Facón Grande Libros: la reivindicación de la lectura

En un mundo encaminado a la lectura de textos digitales, una pequeña editorial emerge en Trelew con ánimo de fortalecer el hábito de la lectura en libros en papel. Dos personas llevan adelante este proyecto familiar que tiene como objetivo poner libros económicos al alcance de los lectores.

07 DIC 2020 - 20:26 | Actualizado

Por Martín Tacón

Ellos son Lorena Naón y Pablo Domínguez. Lorena es agente sanitaria fuera de ejercicio y se dedica completamente a la editorial. Pablo es recolector de basura, trabaja por las mañanas en la empresa Ashira y por las tardes se avoca al trabajo en la editorial.

“Nuestra relación con la literatura se da en calidad de lectores y de amantes de los libros”, dice Pablo. “La editorial nació en 2019 como una idea de generar un ingreso económico familiar a través de algo que nos gusta hacer: editar y producir libros de manera artesanal”.

El nombre Facón Grande fue tomado en honor a José Font, un obrero referente de las huelgas rurales de 1920 en Santa Cruz. “Es parte de la identidad patagónica de la clase trabajadora –dice Pablo–, en él se sintetizan el coraje y las ganas de aprender cosas nuevas para cambiar la realidad”.

Sus géneros predilectos son literatura, ensayos políticos, feminismo y agroecología. Además de títulos clásicos, también han publicado dos libros de autores locales. “Hicieron grande al deporte” (noviembre 2020), memorias de un programa radial de Alberto Astutti, compilado por Sebastián Pérez Astutti; y “Ciruja Yuyero” (julio 2020) de Leonardo Sunino, un recetario con plantas del Virch. La editorial Facón Grande estuvo a cargo de la edición, el diseño, la impresión y el armado de estos dos libros.

Afinidad con el lector

Al momento de abrir sus puertas, la editorial afrontó un mercado estructurado por una sociedad que culturalmente parece estar perdiendo poco a poco los valores de la lectura recreativa. Sin embargo, Facón Grande se encontró con un público predispuesto. “La gente compra libros sin ninguna duda”, dice Pablo. “Quizás no es el mejor momento económico en nuestra región y eso hace que muchos se queden con las ganas de comprar más de un libro. Nosotros ofrecemos libros económicos en comparación a los precios de las grandes editoriales”.

“Nuestro público es muy variado”, afirma. En tiempos de pandemia, la entrega en mano de libros fue todo un provecho. “El hecho de hacer reparto a domicilio nos ha permitido recorrer la mayoría de los barrios de Trelew entregando, entre otros títulos, Ciruja Yuyero. Ahora nos está pasando lo mismo con Hicieron grande al deporte”.

La editorial Facón Grande se caracteriza por su perfil itinerante: montan stand en zonas estratégicas de la ciudad para atraer la atención de eventuales lectores. “Una experiencia linda que nos toca vivir es cuando vamos a vender al centro de Trelew o a Playa Unión y se acerca gente a mirar y nos felicitan por ofrecer libros en la calle”.

Los autores de nuestra zona se van haciendo eco del crecimiento de la editorial. “De a poco nos vamos haciendo conocidos entre autores locales. Creemos que este 2020 es un año muy especial para todos. Quizás el año que viene nos encuentre publicando a más de dos autores locales como lo hicimos este año, que para nosotros no es poca cosa. Nuestras propuestas para ellos son varias y siempre apuntan a buscar la forma de que las dos partes salgan beneficiadas de manera justa y que publicar un libro no sea algo imposible desde lo monetario”.

A pulmón

La editorial se nutre de la pasión por la literatura. Partiendo de un trabajo íntegramente artesanal, Pablo Domínguez cuenta cuáles son los materiales y equipos que utilizan: “Nuestro pequeño taller tiene una PC, una impresora a tóner blanco y negro y una impresora a color para las tapas. Para la parte de encuadernación, nos hemos fabricado nuestras propias herramientas como prensas de madera para el armado y el prensado de los libros”.

El proceso de edición y manufacturación es en sí mismo un arte. “En la primera parte editamos y revisamos el texto. En segundo lugar, hacemos la maqueta de lo que va a ser el libro. Luego hacemos la impresión. El paso siguiente es el plegado manual de todas las hojas. Luego se hace el cocido y pegado del lomo. De ahí sale el libro armado que va a quedar prensado durante algunas horas. Mientras tanto, se imprime la tapa que va a ser colocada cuando el libro ya está seco”.

