Reclaman por un transporte

Es la comunidad educativa de la escuelita de El Coihue, en la zona de Epuyén. Solicitan una unidad para trasladar a sus 41 estudiantes.

05 FEB 2020 - 21:15 | Actualizado

Sin embargo, “nos encontramos con que nuestros chicos no cuentan todavía con el transporte escolar. La mayoría vive a distancias superiores a 20 kilómetros, por cuanto es imposible que lleguen caminando. Ya desde el año pasado se notó el atraso en los pagos a los concesionarios, quienes hicieron el esfuerzo de poder cumplir hasta el cierre del ciclo lectivo. La semana pasada supimos que les están debiendo desde agosto y ahora ni siquiera les han firmado el nuevo contrato de servicios”, detalló ayer la docente Sandra Mardini, mientras la comunidad educativa hizo un abrazo simbólico al establecimiento para visibilizar las carencias y pedir soluciones.

“Nuestros chicos son los olvidados del interior chubutense, para el Ministerio de Educación son apenas un número. La matrícula es escasa y no están visibles como en una ciudad, parece que no existimos. La prioridad siempre es para los demás”, graficó.

Acerca de los salarios docentes, aclaró que “recién el sábado pasado nos terminaron de pagar el mes de diciembre. Estuvimos con retención y nos pusimos de acuerdo con todo el personal para poder comenzar el 3 de febrero, pero no tenemos a los estudiantes en las aulas porque no tienen cómo venir”, insistió.

Enseguida dio cuenta de una reunión celebrada el viernes pasado, con la presencia del intendente Antonio Reato y el delegado regional, Antonio Chacón, donde el jefe comunal “intentó un arreglo provisorio con el transportista, aunque finalmente no se llegó a nada”.

Por su parte, el funcionario provincial explicó que “el presupuesto se triplicó y este contrato ya tiene que pasar a otro ente para que lo autorice. Además mencionó que en Cholila, por ejemplo, las familias pagan el transporte en forma particular, pero sabemos que ello es imposible para las familias de esta zona, ya que no tienen los recursos suficientes. Aparte, no coinciden los horarios del transporte público con la entrada y salida de clases”.

“La realidad de esta escuela no permite hacer ajustes de esa naturaleza, donde también se complica la situación social de muchos chicos que dependen del comedor escolar para alimentarse. Para este año, la idea es hacer la jornada completa de forma corrida, quizás hasta 15 días, y luego cortar una semana, sabiendo lo importante que es ese plato de comida”, puntualizó.

La rutina del colegio marca que los 41 niños “desayunan, concurren a clases y almuerzan. Por la tarde tienen talleres de interculturalidad mapuche, donde la Secretaría de Cultura de Epuyén aporta el ‘quinché’ (hablante); huerta; cerámica (pagado por la cooperadora escolar); educación física, plástica y música”, entre otras actividades.

En cuanto a las necesidades de infraestructura, Mardini recordó que “desde hace años, constantemente se están enviando notas reclamando por un aula para el jardín de infantes, que ahora funciona en una vivienda asignada a los maestros. También seguimos esperando un SUM, pero el año anterior nos negaron esa obra a cambio de otras dos aulas, aunque hasta el momento no vemos ningún movimiento”, subrayó.

Compromiso pendiente

A su turno, el dirigente de Atech en el noroeste provincial, Leo Pi, dijo que “estamos en El Coihue simbolizando la realidad de todas las escuelas que vienen con los mismos problemas. En noviembre pasado hubo un fuerte compromiso del ministro de Educación para trabajar sobre el transporte escolar y la infraestructura faltante, pero al inicio de clases del periodo especial todo sigue como entonces”.

Entre las obligaciones asumidas, mencionó que “todavía no fueron inaugurados los jardines de Cerro Radal y El Hoyo; no tenemos la continuación de la obra de la escuela 717, que es el establecimiento secundario más grande de Lago Puelo; la reparación de las viviendas rurales en la zona de Cushamen, con infinitos problemas de mantenimiento que llevaron a la escuela 60 de Ranquilhuao a no poder iniciar el ciclo lectivo. El transporte escolar también es una carencia para las escuelas de Cholila”, recalcó.

