Héctor Daer, mano a mano con Cadena Tiempo y Jornada: “Nos preocupa la crisis de Chubut”

Dijo que están atentos a lo que ocurre en la provincia y a las dificultades que tiene para adecuar los ingresos. Dice que Macri prometió abrirnos al mundo “y ni siquiera pudimos estar en el patio del fondo”. El plan para la postpandemia y el teletrabajo: “Es una buena modalidad pero no debe precarizar”.

Preocupado. Daer dijo que la Argentina no es viable con 6 millones de hogares sin ingresos formales.
21 JUL 2020 - 20:55 | Actualizado

El secretario general de la Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGT), Héctor Daer, pidió ayer la implementación de “un plan maestro o un acuerdo social y político para un desarrollo regional”, además de predecir una postpandemia “con cambios culturales en el consumo y en el mercado laboral en todo el mundo”.

El líder cegetista mantuvo una extensa entrevista con Cadena Tiempo y Jornada, en donde hizo duras críticas al gobierno de Cambiemos (“Nos iba a integrar al mundo y ni siquiera pudimos estar en el patio del fondo”, disparó) y también se refirió a la situación política, económica y social en Chubut: “Nos preocupa mucho la crisis institucional que tienen y que no se terminen de adecuar los ingresos en la provincia”, señaló Daer.

¿Cómo ve el mercado laboral tras los efectos negativos causados por los cuatro años de macrismo y ahora por la pandemia?

Fueron cuatro años de castigo para el país. Y no sólo fuimos los trabajadores las víctimas de este proceso sino toda la sociedad y las estructuras de la Argentina. El gobierno anterior vino a cambiar estructuralmente un país creyendo que nos íbamos a integrar al mundo y ni siquiera pudimos estar en el patio del fondo. Por suerte cambiamos el rumbo y luego tuvimos este tropiezo de la pandemia. La protección de la salud fue lo esencial. Ahora nos toca encontrar los mecanismos para volver a una dinámica de la economía para generar trabajo, la posibilidad del desarrollo de la sociedad y de un país de forma sustentable; y a la vez tener la posibilidad de rediscutir muchas de las pautas que venían imperando y que generaron una sociedad desigual.

Juan Domingo Perón fue el impulsor del “fifty-fifty”, ese estado ideal en el que los trabajadores se quedaban con la mitad de la renta del país. ¿Cuán lejos se está de ese ideal?

Estamos lejos de ese “50-50”, partiendo de que tenemos un mapa de formalidad e informalidad de nuestra sociedad que es inédito. Hay muchos compañeros que están en la informalidad laboral, que se la rebuscan todos los días para encontrar su ingreso. La pandemia, a través de IFE, nos dio una radiografía que nos tiene que hacer pensar mucho. Esto de que aparezcan 6 millones de hogares sin ningún ingreso formal nos tiene que hacer ver a todos de qué manera tenemos que rediscutir y rediseñar una sociedad. No es posible hacer ningún tipo de desarrollo en un país con esta desigualdad porque no es sustentable. Ese es el objetivo que tenemos que encontrar todos, con una mirada muy clara para recuperar socialmente a los que menos tienen.

¿Cuál es la mayor preocupación de la CGT para la postpandemia?

La preocupación es el presente. Uno intenta idealizar de qué manera va a ocurrir lo que llamamos “postpandemia”. Es una mirada hacia adelante sabiendo que va a haber cambios culturales en el consumo y en el mercado laboral en todo el mundo. Uno ve lugares como Europa, por ejemplo, donde pasó el pico y la población se vuelve a reencausar en las actividades económicas y laborales. Eso es a lo que aspira uno a encontrarse después de que pase el virus.

¿Cuánto daño hizo la pandemia?

Hay sectores que con la prolongación de esta situación han bajado las persianas y eso hizo caer puestos de trabajo. Son compañeros y familias que se quedan sin el ordenador social que es el empleo. Hay que ser muy dinámicos para encontrar caminos rápidos que generen salidas de esa coyuntura. La construcción de vivienda es algo que dinamiza muy rápido los puestos de trabajo y, mientras tanto, hay que comenzar a pensar un desarrollo diferente. Nuestro país siempre que sale de una crisis entra en una meseta y eso empieza a generar aumentos de las importaciones, etcétera, y terminamos con falta de dólares y entramos nuevamente en una crisis. Todo eso es una suerte de electrocardiograma que tiene nuestros vaivenes económicos y cada crisis acumula más pobreza estructural. Argentina tiene que repensarse en un modelo industrial e industrializar todos los productos primarios que tenemos, que a su vez traigan aparejados empleos bien remunerados, con salarios y condiciones de trabajo dignas.

