarillas” y se abocaron a construir su cabaña de troncos, con la premisa de convertirse “en honrados ganaderos y buenos vecinos”. Pocos saben que la casa estaba preparada además para resistir un tiroteo contra fuerzas federales que llegasen a capturarlos y que tenía un túnel hasta el río, donde siempre había caballos ensillados y listos para huir.

Pronto arribó el resto de la gavilla, a la que se vincula con los asaltos al Banco Nación de Villa Mercedes, San Luis, y del Banco de Londres y Argentino Limitado, en Río Gallegos, entre otros hechos. “Siempre se mostraron correctos y afables con los pobladores. Los primeros medicamentos que se conocieron por estos pagos, los trajeron ellos”, evocó Raúl Cea, historiador local ya fallecido, cuyo padre compartió con la banda muchas jornadas de amansar caballos y rodear hacienda.

El visitante “más encumbrado de la cabaña fue el mismísimo gobernador del Chubut, Julio Lezana, quien durante la gira que realiza en los primeros meses de 1904 por la zona cordillerana, se aloja en la casa de Ryan y el matrimonio Place. Durante la recepción brindada en casa de Sixto Gerez, se produce una de las anécdotas más recordadas, cuando la bellísima Ethel baila una zamba con el mandatario”, relata la historia lugareña.

Mientras los forajidos se adaptaban a su nueva vida en Cholila, la agencia Pikerton les pisaba los talones. Los obligó a huir precipitadamente hacia Chile, dejando su hacienda y la cabaña que hoy es un sitio de interés turístico mundial.

Las más leídas

Tradición. Uno de los viejos almacenes de ramos generales que siguen en pie en la paradisíaca Cholila.
14 DIC 2019 - 21:07

Cholila conmemora hoy los 75 años de la conformación de la primera comisión de fomento, creada el 15 de diciembre de 1944, e integrada por los pobladores Vicente Calderón (presidente); José de la Cruz Breide (vice); Ramón Acheritobehere (secretario); Domingo Basso (tesorero); Juan Bonansea y Héctor Basso (vocales).

Ya con rango de municipio, los intendentes fueron: Elías Nataine (1958/63); César Rodriguez y Juan Bonansea (1963/66); Lili Nataine (1966/71 y 76/83, de facto); Horacio Sánchez Cores (1971/73); Juan Avilés (1973/76); Hugo Alarcón (1983/91); Hector Boudargham (1991/99); Javier Giménez (1999/2003); Miguel Castro (2003/15 –interinos Gustavo Galindo y Valeria Campos); Silvio Boudargham (2015/23).

Será una semana de festejos con Fiesta del Deporte, cierre de talleres municipales, un festival de patín, un encuentro de turismo y pesca, el armado del pino navideño y juegos de destreza criolla, entre otras actividades.

Hoy el acto central será a las 11, en el predio “El Morro”, con el discurso del intendente Silvio Boudargham. Hhabrá un asado popular, de números artísticos, bingo y brindis con una gigantesca torta. Se suma la muestra de los artesanos, manualeros y pequeños productores locales.

La presencia humana aquí se remonta al menos 3.500 años, como lo reflejan las pinturas rupestres del cerro Pintado, paradero de la tribu de los chulilasken (del parentesco tehuelche “Chuwach A kuna”). Según los relatos orales de los abuelos, los primeros pobladores “blancos” (provenientes de Chile) se afincaron aquí en la última década del 1800.

Ya en 1895 el Gobierno ofrecía tierras en la Patagonia mediante publicaciones en los diarios de EE.UU., por recomendacion de los hermanos Ralph y George Newbery (tío del famoso aviador), quienes alentaban la creación de una colonia norteamericana sobre 730.000 hectáreas entre el lago Mascardi y Cholila. Hasta hace pocos años, en la cuenca superior del río Blanco, se conservaban los vestigios de bateas y zarandas rudimentarias usadas por los colonos norteamericanos para extraer pepitas de oro en forma artesanal, que luego cambiaban en los almacenes de ramos generales por los “vicios” (alimentos) que les permitían la subsistencia diaria.

Hacia el 1.900, eran apenas 14 familias llegadas con sus arreos de vacas a los valles que hoy conforman la geografía de Cholila. Por la Ley de Hogar, impulsada por Julio A. Roca para donar tierras conquistadas durante la Campaña del Desierto, a cada pionero se le asignaron 625 hectáreas para criar hacienda y desarrollar emprendimientos productivos limitados a una quinta, sembrar trigo y plantar frutales.

Desde entonces, la localidad hace gala de ofrecer “la mejor carne del mundo”, que se sustenta en la tradición ganadera de más de un siglo, en la calidad de sus animales, en el pasto de sus mallines y las mejoras genéticas bovinas introducidas en los últimos años, que potenciaron al sector productivo al punto de colocarlo como el principal proveedor de la región. En paralelo, por aquellos tiempos, también surgía en la zona la Compañía de Tierras del Sud Argentino, con estancias desde Bariloche hasta Esquel, y que en Leleque demandaba la mano de obra de expertos jinetes yanquis recién arribados y de los mapuches asentados en la Colonia Cushamen.

Por Cholila aparecieron Butch Cassidy y Sundance Kid, líderes de la temible banda de asaltantes de bancos y trenes “Wild Bunch” (banda salvaje), que por años asolaron el oeste norteamericano. Venían con Etta Place, mujer de fantástica puntería. Arribados en 1901, al ver el Valle que decidieron colonizar lo bautizaron con el romántico nombre de “Flores amarillas” y se abocaron a construir su cabaña de troncos, con la premisa de convertirse “en honrados ganaderos y buenos vecinos”. Pocos saben que la casa estaba preparada además para resistir un tiroteo contra fuerzas federales que llegasen a capturarlos y que tenía un túnel hasta el río, donde siempre había caballos ensillados y listos para huir.

Pronto arribó el resto de la gavilla, a la que se vincula con los asaltos al Banco Nación de Villa Mercedes, San Luis, y del Banco de Londres y Argentino Limitado, en Río Gallegos, entre otros hechos. “Siempre se mostraron correctos y afables con los pobladores. Los primeros medicamentos que se conocieron por estos pagos, los trajeron ellos”, evocó Raúl Cea, historiador local ya fallecido, cuyo padre compartió con la banda muchas jornadas de amansar caballos y rodear hacienda.

El visitante “más encumbrado de la cabaña fue el mismísimo gobernador del Chubut, Julio Lezana, quien durante la gira que realiza en los primeros meses de 1904 por la zona cordillerana, se aloja en la casa de Ryan y el matrimonio Place. Durante la recepción brindada en casa de Sixto Gerez, se produce una de las anécdotas más recordadas, cuando la bellísima Ethel baila una zamba con el mandatario”, relata la historia lugareña.

Mientras los forajidos se adaptaban a su nueva vida en Cholila, la agencia Pikerton les pisaba los talones. Los obligó a huir precipitadamente hacia Chile, dejando su hacienda y la cabaña que hoy es un sitio de interés turístico mundial.


NOTICIAS RELACIONADAS