“Margara era peronista pero sobre todo era una persona que daba participación a los estudiantes”

Como complemento del informe especial publicado en la edición de ayer sobre el golpe del 55 y su repercusión en la zona del Valle, el historiador que recopiló la información del archivo de Jornada habló ahora con un protagonista de aquella histórica huelga estudiantil.

Protagonistas. Margara (izquierda) izando la bandera en el nuevo Colegio Nacional, y Romero, exalunmo.
20 SEP 2020 - 20:13 | Actualizado

Por Gonzalo Pérez Álvarez, historiador, investigador del CONICET y de la UNPSJB

Especial para Jornada

Charlar con David Patricio Romero, “el Oso” para quienes somos del Valle, es hablar con gran parte de la historia política y social de nuestra región. Amigo y compañero de luchas y trabajo con Mario Abel Amaya e Hipólito Solari Yrigoyen; delegado del movimiento nacional justicialista cuando el peronismo estaba proscripto y pocos daban la cara; apoderado y defensor de presos políticos; candidato a gobernador en 1973 con su jóvenes 34 años; preso político durante la dictadura; víctima de bombas de la Triple A; y toda una historia de militancia que se extiende y continúa hasta el presente.

Un par de libros largos podrían escribirse sobre su historia de vida, lucha y militancia. Aquí sólo reconstruyo algunos fragmentos de una extensa entrevista que empecé a realizarle este sábado 19 de septiembre de 2020, donde el “Oso” rememora, a sus hoy 82 años, aquella huelga estudiantil que lideró en medio de la dictadura iniciada en septiembre de 1955: “Fue cuando se creó la UES (Unión de Estudiantes Secundarios), donde yo era presidente por ser de quinto año, y César Mac Karthy era vice, que era de cuarto año. Y ahí supimos organizar una huelga en medio de la dictadura, en octubre de 1955. Hicimos la huelga porque intervinieron el Colegio Nacional y lo echaron al rector que en ese momento estaba: Adolfo Margara, quién legó su nombre al Hospital de Trelew”.

“Adolfo había sido el único rector que nosotros habíamos tenido y él cambió todo el funcionamiento, se podría decir casi medieval del colegio. Él estaba más relacionado con los alumnos, no nos sancionaba ni nos perseguía. Yo por suerte le hice caso a mi vieja y fui al Colegio Nacional, que nos permitió educarnos y lograr un nivel civilizatorio que era difícil en el Trelew de esa época. La contextualización es imposible transmitirla, es muy difícil explicarles a los más jóvenes cómo era vivir en Trelew para un adolescente en esa época”.

“Y Adolfo en ese momento bancó mucho a los estudiantes, hablaba con nosotros, nos tenía en cuenta. Entonces nosotros hicimos un paro que frenó a todo el Colegio Nacional, y que tuvo también la participación de los padres. Porque imaginate que en ese momento vos les decías a tus viejos que ibas a hacer una huelga y ellos tenían mucha autoridad, había que hablarlo. Y así y todo, deben haber sido como mucho 4 o 5 los que fueron a clase por presión de los padres”.

“Sabíamos, porque me querían rajar porque yo era el presidente de la UES y a otros también, que quien lo impidió fue Margara. Yo esto lo recordé en el libro de ‘Checha’ Comes sobre los 100 años del Colegio Nacional. Y yo ahí lo que quería era que se recordase la huelga esa, que fue muy importante y hasta ahora se había borrado de la memoria”.

“Luego a nosotros nos llevaron medio de prepo a reunirnos con el interventor que había nombrado la dictadura a cargo del Gobierno provincial, y ése nos apretó mal, nos dijo que si no había tenido dudas de reprimir a los obreros en la Capital menos tendrían de reprimir algunos acá en Chubut. Nos defendieron varios docentes, entre ellos una profesora que era radical, Epifanía Calvo, de Castellano, que le dijo a mi padre: ‘Dígale que se quede un poco quieto porque lo tienen apuntado’. Pero lo dijo para cuidarme realmente, yo no me imaginé que ella iba a cuidarnos, fue hasta mi casa”.

“Margara era peronista pero sobre todo era una persona que les daba participación a los estudiantes, algo difícil en esa época. Y por eso el eje de la huelga no era tanto la temática de la defensa del peronismo, que estaba como trasfondo, sino más bien la defensa de alguien como Margara. Hace no mucho, en unos manuscritos de Oscar Jones, que era compañero nuestro y que me los acercó, leí que en esa etapa, en ese momento, se habían aproximado dos mujeres a la comisión que estábamos armando para organizar la huelga. Una era Zulema Aidar y la otra no recuerdo bien el nombre. Y nos cuestionaron porqué nos reuníamos sólo los varones y no había ninguna mujer. Fíjate que en 1955 nos hicieron ese cuestionamiento, que obviamente en esa época ni se nos pasaba por la cabeza. Y cuando lo leí pensaba ¡qué lástima no haberlo visto antes, no habernos dado cuenta de esas cosas, de cómo no dábamos participación a las chicas! Y bueno, uno no para de darse cuenta de cosas nuevas en esos procesos que vivió cuando los revisa, y esto lo rescata Oscar en eso que te digo que escribió”.