¿Qué opina del teletrabajo?

Que ya venía existiendo y con la pandemia, antes de que lo compañeros pierdan el empleo y para proteger la salud de los trabajadores, se acordó que la gente pueda trabajar desde sus domicilios. Esto fue una de las tantas cosas que la pandemia aceleró en los procesos. En gran medida, todo el mundo es consciente de que va quedar. Claro que en el mundo esto se utilizó para precarizar empleo, para sacar trabajadores presenciales regulados y convertirlos en trabajadores domiciliarios desregulados. Lo que pasó en la Argentina es bueno, puede ser una modalidad de trabajo pero nunca para precarizar.

La Patagonia fue una de las zonas más castigadas por la gestión macrista y ahora por la pandemia. ¿Qué plan debería diseñar el Gobierno nacional para salir adelante?

No solamente para la Patagonia sino para las distintas regiones de nuestro país tiene que haber un desagregado de lo que llamamos un plan maestro o un acuerdo marco, tanto social como político. No cabe duda de que si no lo logramos las grandes ciudades van a ser inviables porque todo lo que se resiente en el interior del país termina alojándose alrededor de las grandes ciudades de la Argentina. Necesitamos algo que el Presidente lo dijo muchas veces en campaña y lo ratifica permanentemente, que es que cada persona que nace, estudie, trabaje, se crie y pueda terminar sus días en el lugar que eligió para vivir. Eso sólo se puede hacer con una mirada federal, que no sea desde la Ciudad de Buenos Aires hacia el exterior, sino mirándola desde la Cordillera hasta el Atlántico.

¿Y cuál es su mirada sobre lo que ocurre en la Patagonia?

La Patagonia tiene potencialidades en muchos sectores. El otro día me decían que China va a ser un gran importador de cerdos tras el coronavirus, por ejemplo, y están mirando a la Patagonia porque tiene un valor agregado que es el tema del sello sanitario. Y todos se preguntan cómo puede ser que desde ahí no tengamos un marco de producción importante con la chapa de sanidad que tiene la Patagonia. Para todo esto hace falta una mirada que ayude a encontrar caminos comunes para la inversión y el desarrollo del país. Hay otros sectores en la Patagonia, seguramente, como el energético. Para que esto se potencialice esto depende de los inversores y de los gobernadores de la Patagonia.

¿Está al tanto de la crisis de Chubut?

Por supuesto, nos preocupa mucho la crisis institucional, que no se terminen de adecuar los ingresos en la provincia y siempre entra en discusión el tema del petróleo. Tenemos que borrar del mapa la teoría neoliberal que en un momento alumbraron (Domingo) Cavallo y sus amigos, de poner como opción la inviabilidad de determinadas provincias. Estamos al tanto de lo que sucede en Chubut y en la Patagonia en general, tenemos a un compañero en el Consejo Directivo de la CGT, como es Héctor González (secretario general de Luz y Fuerza) y siempre tenemos esa preocupación de que la Patagonia y el país tengan una vida armónica.

¿Es momento de que el presidente Alberto Fernández convoque al Consejo Económico y Social?

En la CGT creemos que hay que establecer un mecanismo de coyuntura que ataque la crisis y esta transición, porque si vamos a involucrar en un Consejo Económico y Social los problemas de la coyuntura, seguramente vamos a tropezar. Ahora tenemos que generar las condiciones para salir y poner en marcha al país; y después establecer institucionalmente un mecanismo de consenso que nos permita tener una mirada de mediano y largo plazo.

¿Es viable la unidad de la CGT?

La búsqueda de unidad existe y es a diario. Uno habla con todos los sectores intentando generar una síntesis y esa es la base institucional de la CGT. Los matices del movimiento obrero hay que saber interpretarlos, más allá de que a veces existen cuestiones personales y decisiones muy individuales que están por fuera de lo colectivo. Más allá de eso, uno va buscando generar esa idea de unidad en forma permanente. El 22 de agosto tendríamos que haber renovado autoridades. Pero la pandemia postergó todo, con lo cual vamos a tirar un poco todo para adelante pero en el momento que se pueda seguramente vamos a volver a intentar tener un Consejo Directivo un poco más amplio, con mayor participación sectorial.

