Nelli Otero: “Me imagino una foto, la pienso y voy por eso sin importar el tiempo, es pasión”

La elefanta marina estaba pariendo y ella, sin molestar logró capturar ese momento. Los ojos de la cría parecieron mirarla como posando. Relató a Jornada cómo fue ese momento y contó qué lugar ocupa la fotografía en su vida.

18 OCT 2020 - 19:55 | Actualizado

Por Lorena Leeming /@loreleeming

Nelli Otero logró que el momento en que una elefanta marina en las costas de la Isla Escondida daba a luz su cría, quede inmortalizado. Detuvo ese instante para siempre en un solo click. La gente, agradecida. Esa imagen recorrió redes sociales y fue publicada en prestigiosos medios de comunicación. Ella lo logró. Es fotógrafa. Se llama Nelli y no Nélida, tiene que aclararlo todo el tiempo. Su vocación es mirar la naturaleza a través de su cámara y transmitir un mensaje de concientización. Y qué bien lo hace. “Para mí la fotografía es pasión, es locura. Suelo esperar horas bajo la lluvia hasta que un pájaro pose en una rama, que salga la cola de la ballena o un delfín. Hay arte tras de eso. Me imagino una foto, la pienso y voy por eso, no importa el tiempo”, dijo en una entrevista con Jornada.

Nelli hizo que miles de personas detengan su mirada en su producto, en su magia. Su emoción ante la inmensidad del universo y el regalo de la naturaleza a través de las distintas especies, está a flor de piel todo el tiempo. Es sensible, se emociona, agradece y reconoce referentes de la fotografía a quienes dice seguir con admiración. Es humilde y quiere aprender aún más, todo el tiempo. Tiene 48 años y es mamá de 8 hijos. Su pasión por la vida se ve en sus ojos, en la forma en la que la vive y la manera en que avanza con su vocación. Hace 27 años comparte su vida con el “Topo” Vázquez. “Ponele así, todos lo conocen con su apodo”. Dice que son un equipo. Comparten todo el tiempo el trabajo en el hogar y él queda a cargo de la familia cuando ella por horas o días, viaja para obtener esa fotografía que lleva en su mente y la transporta en forma presencial a los lugares más inhóspitos.

Su sonrisa y orgullo son sus hijos: Antonella, Camila, Sofía, Pablo, Soledad, Rocío, Mateo y Thiago son su razón de ser. Felipe, Joaquín y Benicio sus nietos, la felicidad que no oculta.

Se refirió a sus inicios: “Yo empecé con la fotografía como aficionada, con un celular, luego una cámara compacta. A lo que veía le sacaba fotos y me fui metiendo en el mundo de las fotos a través de cursos, talleres, congresos internacionales. Invertí en equipos, están caros”, asiente. Y aquí un toque de humor en la entrevista: “Soy nikonista y me peleo con los canonistas. Si sí, acá hay como un River-Boca. Igual, la fotografía no hace a la marca sino al ojo del fotógrafo, a la intuición. Me armé de dos cámaras”, dijo mostrándolas, las tenía en sus manos y las acarició toda la entrevista. En su cuello cuelga en una fina cadena y de modo representativo, un dije que como no podía ser de otra manera: es una diminuta cámara de fotos.

Recordó que al principio hizo fotos deportivas. Luego, fue incursionando en la naturaleza. Pero la realidad y las noticias también interfieren en su pasión. “Me gusta mucho el fotoperiodismo. Estuve en contacto con la asociación de Reporteros Gráficos pero son cursos en Capital, es más complicado. Me gusta mucho por ejemplo, en una marcha, ver la expresión de la gente, los gestos. Uno por ahí en un diario a veces mira una foto y te lleva a la noticia. Ahora hice un curso con Darío Podestá un fotógrafo muy reconocido que vive en Puerto Madryn: taller de Vida Silvestre. Me metí en eso. Salimos en grupo a hacer fotos. El mundo de la naturaleza es otra a través de tu mirada, le mostrás al resto”.

Compara su mirada actual con la percepción de quienes no tienen esa inquietud que sólo la fotografía genera. “Por ahí te sentás frente al mar y ves la cola de la ballena o un elefante marino, un lobo, orcas, etcétera. Pero detrás de eso, hay una vida de los animales. Empecé a estudiar el comportamiento. Por qué vienen a varar a esta zona, todo eso. Amo a los elefantes. Me encantan. Antes, los miraba un rato. Ahora los observo desde la fotografía”.

