Los detalles de la reestructuración de la deuda de Chubut

Hubo un acuerdo con el 50% de bonistas y hay que llegar al 75%. Condiciones y análisis de los especialistas.

20 NOV 2020 - 19:34 | Actualizado

Días atrás la provincia de Chubut anunció un principio de acuerdo con los acreedores internacionales por el Bocade, el bono de U$S 650 millones que tenía vencimiento en 2026. Según el documento oficial, la provincia habría acordado extender los plazos cuatro años más, hasta 2030 y aliviar la carga financiera de los próximos tres años.

De este modo el alivio financiero llegaría a los 169 millones de dólares hasta octubre de 2023, hacia fines de la gestión actual. El arreglo por el reperfilamiento de los pasivos llega un momento donde la provincia había empezado a abonar la primera amortización de capital, por la cual, en octubre, en conjunto con los intereses debió abonar 39 millones de dólares, con la garantía de las regalías petroleras.

Entre los puntos principales, se resalta que “la modificación del perfil de amortizaciones, extendiendo el vencimiento de los Bonos hasta el 26 de julio de 2030, y ofreciendo alivio significativo en el servicio de la deuda durante 2021, 2022 y 2023”.

Por su parte, el interés de los Bonos modificados con vencimiento en 2030 devengará a una tasa anual del 7,50% hasta el 26 de octubre de 2021 y, en adelante, a una tasa anual de 7,75% por año, pagadero trimestralmente cada 26 de enero, 26 de abril, 26 de julio y 26 de octubre.

Habrá una mejora en la garantía, dado que regalías adicionales serán cedidas bajo la estructura modificada. Y un pago por consentimiento fijo en efectivo equivalente a 50 puntos básicos del monto de capital en circulación, a ser distribuido entre los tenedores que otorguen su consentimiento de manera anticipada. Esto equivaldría al 0,5% del capital circulante, que son 623 millones de dólares. Es decir el Gobierno tendrá que desembolsar algo cercano a los U$S 3,1 millones.

De acuerdo con los términos del Contrato de Fideicomiso, la Provincia requerirá el consentimiento de los tenedores del 75% o más del monto de capital total de los Bonos en circulación para llevar adelante exitosamente la Solicitud de Consentimientos.

El perfil de amortizaciones de los Bonos será modificado para aplanar el repago del capital durante la vigencia de los Bonos modificados. A través de dicha estructura de enmienda, la Provincia alcanzará un máximo acumulado de alivio de servicios de deuda de USD 169 millones hasta octubre de 2023.

Chubut de esta forma se convierte en la segunda provincia encaminada a una renegociación de la deuda, después que lo hiciera Mendoza.

De acuerdo al documento que acercó el ministro de Economía Oscar Antonena a la Legislatura, los miembros del Grupo de acreedores con los que se alcanzó un acuerdo preliminar representan un porcentaje “alto de tenencias”, que se estima entre el 45% y el 50%. Es decir no llegan al 75% requerido para autorizar la reestructuración. Al respecto desde Economía remarcan que “los tenedores del Bocade están sumamente dispersos y obtener el consentimiento adicional para lograr la mayoría contractualmente requerida también presenta un desafío importante”.

Hubo 11 interacciones con los bonistas en la negociación. La propuesta inicial de la provincia, cuatro contrapropuestas de los tenedores de deuda y otras seis contrapropuestas del lado de Chubut, de la cual la última tuvo aceptación por este grupo de acreedores.

En conjunto, se contempla un “proceso de solicitud de consentimiento de los tenedores elegibles para modificar los bonos, el contrato de fideicomiso que rige los bonos y la garantía”. Aunque se aclara que “no hay certeza respecto a que dicho acuerdo, autorizaciones y documentos serán obtenidos o finalizados acorde a lo esperado, ni que la solicitud de consentimiento será exitosa”.

Entre los puntos de acuerdo, se refleja que el interés de los bonos modificados hasta el 2030 tendrá una tasa del 7,50% por año hasta el 26 de octubre de 2021, y en adelante una tasa del 7,75% por año, además de las garantías mejoradas y ampliadas del sector petrolero.

Visión de los analistas

El ex ministro de Economía, Luís Tarrío, consideró que el principio de acuerdo es “bueno”. Marcó que “todo lo que mejore y ayuda a la caja es positivo. La ampliación de la base de regalías, mejora la garantía, pero no significa que le descontarán más dinero. Lo que sobra se devuelve. Hay que promover ahora mayor exportación, mayor producción de crudo”.