“Sólo algunos recuerdos de una gran acción de lucha estudiantil, que debe quedar en nuestra historia. La memoria se construye desde el presente, desde un hoy que, por ejemplo, permite mirar con perspectiva crítica las prácticas que limitaban la participación de las mujeres en esos procesos. Historias que son parte clave de nuestra región, y que debemos conocer y transmitir”.

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Protagonistas. Margara (izquierda) izando la bandera en el nuevo Colegio Nacional, y Romero, exalunmo.
20 SEP 2020 - 20:13

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Especial para Jornada

Charlar con David Patricio Romero, “el Oso” para quienes somos del Valle, es hablar con gran parte de la historia política y social de nuestra región. Amigo y compañero de luchas y trabajo con Mario Abel Amaya e Hipólito Solari Yrigoyen; delegado del movimiento nacional justicialista cuando el peronismo estaba proscripto y pocos daban la cara; apoderado y defensor de presos políticos; candidato a gobernador en 1973 con su jóvenes 34 años; preso político durante la dictadura; víctima de bombas de la Triple A; y toda una historia de militancia que se extiende y continúa hasta el presente.

Un par de libros largos podrían escribirse sobre su historia de vida, lucha y militancia. Aquí sólo reconstruyo algunos fragmentos de una extensa entrevista que empecé a realizarle este sábado 19 de septiembre de 2020, donde el “Oso” rememora, a sus hoy 82 años, aquella huelga estudiantil que lideró en medio de la dictadura iniciada en septiembre de 1955: “Fue cuando se creó la UES (Unión de Estudiantes Secundarios), donde yo era presidente por ser de quinto año, y César Mac Karthy era vice, que era de cuarto año. Y ahí supimos organizar una huelga en medio de la dictadura, en octubre de 1955. Hicimos la huelga porque intervinieron el Colegio Nacional y lo echaron al rector que en ese momento estaba: Adolfo Margara, quién legó su nombre al Hospital de Trelew”.

“Adolfo había sido el único rector que nosotros habíamos tenido y él cambió todo el funcionamiento, se podría decir casi medieval del colegio. Él estaba más relacionado con los alumnos, no nos sancionaba ni nos perseguía. Yo por suerte le hice caso a mi vieja y fui al Colegio Nacional, que nos permitió educarnos y lograr un nivel civilizatorio que era difícil en el Trelew de esa época. La contextualización es imposible transmitirla, es muy difícil explicarles a los más jóvenes cómo era vivir en Trelew para un adolescente en esa época”.

“Y Adolfo en ese momento bancó mucho a los estudiantes, hablaba con nosotros, nos tenía en cuenta. Entonces nosotros hicimos un paro que frenó a todo el Colegio Nacional, y que tuvo también la participación de los padres. Porque imaginate que en ese momento vos les decías a tus viejos que ibas a hacer una huelga y ellos tenían mucha autoridad, había que hablarlo. Y así y todo, deben haber sido como mucho 4 o 5 los que fueron a clase por presión de los padres”.

“Sabíamos, porque me querían rajar porque yo era el presidente de la UES y a otros también, que quien lo impidió fue Margara. Yo esto lo recordé en el libro de ‘Checha’ Comes sobre los 100 años del Colegio Nacional. Y yo ahí lo que quería era que se recordase la huelga esa, que fue muy importante y hasta ahora se había borrado de la memoria”.

“Luego a nosotros nos llevaron medio de prepo a reunirnos con el interventor que había nombrado la dictadura a cargo del Gobierno provincial, y ése nos apretó mal, nos dijo que si no había tenido dudas de reprimir a los obreros en la Capital menos tendrían de reprimir algunos acá en Chubut. Nos defendieron varios docentes, entre ellos una profesora que era radical, Epifanía Calvo, de Castellano, que le dijo a mi padre: ‘Dígale que se quede un poco quieto porque lo tienen apuntado’. Pero lo dijo para cuidarme realmente, yo no me imaginé que ella iba a cuidarnos, fue hasta mi casa”.

“Margara era peronista pero sobre todo era una persona que les daba participación a los estudiantes, algo difícil en esa época. Y por eso el eje de la huelga no era tanto la temática de la defensa del peronismo, que estaba como trasfondo, sino más bien la defensa de alguien como Margara. Hace no mucho, en unos manuscritos de Oscar Jones, que era compañero nuestro y que me los acercó, leí que en esa etapa, en ese momento, se habían aproximado dos mujeres a la comisión que estábamos armando para organizar la huelga. Una era Zulema Aidar y la otra no recuerdo bien el nombre. Y nos cuestionaron porqué nos reuníamos sólo los varones y no había ninguna mujer. Fíjate que en 1955 nos hicieron ese cuestionamiento, que obviamente en esa época ni se nos pasaba por la cabeza. Y cuando lo leí pensaba ¡qué lástima no haberlo visto antes, no habernos dado cuenta de esas cosas, de cómo no dábamos participación a las chicas! Y bueno, uno no para de darse cuenta de cosas nuevas en esos procesos que vivió cuando los revisa, y esto lo rescata Oscar en eso que te digo que escribió”.

“Sólo algunos recuerdos de una gran acción de lucha estudiantil, que debe quedar en nuestra historia. La memoria se construye desde el presente, desde un hoy que, por ejemplo, permite mirar con perspectiva crítica las prácticas que limitaban la participación de las mujeres en esos procesos. Historias que son parte clave de nuestra región, y que debemos conocer y transmitir”.


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