Su forma de mirar las cosas es distinta a la de mucha gente. Las cosas que para el resto pasan desapercibidas, para ella no. Habló sobre esa imagen que recorrió el país y el mundo: la elefanta dando a luz. “No sé cómo explicarte. Me temblaban las piernas. No sabía si gatillar o solamente mirar. No sé si iba a haber otro momento así. Lo maravilloso que es. En Chubut tenés todo lo que quieras. Ser fotógrafa es tener paciencia. Es esperar los momentos justos. Le agradezco a mi familia porque a veces me voy semanas enteras. Mi marido se queda en casa, cocina y hace todo lo que haga falta, somos un equipo en eso”.

Insiste en la paciencia que su profesión requiere. Reitera lo importante que es “ese instante”, el momento que dejará indeleble en la retina de las personas y en su propia colección de fotografías. Ama retratar, brega por concientizar a la gente sobre el cuidado de la naturaleza. “Con mis compañeros nos vamos por ejemplo a las 5 de la mañana a la Isla u otro lado para esperar el amanecer. Capaz que lo clickeás y a las 6 ya estás pegando la vuelta. Son esas cosas. No sé si por otro motivo me levantaría a las 5 de la mañana pero por una foto, sí”.

“Los admiro”

La fotografía que logró aquel día con la elefanta como exponente máximo no fue inadvertida por nadie. Y menos por los que más saben de imágenes, momentos y emociones. Nelli nombró a profesionales que admira, a quienes sabe que de ellos se aprende. Se emocionó al relatar su experiencia el día que decidió publicar la foto (2 semanas después de tomarla respetando un protocolo de ética para que los animales no sean molestados): “Ese día, que dos referentes para mí como Daniel Feldman y Maxi Jonas escriban un mensaje halagando mi foto y que la compartan, me emociona. Los tengo allá arriba, son lo mejor en fotografía. Que compartan mi publicación, me llena de ego”, afirmó con la voz quebradiza, vislumbrando claramente la satisfacción de un deber cumplido.

La gente con celulares sacando fotos y los fotógrafos de profesión: la discusión que no da tregua en tiempos de tecnología, de vida digital. Nelli opinó sobre el tema. “Es una competencia desleal que saquen fotos con los teléfonos. A veces, vos tenés una terrible foto y ves al de al lado con un celular. Y nosotros necesitamos acreditaciones. Me pasó el año pasado que vino Jorge Rojas a Puerto Madryn, yo le sacaba fotos desde atrás de una valla para backstage, y veía gente con los teléfonos al lado mucho más cerca”, describió.

“Concientización”

Su objetivo que a través de una imagen suya la gente logre concientización sobre el cuidado del planeta, de la naturaleza. “Soy socia fundadora de AFONA que es Fotógrafos Argentinos de Naturaleza. Tenemos un código de ética: no estresar a los animales, no molestarlos, respetar el ambiente y cuando publiqué la elefanta me preguntaban si la foto la había sacado el día anterior. Y no, era de semanas atrás. Vi gente que va a pescar a la Isla y otros que van con cuatriciclos, con perros de todos tamaños molestando los animales. Y si les decís algo, es para pelea. Pido que los aten. El estrés de un animal que recién parió es como cualquier madre. Es un animal te dicen, pero para mí es una madre que recién parió. A la semana siguiente fui de nuevo y vi 7 elefantas en la misma situación a punto de parir y pariendo. No fue como la que publiqué que levantó la cola y vi la carita del bebé. Quiero concientizar a través de la fotografía el cuidado y el respeto a la naturaleza”, remarcó.

Nelli dice una y otra vez que es importante a través de la mirada del fotógrafo demostrar que hay otras cosas: el cuidado, el mensaje de cuidado a los sitios naturales. El planeta es único, no hay otro. “Es nuestro, lo tenemos que cuidar desde chiquitos y llevar ese mensaje. Yo lo miro las cosas desde otro ángulo. Para mí, el de la elefanta no fue un parto de un animal más, lo comparé con una mujer. Es necesario que no se la moleste, no hay que estresarla en ese momento”, puntualizó.

“Arte, pasión y locura”

Su trabajo actual nada tiene que ver con vocación por la fotografía. “Yo trabajo en lo que era Corfo. Estoy a cargo de Patrimonio de la Unidad Ejecutora Provincial que depende del Ministerio de Agricultura. Salgo en comisiones y hago viajes, porque mi trabajo es llevar registro patrimonal. Nada que ver con la fotografía”, advirtió con una sonrisa.