Por otro lado, sobre la extensión de los plazos hasta 2030, indicó que bajará el nivel de carga trimestral: “El impacto de los 40 millones de dólares cada tres meses del Bocade va a ser menor porque al extender los plazos la cuota va cambiar. La cuota bajará, falta el detalle de los pagos hacia adelante. Pagás más intereses al final, pero aliviás la cuota que vas pagando. Es plata para la caja”.

Asimismo, opinó que “para los bonistas es un buen negocio, a una buena tasa de interés, buenas garantías y en vez de terminar el negocio en 4 años, termina en 10. El que está adentro y está tranquilo que cobra siempre, le asegurás un buen rendimiento para los próximos años”.

Tarrío se mostró optimista de que el arreglo permita encaminar el mes a mes a partir del 2021. “Creo que se pueden acomodar. Lo que pasa es que tienen que reformular la manera de aumentar los sueldos. De otra manera, para adecuarlo a la realidad”.

El economista Facundo Ball, fue crítico con los marcos del acuerdo. “La extensión de los plazos no termina afectanado en nada. El alargamiento, los U$S 169 millones es porque ahora no serán los pagos proporcionales. No serán constantes. La ingeniería de pagos hace que vayan cambiando los porcentajes de pagos. Los porcentajes más bajos serán 2021,2022 y 2023 y ahí tenés el ahorro. Pero después se te hace más cuesta arriba”.

En esa dirección, reflejó que “cuando mirás 2028,2029 y 2030, es muy poquito lo que se paga. El porcentaje de capital para esos años es muy poco. Se está pagando todo en 2024,2025 y 2026. Será mucho más alto de lo que sería sin reestructuración. No lo veo bueno al acuerdo. Entendiendo las dificultades para negociar, pero se podría hacer algo mejor. A la provincia no la beneficia, sino sólo a esta gestión actual”. Y al respecto, consideró que los pagos más abultados para más adelante podrían generar un nuevo colapso de las finanzas: “Hubiera sido mejor estructurar los vencimientos en el mismo plazo, pero de otra manera, porque a la provincia no lo va a beneficiar. Va a tener una crisis de deuda dentro de tres años”.

Haciendo una comparación con los términos epidemiológicos, indicó: “Un mejor acuerdo podría haber sido distribuir los pagos. Aplanar la curva. Si pedís hasta 2030, pero que los pagos sean más parejos, pero que no tengas un pico. Y eso va ser en 2024-25-26”.

Enterate de las noticias de ECONOMIA a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.
20 NOV 2020 - 19:34

Días atrás la provincia de Chubut anunció un principio de acuerdo con los acreedores internacionales por el Bocade, el bono de U$S 650 millones que tenía vencimiento en 2026. Según el documento oficial, la provincia habría acordado extender los plazos cuatro años más, hasta 2030 y aliviar la carga financiera de los próximos tres años.

De este modo el alivio financiero llegaría a los 169 millones de dólares hasta octubre de 2023, hacia fines de la gestión actual. El arreglo por el reperfilamiento de los pasivos llega un momento donde la provincia había empezado a abonar la primera amortización de capital, por la cual, en octubre, en conjunto con los intereses debió abonar 39 millones de dólares, con la garantía de las regalías petroleras.

Entre los puntos principales, se resalta que “la modificación del perfil de amortizaciones, extendiendo el vencimiento de los Bonos hasta el 26 de julio de 2030, y ofreciendo alivio significativo en el servicio de la deuda durante 2021, 2022 y 2023”.

Por su parte, el interés de los Bonos modificados con vencimiento en 2030 devengará a una tasa anual del 7,50% hasta el 26 de octubre de 2021 y, en adelante, a una tasa anual de 7,75% por año, pagadero trimestralmente cada 26 de enero, 26 de abril, 26 de julio y 26 de octubre.

Habrá una mejora en la garantía, dado que regalías adicionales serán cedidas bajo la estructura modificada. Y un pago por consentimiento fijo en efectivo equivalente a 50 puntos básicos del monto de capital en circulación, a ser distribuido entre los tenedores que otorguen su consentimiento de manera anticipada. Esto equivaldría al 0,5% del capital circulante, que son 623 millones de dólares. Es decir el Gobierno tendrá que desembolsar algo cercano a los U$S 3,1 millones.

De acuerdo con los términos del Contrato de Fideicomiso, la Provincia requerirá el consentimiento de los tenedores del 75% o más del monto de capital total de los Bonos en circulación para llevar adelante exitosamente la Solicitud de Consentimientos.

El perfil de amortizaciones de los Bonos será modificado para aplanar el repago del capital durante la vigencia de los Bonos modificados. A través de dicha estructura de enmienda, la Provincia alcanzará un máximo acumulado de alivio de servicios de deuda de USD 169 millones hasta octubre de 2023.

