Temporada de langostinos

Ya está hablado con la flota artesanal y la amarilla que la temporada provincial de langostinos se pospondrá unos días de lo previsto y que comenzará sobre finales de este mes. Ya está armado el expediente correspondiente y en cuestión de días habrá luz verde a la prospección para verificar el nivel de biomasa y captura en el mar. Unas 72 horas después, se arrancaría.

Tras lo que fue la pesca en aguas nacionales y con el coronavirus atravesando en su etapa más intensa en el interior del país, las proyecciones que se hacen es que se trabajará a un 50% de lo que puede ser un año normal. Fundamentalmente para evitar aglomeraciones, dividir los grupos y seguir pasos de acuerdo al protocolo, que redundan en una menor producción para el sector.

La temporada provincial se extenderá hasta marzo o abril, de acuerdo a cómo sea el nivel de actividad. Hacia fines de este año, a la captura del langostino, se le sumará ya sobre noviembre/diciembre la merluza en la zona de Comodoro Rivadavia.

El recientemente asumido como secretario de Pesca, Gabriel Aguilar, brindó detalles sobre cómo se trabajará en el sector, que se ha visto golpeado de forma severa con la cantidad de casos por Covid-19. “La pandemia da un escenario difícil, tratando de surfear la ola. En la pesca dentro de los protocolos, focalizamos las gestiones para cuidar la salud. La pesca es esencial y buscamos revitalizar. La pandemia no nos está permitiendo desarrollando con toda la energía lo proyectado. No queremos caer en la monopesca, solo con en el langostino. Seguir apostando a la merluza también, y este año hemos dado paso firme con la captura de anchoas y tener esos tres recursos en su máximo poder de captura y que Chubut procese lo más que se pueda en tierra y sacar un producto con valor agregado. Es un proyecto que hemos planteado. La idea es lograrlo, instalar a Chubut como la provincia con mayores recursos pesqueros de la Argentina”.

Respecto a los protocolos sanitarios, detalló: “En todas las actualizaciones de procolos han participado organismos del Estado, las cámaras empresarias y los gremios. Siempre lo hemos hecho en común acuerdo de las partes. Se decidió buscar un lugar para el test PCR a todas las personas previa al embarque. Ahora se busca un lugar donde las personas en el momento que se hagan el PCR esperen aislados y no embarquen, ni vuelvan a su domicilio. Algún predio seguro que buscaremos para acondicionar”.

Insistió: “La pandemia nos puso un freno de mano feroz, y nos estamos adaptando a eso. La pesca sigue estando, pasamos con éxito las aguas nacionales”.

Con respecto a las pérdidas que pueden ocasionarse en este particular contexto para el sector, Aguilar, fue contundente: “Siendo optimistas, podemos estar en un 50% de una temporada normal. Es mucho porque nos obliga a tener los cuidados al ingreso del puerto, visibilizar si algún operario tiene síntomas. Lo que normalmente antes entraba un barco e ingresaba. Hoy el proceso implica un tiempo más y hace que se retarde. Todo el proceso previo de procolos hará que el trabajo merme, no habrá tanta logística como en años normales”.

Amplió el concepto: “No estaremos a full. Esta coyuntura nos obliga a adoptar medidas que bajen el nivel de movilidad de Rawson. Cada barco tiene un número de gente que dejamos y es complicado porque aglomerar mucha gente es riesgos en medio de esta pandemia. Se va a acordar con todos los actores. Marcar hasta dónde podemos avanzar para una temporada productiva”.

Desde la Cámara de la Flota Amarilla también brindaron sus sensaciones sobre lo que será la temporada que inicia. Gustavo González, presidente de la Cámara, expresó que “es un año atípico y complicado con muchos desafíos para poder operar y trabajar y siendo muy precavidos a la hora de arrancar la temporada. Estamos en el último tramo de capturas de aguas nacionales y preparando la prospección para comenzar con la zafra de langostino en octubre”

Coincidió con el Gobierno en que no hubo no se perdió el año. “Durante la temporada de Nación tuvimos pesca de anchoas que funcionó muy bien. Si existieron muchas complicaciones, pero se pudo trabajar y el desafío viene para la temporada de provincia porque estamos llegando a los picos de los casos, lo que ha hecho el cierre de algunas plantas y aislamiento de los buques. La parte más complicada de la pandemia para nosotros es lo que está por venir”.

Marcó que “los mercados tuvieron su caída en inicio de la pandemia, alrededor de un 30% y esa caída fue sostenida. Se perdió en valor, pero la demanda se mantuvo, se pudo localizar el producto, con los precios de referencia mucho más bajos. Acomodados los precios se pudo trabajar”.

Por último, González indicó que “cuando el virus ingresa y pasa las barreras y llega a una embarcación es difícil aislar y toda la tripulación hacinada es probable que se contagie. Un caso arriba de un barco se multiplica. Y hoy tenemos 18 barcos activos y a menos de 15 días de pasar a 85”.