¿Qué es la fotografía para vos? “Es un arte, es pasión, es locura. Decimos que hay que estar loco para estar bajo la lluvia esperando que un pájaro se pose en una rama, que salga la cola de la ballena o que salga un delfín. Es naturaleza.Es satisfacción. Me imagino la foto, la pienso y voy por eso. Es pasión. Detrás de la fotografía hay arte. Me encantan las exposiciones porque podés estar una hora frente una foto. Es todo. Es lo que me llevó a este ambiente de la naturaleza. Antes iba a una playa y veía la foto de una ballena. Ahora veo la foto y estudio sus hábitos y costumbres”. #

18 OCT 2020 - 19:55

Por Lorena Leeming /@loreleeming

Nelli Otero logró que el momento en que una elefanta marina en las costas de la Isla Escondida daba a luz su cría, quede inmortalizado. Detuvo ese instante para siempre en un solo click. La gente, agradecida. Esa imagen recorrió redes sociales y fue publicada en prestigiosos medios de comunicación. Ella lo logró. Es fotógrafa. Se llama Nelli y no Nélida, tiene que aclararlo todo el tiempo. Su vocación es mirar la naturaleza a través de su cámara y transmitir un mensaje de concientización. Y qué bien lo hace. “Para mí la fotografía es pasión, es locura. Suelo esperar horas bajo la lluvia hasta que un pájaro pose en una rama, que salga la cola de la ballena o un delfín. Hay arte tras de eso. Me imagino una foto, la pienso y voy por eso, no importa el tiempo”, dijo en una entrevista con Jornada.

Nelli hizo que miles de personas detengan su mirada en su producto, en su magia. Su emoción ante la inmensidad del universo y el regalo de la naturaleza a través de las distintas especies, está a flor de piel todo el tiempo. Es sensible, se emociona, agradece y reconoce referentes de la fotografía a quienes dice seguir con admiración. Es humilde y quiere aprender aún más, todo el tiempo. Tiene 48 años y es mamá de 8 hijos. Su pasión por la vida se ve en sus ojos, en la forma en la que la vive y la manera en que avanza con su vocación. Hace 27 años comparte su vida con el “Topo” Vázquez. “Ponele así, todos lo conocen con su apodo”. Dice que son un equipo. Comparten todo el tiempo el trabajo en el hogar y él queda a cargo de la familia cuando ella por horas o días, viaja para obtener esa fotografía que lleva en su mente y la transporta en forma presencial a los lugares más inhóspitos.

Su sonrisa y orgullo son sus hijos: Antonella, Camila, Sofía, Pablo, Soledad, Rocío, Mateo y Thiago son su razón de ser. Felipe, Joaquín y Benicio sus nietos, la felicidad que no oculta.

Se refirió a sus inicios: “Yo empecé con la fotografía como aficionada, con un celular, luego una cámara compacta. A lo que veía le sacaba fotos y me fui metiendo en el mundo de las fotos a través de cursos, talleres, congresos internacionales. Invertí en equipos, están caros”, asiente. Y aquí un toque de humor en la entrevista: “Soy nikonista y me peleo con los canonistas. Si sí, acá hay como un River-Boca. Igual, la fotografía no hace a la marca sino al ojo del fotógrafo, a la intuición. Me armé de dos cámaras”, dijo mostrándolas, las tenía en sus manos y las acarició toda la entrevista. En su cuello cuelga en una fina cadena y de modo representativo, un dije que como no podía ser de otra manera: es una diminuta cámara de fotos.

Recordó que al principio hizo fotos deportivas. Luego, fue incursionando en la naturaleza. Pero la realidad y las noticias también interfieren en su pasión. “Me gusta mucho el fotoperiodismo. Estuve en contacto con la asociación de Reporteros Gráficos pero son cursos en Capital, es más complicado. Me gusta mucho por ejemplo, en una marcha, ver la expresión de la gente, los gestos. Uno por ahí en un diario a veces mira una foto y te lleva a la noticia. Ahora hice un curso con Darío Podestá un fotógrafo muy reconocido que vive en Puerto Madryn: taller de Vida Silvestre. Me metí en eso. Salimos en grupo a hacer fotos. El mundo de la naturaleza es otra a través de tu mirada, le mostrás al resto”.

Compara su mirada actual con la percepción de quienes no tienen esa inquietud que sólo la fotografía genera. “Por ahí te sentás frente al mar y ves la cola de la ballena o un elefante marino, un lobo, orcas, etcétera. Pero detrás de eso, hay una vida de los animales. Empecé a estudiar el comportamiento. Por qué vienen a varar a esta zona, todo eso. Amo a los elefantes. Me encantan. Antes, los miraba un rato. Ahora los observo desde la fotografía”.

Su forma de mirar las cosas es distinta a la de mucha gente. Las cosas que para el resto pasan desapercibidas, para ella no. Habló sobre esa imagen que recorrió el país y el mundo: la elefanta dando a luz. “No sé cómo explicarte. Me temblaban las piernas. No sabía si gatillar o solamente mirar. No sé si iba a haber otro momento así. Lo maravilloso que es. En Chubut tenés todo lo que quieras. Ser fotógrafa es tener paciencia. Es esperar los momentos justos. Le agradezco a mi familia porque a veces me voy semanas enteras. Mi marido se queda en casa, cocina y hace todo lo que haga falta, somos un equipo en eso”.