“Evidentemente, no está la intención política de resolver estas cuestiones, así no puedo augurar un año normal de clases”, adelantó.

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05 FEB 2020 - 21:15

Sin embargo, “nos encontramos con que nuestros chicos no cuentan todavía con el transporte escolar. La mayoría vive a distancias superiores a 20 kilómetros, por cuanto es imposible que lleguen caminando. Ya desde el año pasado se notó el atraso en los pagos a los concesionarios, quienes hicieron el esfuerzo de poder cumplir hasta el cierre del ciclo lectivo. La semana pasada supimos que les están debiendo desde agosto y ahora ni siquiera les han firmado el nuevo contrato de servicios”, detalló ayer la docente Sandra Mardini, mientras la comunidad educativa hizo un abrazo simbólico al establecimiento para visibilizar las carencias y pedir soluciones.

“Nuestros chicos son los olvidados del interior chubutense, para el Ministerio de Educación son apenas un número. La matrícula es escasa y no están visibles como en una ciudad, parece que no existimos. La prioridad siempre es para los demás”, graficó.

Acerca de los salarios docentes, aclaró que “recién el sábado pasado nos terminaron de pagar el mes de diciembre. Estuvimos con retención y nos pusimos de acuerdo con todo el personal para poder comenzar el 3 de febrero, pero no tenemos a los estudiantes en las aulas porque no tienen cómo venir”, insistió.

Enseguida dio cuenta de una reunión celebrada el viernes pasado, con la presencia del intendente Antonio Reato y el delegado regional, Antonio Chacón, donde el jefe comunal “intentó un arreglo provisorio con el transportista, aunque finalmente no se llegó a nada”.

Por su parte, el funcionario provincial explicó que “el presupuesto se triplicó y este contrato ya tiene que pasar a otro ente para que lo autorice. Además mencionó que en Cholila, por ejemplo, las familias pagan el transporte en forma particular, pero sabemos que ello es imposible para las familias de esta zona, ya que no tienen los recursos suficientes. Aparte, no coinciden los horarios del transporte público con la entrada y salida de clases”.

“La realidad de esta escuela no permite hacer ajustes de esa naturaleza, donde también se complica la situación social de muchos chicos que dependen del comedor escolar para alimentarse. Para este año, la idea es hacer la jornada completa de forma corrida, quizás hasta 15 días, y luego cortar una semana, sabiendo lo importante que es ese plato de comida”, puntualizó.

La rutina del colegio marca que los 41 niños “desayunan, concurren a clases y almuerzan. Por la tarde tienen talleres de interculturalidad mapuche, donde la Secretaría de Cultura de Epuyén aporta el ‘quinché’ (hablante); huerta; cerámica (pagado por la cooperadora escolar); educación física, plástica y música”, entre otras actividades.

En cuanto a las necesidades de infraestructura, Mardini recordó que “desde hace años, constantemente se están enviando notas reclamando por un aula para el jardín de infantes, que ahora funciona en una vivienda asignada a los maestros. También seguimos esperando un SUM, pero el año anterior nos negaron esa obra a cambio de otras dos aulas, aunque hasta el momento no vemos ningún movimiento”, subrayó.

Compromiso pendiente

A su turno, el dirigente de Atech en el noroeste provincial, Leo Pi, dijo que “estamos en El Coihue simbolizando la realidad de todas las escuelas que vienen con los mismos problemas. En noviembre pasado hubo un fuerte compromiso del ministro de Educación para trabajar sobre el transporte escolar y la infraestructura faltante, pero al inicio de clases del periodo especial todo sigue como entonces”.

Entre las obligaciones asumidas, mencionó que “todavía no fueron inaugurados los jardines de Cerro Radal y El Hoyo; no tenemos la continuación de la obra de la escuela 717, que es el establecimiento secundario más grande de Lago Puelo; la reparación de las viviendas rurales en la zona de Cushamen, con infinitos problemas de mantenimiento que llevaron a la escuela 60 de Ranquilhuao a no poder iniciar el ciclo lectivo. El transporte escolar también es una carencia para las escuelas de Cholila”, recalcó.

“Evidentemente, no está la intención política de resolver estas cuestiones, así no puedo augurar un año normal de clases”, adelantó.


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