¿Y se puede pensar en una lista de consenso?

Ojalá, eso es lo que uno busca de manera permanente. Si hay algo que constituimos nosotros es un funcionamiento colectivo y no personalista.

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Preocupado. Daer dijo que la Argentina no es viable con 6 millones de hogares sin ingresos formales.
21 JUL 2020 - 20:55

El secretario general de la Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGT), Héctor Daer, pidió ayer la implementación de “un plan maestro o un acuerdo social y político para un desarrollo regional”, además de predecir una postpandemia “con cambios culturales en el consumo y en el mercado laboral en todo el mundo”.

El líder cegetista mantuvo una extensa entrevista con Cadena Tiempo y Jornada, en donde hizo duras críticas al gobierno de Cambiemos (“Nos iba a integrar al mundo y ni siquiera pudimos estar en el patio del fondo”, disparó) y también se refirió a la situación política, económica y social en Chubut: “Nos preocupa mucho la crisis institucional que tienen y que no se terminen de adecuar los ingresos en la provincia”, señaló Daer.

¿Cómo ve el mercado laboral tras los efectos negativos causados por los cuatro años de macrismo y ahora por la pandemia?

Fueron cuatro años de castigo para el país. Y no sólo fuimos los trabajadores las víctimas de este proceso sino toda la sociedad y las estructuras de la Argentina. El gobierno anterior vino a cambiar estructuralmente un país creyendo que nos íbamos a integrar al mundo y ni siquiera pudimos estar en el patio del fondo. Por suerte cambiamos el rumbo y luego tuvimos este tropiezo de la pandemia. La protección de la salud fue lo esencial. Ahora nos toca encontrar los mecanismos para volver a una dinámica de la economía para generar trabajo, la posibilidad del desarrollo de la sociedad y de un país de forma sustentable; y a la vez tener la posibilidad de rediscutir muchas de las pautas que venían imperando y que generaron una sociedad desigual.

Juan Domingo Perón fue el impulsor del “fifty-fifty”, ese estado ideal en el que los trabajadores se quedaban con la mitad de la renta del país. ¿Cuán lejos se está de ese ideal?

Estamos lejos de ese “50-50”, partiendo de que tenemos un mapa de formalidad e informalidad de nuestra sociedad que es inédito. Hay muchos compañeros que están en la informalidad laboral, que se la rebuscan todos los días para encontrar su ingreso. La pandemia, a través de IFE, nos dio una radiografía que nos tiene que hacer pensar mucho. Esto de que aparezcan 6 millones de hogares sin ningún ingreso formal nos tiene que hacer ver a todos de qué manera tenemos que rediscutir y rediseñar una sociedad. No es posible hacer ningún tipo de desarrollo en un país con esta desigualdad porque no es sustentable. Ese es el objetivo que tenemos que encontrar todos, con una mirada muy clara para recuperar socialmente a los que menos tienen.

¿Cuál es la mayor preocupación de la CGT para la postpandemia?

La preocupación es el presente. Uno intenta idealizar de qué manera va a ocurrir lo que llamamos “postpandemia”. Es una mirada hacia adelante sabiendo que va a haber cambios culturales en el consumo y en el mercado laboral en todo el mundo. Uno ve lugares como Europa, por ejemplo, donde pasó el pico y la población se vuelve a reencausar en las actividades económicas y laborales. Eso es a lo que aspira uno a encontrarse después de que pase el virus.

¿Cuánto daño hizo la pandemia?

Hay sectores que con la prolongación de esta situación han bajado las persianas y eso hizo caer puestos de trabajo. Son compañeros y familias que se quedan sin el ordenador social que es el empleo. Hay que ser muy dinámicos para encontrar caminos rápidos que generen salidas de esa coyuntura. La construcción de vivienda es algo que dinamiza muy rápido los puestos de trabajo y, mientras tanto, hay que comenzar a pensar un desarrollo diferente. Nuestro país siempre que sale de una crisis entra en una meseta y eso empieza a generar aumentos de las importaciones, etcétera, y terminamos con falta de dólares y entramos nuevamente en una crisis. Todo eso es una suerte de electrocardiograma que tiene nuestros vaivenes económicos y cada crisis acumula más pobreza estructural. Argentina tiene que repensarse en un modelo industrial e industrializar todos los productos primarios que tenemos, que a su vez traigan aparejados empleos bien remunerados, con salarios y condiciones de trabajo dignas.

