Lorenzo Pepe y el 17 de Octubre: “Es casi una fecha patria”

El histórico dirigente peronista se refirió al Día de la Lealtad en una extensa charla con Cadena Tiempo Comodoro Rivadavia. Su emocionado recuerdo de su encuentro con Perón: “Aun hoy me duelen las costillas por cómo me apretó aquella vez. Abrazaba tan fuerte contra el pecho para que nadie se sintiera solo.”

Pepe el año pasado en Madryn, invitado especial del Congreso de Luz y Fuerza.
16 OCT 2020 - 20:47 | Actualizado

Por Ismael Tebes / Redacción Jornada

El histórico dirigente peronista Lorenzo Pepe revalorizó la figura de Juan Domingo Perón en la previa del Día de la Lealtad. “El 17 de octubre se ha convertido en una fecha magna, a la altura de las fechas patrias”, reconoció en una extensa charla con Cadena Tiempo.

También repasó aspectos de su encuentro con el estadista que fuera Presidente de la Nación, durante su exilio en Puerta de Hierro. Y desde la emoción describió al líder como un hombre que proyectaba más allá de los tiempos (“hubiera convocado a los que convocaron al Banderazo a tomar un café….”) y que referenciaba con la simpleza de un abrazo un “acompañamiento” ante la soledad. “Aun hoy me duelen las costillas por cómo me apretó aquella vez. Abrazaba tan fuerte contra el pecho para que nadie se sintiera solo”, recordó el actual secretario general del Instituto Nacional “Juan Domingo Perón”. Pepe destacó el rol político que mantiene el proyecto pensado por una figura emblemática que trascendió su propio ideario.

“Un peronista suele apretar contra su cuerpo al del otro. Nos gusta hacer sentir las vértebras del tórax de un compañero con las propias. Para Perón el abrazo tenía un significado, apretando sobre el pecho el cuerpo del otro. Los únicos que nos abrazamos así somos los peronistas. Los demás solamente se dan la mano”, resaltó.

Recordó que a los catorce años se sintió cautivado y atraído por la figura de aquel emblemático líder. “Mi viejo era un militante social, dirigente de la Fraternidad, maquinista ferroviario. Me llevó de la mano a Plaza de Mayo a pedir por la libertad del coronel Perón. Llegamos a la mañana y a la noche había una multitud, yo estaba cansado y mi padre insistió en que nadie iba a irse sin que él saliera al balcón. Cuando finalmente lo hizo; apareció con los brazos en alto y la voz arenosa. Viví ese momento con emoción, no sé por qué hubo algo interior que me dijo que ése era el camino. Vi a la gente con un cariño y afecto que solamente se tiene por los amigos”.

Encuentro en Madrid

“Lo vi a Perón en el 66. No teníamos como pagar el vuelo y cuando llegué a Madrid; estuve un día y medio para la entrevista. Llegué con muchísima emoción y algún temor porque no sabía cómo iba a manejarme ante una personalidad del peso político y humanístico como la de Perón”.

Y reseñó que el esperado encuentro surgió desde una llamada nocturna recibida en el hotel Grand Rex. “Sonó el teléfono y nos pidieron de la residencia que fuéramos de inmediato. Bajé corriendo las escaleras y Jorge Antonio -recordado mecenas de Perón- me chistó desde un auto Mercedes blanco”.

Recordó que el momento esperado se dio en una casa con techo de canaletas de estilo español con el ex presidente enfundado en una “bata de fumar” y bajo una luz tenue. “Esa impresión me aparece cada tanto cuando duermo”, reconoció.

“Iba con la mano tendida y me dijo que no; me dio un abrazo y aún hoy me duelen las costillas por cómo me apretó. Entramos a su despacho de recepción; tenía una biblioteca pero además había una montura, lazos, espuelas y un rebenque; mates de alpaca; facones y cosas que lo ligaban con la Argentina”.

“Me invitó –describió Pepe- a tomar un cognac Napoleón; hizo calentar la copa, me la sirvió y me pidió que nos pusiéramos de pie. Brindamos por la Patria y por el regreso porque Perón quería volver y morir acá. Nosotros hicimos todo lo que había que hacer para traerlo”.

Política “eterna”

Para Lorenzo Pepe, Juan Domingo Perón cambió los destinos de República y de millones de ciudadanos “nada más que ejerciendo la Constitución Nacional” y las leyes. “No hubo que llevar a nadie al paredón para hacer un cambio revolucionario en el orden social y económico no conocido en toda América Latina”.

“Yo soy un progresista –remarcó- y me siento un revolucionario. Porque uno tiene que estar dispuesto a dar vuelta la pizza sin temor a que se caigan las aceitunas para volver a hacerla. Eso fue lo que hizo Perón, dio vuelta a toda la sociedad”. Y resaltó los alcances de la gratuidad universitaria dispuesta por decreto entre otras conquistas sociales impulsadas por el Peronismo.

“¿Qué no han hecho en contra del Peronismo? Hicieron lo imposible para hacernos desaparecer y no pudieron con nosotros porque la génesis de todo esto está en ese 17 de octubre de 1945. Ahí se plasmó un movimiento absolutamente indoblegable e imposible de ser arrancado de una tierra que amamos”.

“Hay un destino –reconoció- que no hemos alcanzado que es restablecerle la igualdad a la oportunidad y la justicia social que es nuestra. La inventamos y la aplicamos nosotros. Ese espíritu sigue impregnando nuestro núcleo político”:

Y trasladando el sentido peronista a los nuevos tiempos de la política, Pepe resumió: “Perón hubiera convocado a los que convocaron al Banderazo a tomar un café porque era un hombre para el acuerdo”.