Chubut de esta forma se convierte en la segunda provincia encaminada a una renegociación de la deuda, después que lo hiciera Mendoza.

De acuerdo al documento que acercó el ministro de Economía Oscar Antonena a la Legislatura, los miembros del Grupo de acreedores con los que se alcanzó un acuerdo preliminar representan un porcentaje “alto de tenencias”, que se estima entre el 45% y el 50%. Es decir no llegan al 75% requerido para autorizar la reestructuración. Al respecto desde Economía remarcan que “los tenedores del Bocade están sumamente dispersos y obtener el consentimiento adicional para lograr la mayoría contractualmente requerida también presenta un desafío importante”.

Hubo 11 interacciones con los bonistas en la negociación. La propuesta inicial de la provincia, cuatro contrapropuestas de los tenedores de deuda y otras seis contrapropuestas del lado de Chubut, de la cual la última tuvo aceptación por este grupo de acreedores.

En conjunto, se contempla un “proceso de solicitud de consentimiento de los tenedores elegibles para modificar los bonos, el contrato de fideicomiso que rige los bonos y la garantía”. Aunque se aclara que “no hay certeza respecto a que dicho acuerdo, autorizaciones y documentos serán obtenidos o finalizados acorde a lo esperado, ni que la solicitud de consentimiento será exitosa”.

Entre los puntos de acuerdo, se refleja que el interés de los bonos modificados hasta el 2030 tendrá una tasa del 7,50% por año hasta el 26 de octubre de 2021, y en adelante una tasa del 7,75% por año, además de las garantías mejoradas y ampliadas del sector petrolero.

Visión de los analistas

El ex ministro de Economía, Luís Tarrío, consideró que el principio de acuerdo es “bueno”. Marcó que “todo lo que mejore y ayuda a la caja es positivo. La ampliación de la base de regalías, mejora la garantía, pero no significa que le descontarán más dinero. Lo que sobra se devuelve. Hay que promover ahora mayor exportación, mayor producción de crudo”.

Por otro lado, sobre la extensión de los plazos hasta 2030, indicó que bajará el nivel de carga trimestral: “El impacto de los 40 millones de dólares cada tres meses del Bocade va a ser menor porque al extender los plazos la cuota va cambiar. La cuota bajará, falta el detalle de los pagos hacia adelante. Pagás más intereses al final, pero aliviás la cuota que vas pagando. Es plata para la caja”.

Asimismo, opinó que “para los bonistas es un buen negocio, a una buena tasa de interés, buenas garantías y en vez de terminar el negocio en 4 años, termina en 10. El que está adentro y está tranquilo que cobra siempre, le asegurás un buen rendimiento para los próximos años”.

Tarrío se mostró optimista de que el arreglo permita encaminar el mes a mes a partir del 2021. “Creo que se pueden acomodar. Lo que pasa es que tienen que reformular la manera de aumentar los sueldos. De otra manera, para adecuarlo a la realidad”.

El economista Facundo Ball, fue crítico con los marcos del acuerdo. “La extensión de los plazos no termina afectanado en nada. El alargamiento, los U$S 169 millones es porque ahora no serán los pagos proporcionales. No serán constantes. La ingeniería de pagos hace que vayan cambiando los porcentajes de pagos. Los porcentajes más bajos serán 2021,2022 y 2023 y ahí tenés el ahorro. Pero después se te hace más cuesta arriba”.

En esa dirección, reflejó que “cuando mirás 2028,2029 y 2030, es muy poquito lo que se paga. El porcentaje de capital para esos años es muy poco. Se está pagando todo en 2024,2025 y 2026. Será mucho más alto de lo que sería sin reestructuración. No lo veo bueno al acuerdo. Entendiendo las dificultades para negociar, pero se podría hacer algo mejor. A la provincia no la beneficia, sino sólo a esta gestión actual”. Y al respecto, consideró que los pagos más abultados para más adelante podrían generar un nuevo colapso de las finanzas: “Hubiera sido mejor estructurar los vencimientos en el mismo plazo, pero de otra manera, porque a la provincia no lo va a beneficiar. Va a tener una crisis de deuda dentro de tres años”.

Haciendo una comparación con los términos epidemiológicos, indicó: “Un mejor acuerdo podría haber sido distribuir los pagos. Aplanar la curva. Si pedís hasta 2030, pero que los pagos sean más parejos, pero que no tengas un pico. Y eso va ser en 2024-25-26”.


NOTICIAS RELACIONADAS