¿Qué opina del teletrabajo?

Que ya venía existiendo y con la pandemia, antes de que lo compañeros pierdan el empleo y para proteger la salud de los trabajadores, se acordó que la gente pueda trabajar desde sus domicilios. Esto fue una de las tantas cosas que la pandemia aceleró en los procesos. En gran medida, todo el mundo es consciente de que va quedar. Claro que en el mundo esto se utilizó para precarizar empleo, para sacar trabajadores presenciales regulados y convertirlos en trabajadores domiciliarios desregulados. Lo que pasó en la Argentina es bueno, puede ser una modalidad de trabajo pero nunca para precarizar.

La Patagonia fue una de las zonas más castigadas por la gestión macrista y ahora por la pandemia. ¿Qué plan debería diseñar el Gobierno nacional para salir adelante?

No solamente para la Patagonia sino para las distintas regiones de nuestro país tiene que haber un desagregado de lo que llamamos un plan maestro o un acuerdo marco, tanto social como político. No cabe duda de que si no lo logramos las grandes ciudades van a ser inviables porque todo lo que se resiente en el interior del país termina alojándose alrededor de las grandes ciudades de la Argentina. Necesitamos algo que el Presidente lo dijo muchas veces en campaña y lo ratifica permanentemente, que es que cada persona que nace, estudie, trabaje, se crie y pueda terminar sus días en el lugar que eligió para vivir. Eso sólo se puede hacer con una mirada federal, que no sea desde la Ciudad de Buenos Aires hacia el exterior, sino mirándola desde la Cordillera hasta el Atlántico.

¿Y cuál es su mirada sobre lo que ocurre en la Patagonia?

La Patagonia tiene potencialidades en muchos sectores. El otro día me decían que China va a ser un gran importador de cerdos tras el coronavirus, por ejemplo, y están mirando a la Patagonia porque tiene un valor agregado que es el tema del sello sanitario. Y todos se preguntan cómo puede ser que desde ahí no tengamos un marco de producción importante con la chapa de sanidad que tiene la Patagonia. Para todo esto hace falta una mirada que ayude a encontrar caminos comunes para la inversión y el desarrollo del país. Hay otros sectores en la Patagonia, seguramente, como el energético. Para que esto se potencialice esto depende de los inversores y de los gobernadores de la Patagonia.

¿Está al tanto de la crisis de Chubut?

Por supuesto, nos preocupa mucho la crisis institucional, que no se terminen de adecuar los ingresos en la provincia y siempre entra en discusión el tema del petróleo. Tenemos que borrar del mapa la teoría neoliberal que en un momento alumbraron (Domingo) Cavallo y sus amigos, de poner como opción la inviabilidad de determinadas provincias. Estamos al tanto de lo que sucede en Chubut y en la Patagonia en general, tenemos a un compañero en el Consejo Directivo de la CGT, como es Héctor González (secretario general de Luz y Fuerza) y siempre tenemos esa preocupación de que la Patagonia y el país tengan una vida armónica.

¿Es momento de que el presidente Alberto Fernández convoque al Consejo Económico y Social?

En la CGT creemos que hay que establecer un mecanismo de coyuntura que ataque la crisis y esta transición, porque si vamos a involucrar en un Consejo Económico y Social los problemas de la coyuntura, seguramente vamos a tropezar. Ahora tenemos que generar las condiciones para salir y poner en marcha al país; y después establecer institucionalmente un mecanismo de consenso que nos permita tener una mirada de mediano y largo plazo.

¿Es viable la unidad de la CGT?

La búsqueda de unidad existe y es a diario. Uno habla con todos los sectores intentando generar una síntesis y esa es la base institucional de la CGT. Los matices del movimiento obrero hay que saber interpretarlos, más allá de que a veces existen cuestiones personales y decisiones muy individuales que están por fuera de lo colectivo. Más allá de eso, uno va buscando generar esa idea de unidad en forma permanente. El 22 de agosto tendríamos que haber renovado autoridades. Pero la pandemia postergó todo, con lo cual vamos a tirar un poco todo para adelante pero en el momento que se pueda seguramente vamos a volver a intentar tener un Consejo Directivo un poco más amplio, con mayor participación sectorial.

¿Y se puede pensar en una lista de consenso?

Ojalá, eso es lo que uno busca de manera permanente. Si hay algo que constituimos nosotros es un funcionamiento colectivo y no personalista.


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