Enterate de las noticias de PROVINCIA a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.

Las más leídas

Pepe el año pasado en Madryn, invitado especial del Congreso de Luz y Fuerza.
16 OCT 2020 - 20:47

Por Ismael Tebes / Redacción Jornada

El histórico dirigente peronista Lorenzo Pepe revalorizó la figura de Juan Domingo Perón en la previa del Día de la Lealtad. “El 17 de octubre se ha convertido en una fecha magna, a la altura de las fechas patrias”, reconoció en una extensa charla con Cadena Tiempo.

También repasó aspectos de su encuentro con el estadista que fuera Presidente de la Nación, durante su exilio en Puerta de Hierro. Y desde la emoción describió al líder como un hombre que proyectaba más allá de los tiempos (“hubiera convocado a los que convocaron al Banderazo a tomar un café….”) y que referenciaba con la simpleza de un abrazo un “acompañamiento” ante la soledad. “Aun hoy me duelen las costillas por cómo me apretó aquella vez. Abrazaba tan fuerte contra el pecho para que nadie se sintiera solo”, recordó el actual secretario general del Instituto Nacional “Juan Domingo Perón”. Pepe destacó el rol político que mantiene el proyecto pensado por una figura emblemática que trascendió su propio ideario.

“Un peronista suele apretar contra su cuerpo al del otro. Nos gusta hacer sentir las vértebras del tórax de un compañero con las propias. Para Perón el abrazo tenía un significado, apretando sobre el pecho el cuerpo del otro. Los únicos que nos abrazamos así somos los peronistas. Los demás solamente se dan la mano”, resaltó.

Recordó que a los catorce años se sintió cautivado y atraído por la figura de aquel emblemático líder. “Mi viejo era un militante social, dirigente de la Fraternidad, maquinista ferroviario. Me llevó de la mano a Plaza de Mayo a pedir por la libertad del coronel Perón. Llegamos a la mañana y a la noche había una multitud, yo estaba cansado y mi padre insistió en que nadie iba a irse sin que él saliera al balcón. Cuando finalmente lo hizo; apareció con los brazos en alto y la voz arenosa. Viví ese momento con emoción, no sé por qué hubo algo interior que me dijo que ése era el camino. Vi a la gente con un cariño y afecto que solamente se tiene por los amigos”.

Encuentro en Madrid

“Lo vi a Perón en el 66. No teníamos como pagar el vuelo y cuando llegué a Madrid; estuve un día y medio para la entrevista. Llegué con muchísima emoción y algún temor porque no sabía cómo iba a manejarme ante una personalidad del peso político y humanístico como la de Perón”.

Y reseñó que el esperado encuentro surgió desde una llamada nocturna recibida en el hotel Grand Rex. “Sonó el teléfono y nos pidieron de la residencia que fuéramos de inmediato. Bajé corriendo las escaleras y Jorge Antonio -recordado mecenas de Perón- me chistó desde un auto Mercedes blanco”.

Recordó que el momento esperado se dio en una casa con techo de canaletas de estilo español con el ex presidente enfundado en una “bata de fumar” y bajo una luz tenue. “Esa impresión me aparece cada tanto cuando duermo”, reconoció.

“Iba con la mano tendida y me dijo que no; me dio un abrazo y aún hoy me duelen las costillas por cómo me apretó. Entramos a su despacho de recepción; tenía una biblioteca pero además había una montura, lazos, espuelas y un rebenque; mates de alpaca; facones y cosas que lo ligaban con la Argentina”.

“Me invitó –describió Pepe- a tomar un cognac Napoleón; hizo calentar la copa, me la sirvió y me pidió que nos pusiéramos de pie. Brindamos por la Patria y por el regreso porque Perón quería volver y morir acá. Nosotros hicimos todo lo que había que hacer para traerlo”.

Política “eterna”

Para Lorenzo Pepe, Juan Domingo Perón cambió los destinos de República y de millones de ciudadanos “nada más que ejerciendo la Constitución Nacional” y las leyes. “No hubo que llevar a nadie al paredón para hacer un cambio revolucionario en el orden social y económico no conocido en toda América Latina”.

“Yo soy un progresista –remarcó- y me siento un revolucionario. Porque uno tiene que estar dispuesto a dar vuelta la pizza sin temor a que se caigan las aceitunas para volver a hacerla. Eso fue lo que hizo Perón, dio vuelta a toda la sociedad”. Y resaltó los alcances de la gratuidad universitaria dispuesta por decreto entre otras conquistas sociales impulsadas por el Peronismo.

“¿Qué no han hecho en contra del Peronismo? Hicieron lo imposible para hacernos desaparecer y no pudieron con nosotros porque la génesis de todo esto está en ese 17 de octubre de 1945. Ahí se plasmó un movimiento absolutamente indoblegable e imposible de ser arrancado de una tierra que amamos”.

“Hay un destino –reconoció- que no hemos alcanzado que es restablecerle la igualdad a la oportunidad y la justicia social que es nuestra. La inventamos y la aplicamos nosotros. Ese espíritu sigue impregnando nuestro núcleo político”:

Y trasladando el sentido peronista a los nuevos tiempos de la política, Pepe resumió: “Perón hubiera convocado a los que convocaron al Banderazo a tomar un café porque era un hombre para el acuerdo”.


NOTICIAS RELACIONADAS