Insiste en la paciencia que su profesión requiere. Reitera lo importante que es “ese instante”, el momento que dejará indeleble en la retina de las personas y en su propia colección de fotografías. Ama retratar, brega por concientizar a la gente sobre el cuidado de la naturaleza. “Con mis compañeros nos vamos por ejemplo a las 5 de la mañana a la Isla u otro lado para esperar el amanecer. Capaz que lo clickeás y a las 6 ya estás pegando la vuelta. Son esas cosas. No sé si por otro motivo me levantaría a las 5 de la mañana pero por una foto, sí”.

“Los admiro”

La fotografía que logró aquel día con la elefanta como exponente máximo no fue inadvertida por nadie. Y menos por los que más saben de imágenes, momentos y emociones. Nelli nombró a profesionales que admira, a quienes sabe que de ellos se aprende. Se emocionó al relatar su experiencia el día que decidió publicar la foto (2 semanas después de tomarla respetando un protocolo de ética para que los animales no sean molestados): “Ese día, que dos referentes para mí como Daniel Feldman y Maxi Jonas escriban un mensaje halagando mi foto y que la compartan, me emociona. Los tengo allá arriba, son lo mejor en fotografía. Que compartan mi publicación, me llena de ego”, afirmó con la voz quebradiza, vislumbrando claramente la satisfacción de un deber cumplido.

La gente con celulares sacando fotos y los fotógrafos de profesión: la discusión que no da tregua en tiempos de tecnología, de vida digital. Nelli opinó sobre el tema. “Es una competencia desleal que saquen fotos con los teléfonos. A veces, vos tenés una terrible foto y ves al de al lado con un celular. Y nosotros necesitamos acreditaciones. Me pasó el año pasado que vino Jorge Rojas a Puerto Madryn, yo le sacaba fotos desde atrás de una valla para backstage, y veía gente con los teléfonos al lado mucho más cerca”, describió.

“Concientización”

Su objetivo que a través de una imagen suya la gente logre concientización sobre el cuidado del planeta, de la naturaleza. “Soy socia fundadora de AFONA que es Fotógrafos Argentinos de Naturaleza. Tenemos un código de ética: no estresar a los animales, no molestarlos, respetar el ambiente y cuando publiqué la elefanta me preguntaban si la foto la había sacado el día anterior. Y no, era de semanas atrás. Vi gente que va a pescar a la Isla y otros que van con cuatriciclos, con perros de todos tamaños molestando los animales. Y si les decís algo, es para pelea. Pido que los aten. El estrés de un animal que recién parió es como cualquier madre. Es un animal te dicen, pero para mí es una madre que recién parió. A la semana siguiente fui de nuevo y vi 7 elefantas en la misma situación a punto de parir y pariendo. No fue como la que publiqué que levantó la cola y vi la carita del bebé. Quiero concientizar a través de la fotografía el cuidado y el respeto a la naturaleza”, remarcó.

Nelli dice una y otra vez que es importante a través de la mirada del fotógrafo demostrar que hay otras cosas: el cuidado, el mensaje de cuidado a los sitios naturales. El planeta es único, no hay otro. “Es nuestro, lo tenemos que cuidar desde chiquitos y llevar ese mensaje. Yo lo miro las cosas desde otro ángulo. Para mí, el de la elefanta no fue un parto de un animal más, lo comparé con una mujer. Es necesario que no se la moleste, no hay que estresarla en ese momento”, puntualizó.

“Arte, pasión y locura”

Su trabajo actual nada tiene que ver con vocación por la fotografía. “Yo trabajo en lo que era Corfo. Estoy a cargo de Patrimonio de la Unidad Ejecutora Provincial que depende del Ministerio de Agricultura. Salgo en comisiones y hago viajes, porque mi trabajo es llevar registro patrimonal. Nada que ver con la fotografía”, advirtió con una sonrisa.

¿Qué es la fotografía para vos? “Es un arte, es pasión, es locura. Decimos que hay que estar loco para estar bajo la lluvia esperando que un pájaro se pose en una rama, que salga la cola de la ballena o que salga un delfín. Es naturaleza.Es satisfacción. Me imagino la foto, la pienso y voy por eso. Es pasión. Detrás de la fotografía hay arte. Me encantan las exposiciones porque podés estar una hora frente una foto. Es todo. Es lo que me llevó a este ambiente de la naturaleza. Antes iba a una playa y veía la foto de una ballena. Ahora veo la foto y estudio sus hábitos y costumbres”. #


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