“No estás, sin embargo memora el corazón, se extiende el alma, aclara el cielo y en la rama de un árbol una torcaza llora su plegaria, y tu sonrisa inunda todo, tu inefable caricia nos consuela, tu canción nos abraza y en lugar de partir, estás volviendo… siempre”, relató Víctor Heredia.
De este modo, su entrañable amigo y colega evocó a Mercedes "La Negra" Sosa (1935- 2009), la cantante más representativa del país, que dejó un legado marcado por su voz inigualable y su amor al arte.
Consagrada como una de las voces más importantes del país y de Latinoamérica, la artista tucumana dio uno de sus últimos grandes recitales en el 2006, en El Rosedal de la Ciudad de Buenos Aires donde cantó sus más grandes éxitos.
“No estás, sin embargo memora el corazón, se extiende el alma, aclara el cielo y en la rama de un árbol una torcaza llora su plegaria, y tu sonrisa inunda todo, tu inefable caricia nos consuela, tu canción nos abraza y en lugar de partir, estás volviendo… siempre”, relató Víctor Heredia.
De este modo, su entrañable amigo y colega evocó a Mercedes "La Negra" Sosa (1935- 2009), la cantante más representativa del país, que dejó un legado marcado por su voz inigualable y su amor al arte.
Consagrada como una de las voces más importantes del país y de Latinoamérica, la artista tucumana dio uno de sus últimos grandes recitales en el 2006, en El Rosedal de la Ciudad de Buenos Aires donde cantó sus más grandes éxitos.