Su primer clásico vendido fue “Aguafuertes porteñas”, de Roberto Arlt. La elección de los clásicos está basada en una simbiosis entre sus gustos personales y la afinidad de ideas. “Los títulos clásicos los elegimos pensando en aquellos que tuvieron pocas reediciones y casi no se consiguen y en otros casos pensamos en aquellos que se venden a valores muy altos”. También han editado libros de difícil obtención como “La patria fusilada”, relato feroz narrado por los sobrevivientes de la Masacre de Trelew y escrito por el poeta y periodista Francisco “Paco” Urondo.

Sus libros más publicados son los locales. Entre “Hicieron grande al deporte” y “Ciruja Yuyero”, sus dos libros de autor editados hasta el momento, Facón Grande lanzó alrededor de 350 ejemplares al cabo de dos ediciones. El libro de Leonardo Sunino es el más vendido hasta la fecha.

El aroma de las páginas

Existe una dicotomía entre los libros en papel y los libros digitales. Producir libros artesanales a esta altura del siglo XXI es un trabajo nostálgico y reivindicativo que marcha a contrapelo de las tendencias que apuntan a la virtualidad, la lectura digital y los ebooks. “Ese tema estamos aprendiendo a enfocarlo de otra manera”, asegura Pablo. “Quizás ya no existe tal dicotomía y las dos formas de lectura avanzan hacia una convivencia cada vez mayor. Nosotros todavía elegimos el libro de papel, el libro objeto que pasa de mano en mano, al que se le pueden oler las hojas como si fueran flores, el que ocupa lugar y se luce en los estantes. Pero el libro digital también es una realidad que está poniendo títulos al alcance de la mano”.

Pablo Domínguez cuenta que uno de los libros editados por Facón Grande está transcendiendo lindes impensados. “Leonardo Sunino, autor de Ciruja Yuyero, decidió liberar su libro y lo subió en formato digital a las redes sociales. Ahora ese libro ya está cruzando como mínimo los límites de lo regional”.

A los jóvenes de la nueva generación se los acusa de escasa lectura, sin embargo Pablo Domínguez sostiene que el interés por los libros sigue intacto. “Nuestra corta experiencia como vendedores de libros en la calle nos muestra que los más interesados son los jóvenes que preguntan sin pudor y a veces hojean los libros. Nos animamos a decir que los jóvenes siguen leyendo y no tienen reparos en hacerlo a través de otros formatos”.

La editorial Facón Grande no teme al avance de la tecnología ni a las tendencias de formato. “Nos parece que es una elección de cada lector en qué formato leer”, dice Pablo. “No nos proponemos luchar contra lo digital, sino más bien esforzarnos para ofrecer un libro cada vez más lindo y accesible para quienes todavía eligen el papel”.

07 DIC 2020 - 20:26

Por Martín Tacón

Ellos son Lorena Naón y Pablo Domínguez. Lorena es agente sanitaria fuera de ejercicio y se dedica completamente a la editorial. Pablo es recolector de basura, trabaja por las mañanas en la empresa Ashira y por las tardes se avoca al trabajo en la editorial.

“Nuestra relación con la literatura se da en calidad de lectores y de amantes de los libros”, dice Pablo. “La editorial nació en 2019 como una idea de generar un ingreso económico familiar a través de algo que nos gusta hacer: editar y producir libros de manera artesanal”.

El nombre Facón Grande fue tomado en honor a José Font, un obrero referente de las huelgas rurales de 1920 en Santa Cruz. “Es parte de la identidad patagónica de la clase trabajadora –dice Pablo–, en él se sintetizan el coraje y las ganas de aprender cosas nuevas para cambiar la realidad”.

Sus géneros predilectos son literatura, ensayos políticos, feminismo y agroecología. Además de títulos clásicos, también han publicado dos libros de autores locales. “Hicieron grande al deporte” (noviembre 2020), memorias de un programa radial de Alberto Astutti, compilado por Sebastián Pérez Astutti; y “Ciruja Yuyero” (julio 2020) de Leonardo Sunino, un recetario con plantas del Virch. La editorial Facón Grande estuvo a cargo de la edición, el diseño, la impresión y el armado de estos dos libros.

Afinidad con el lector

Al momento de abrir sus puertas, la editorial afrontó un mercado estructurado por una sociedad que culturalmente parece estar perdiendo poco a poco los valores de la lectura recreativa. Sin embargo, Facón Grande se encontró con un público predispuesto. “La gente compra libros sin ninguna duda”, dice Pablo. “Quizás no es el mejor momento económico en nuestra región y eso hace que muchos se queden con las ganas de comprar más de un libro. Nosotros ofrecemos libros económicos en comparación a los precios de las grandes editoriales”.

“Nuestro público es muy variado”, afirma. En tiempos de pandemia, la entrega en mano de libros fue todo un provecho. “El hecho de hacer reparto a domicilio nos ha permitido recorrer la mayoría de los barrios de Trelew entregando, entre otros títulos, Ciruja Yuyero. Ahora nos está pasando lo mismo con Hicieron grande al deporte”.

La editorial Facón Grande se caracteriza por su perfil itinerante: montan stand en zonas estratégicas de la ciudad para atraer la atención de eventuales lectores. “Una experiencia linda que nos toca vivir es cuando vamos a vender al centro de Trelew o a Playa Unión y se acerca gente a mirar y nos felicitan por ofrecer libros en la calle”.

Los autores de nuestra zona se van haciendo eco del crecimiento de la editorial. “De a poco nos vamos haciendo conocidos entre autores locales. Creemos que este 2020 es un año muy especial para todos. Quizás el año que viene nos encuentre publicando a más de dos autores locales como lo hicimos este año, que para nosotros no es poca cosa. Nuestras propuestas para ellos son varias y siempre apuntan a buscar la forma de que las dos partes salgan beneficiadas de manera justa y que publicar un libro no sea algo imposible desde lo monetario”.

A pulmón

La editorial se nutre de la pasión por la literatura. Partiendo de un trabajo íntegramente artesanal, Pablo Domínguez cuenta cuáles son los materiales y equipos que utilizan: “Nuestro pequeño taller tiene una PC, una impresora a tóner blanco y negro y una impresora a color para las tapas. Para la parte de encuadernación, nos hemos fabricado nuestras propias herramientas como prensas de madera para el armado y el prensado de los libros”.

El proceso de edición y manufacturación es en sí mismo un arte. “En la primera parte editamos y revisamos el texto. En segundo lugar, hacemos la maqueta de lo que va a ser el libro. Luego hacemos la impresión. El paso siguiente es el plegado manual de todas las hojas. Luego se hace el cocido y pegado del lomo. De ahí sale el libro armado que va a quedar prensado durante algunas horas. Mientras tanto, se imprime la tapa que va a ser colocada cuando el libro ya está seco”.

Su primer clásico vendido fue “Aguafuertes porteñas”, de Roberto Arlt. La elección de los clásicos está basada en una simbiosis entre sus gustos personales y la afinidad de ideas. “Los títulos clásicos los elegimos pensando en aquellos que tuvieron pocas reediciones y casi no se consiguen y en otros casos pensamos en aquellos que se venden a valores muy altos”. También han editado libros de difícil obtención como “La patria fusilada”, relato feroz narrado por los sobrevivientes de la Masacre de Trelew y escrito por el poeta y periodista Francisco “Paco” Urondo.

Sus libros más publicados son los locales. Entre “Hicieron grande al deporte” y “Ciruja Yuyero”, sus dos libros de autor editados hasta el momento, Facón Grande lanzó alrededor de 350 ejemplares al cabo de dos ediciones. El libro de Leonardo Sunino es el más vendido hasta la fecha.

El aroma de las páginas

Existe una dicotomía entre los libros en papel y los libros digitales. Producir libros artesanales a esta altura del siglo XXI es un trabajo nostálgico y reivindicativo que marcha a contrapelo de las tendencias que apuntan a la virtualidad, la lectura digital y los ebooks. “Ese tema estamos aprendiendo a enfocarlo de otra manera”, asegura Pablo. “Quizás ya no existe tal dicotomía y las dos formas de lectura avanzan hacia una convivencia cada vez mayor. Nosotros todavía elegimos el libro de papel, el libro objeto que pasa de mano en mano, al que se le pueden oler las hojas como si fueran flores, el que ocupa lugar y se luce en los estantes. Pero el libro digital también es una realidad que está poniendo títulos al alcance de la mano”.

Pablo Domínguez cuenta que uno de los libros editados por Facón Grande está transcendiendo lindes impensados. “Leonardo Sunino, autor de Ciruja Yuyero, decidió liberar su libro y lo subió en formato digital a las redes sociales. Ahora ese libro ya está cruzando como mínimo los límites de lo regional”.

A los jóvenes de la nueva generación se los acusa de escasa lectura, sin embargo Pablo Domínguez sostiene que el interés por los libros sigue intacto. “Nuestra corta experiencia como vendedores de libros en la calle nos muestra que los más interesados son los jóvenes que preguntan sin pudor y a veces hojean los libros. Nos animamos a decir que los jóvenes siguen leyendo y no tienen reparos en hacerlo a través de otros formatos”.

La editorial Facón Grande no teme al avance de la tecnología ni a las tendencias de formato. “Nos parece que es una elección de cada lector en qué formato leer”, dice Pablo. “No nos proponemos luchar contra lo digital, sino más bien esforzarnos para ofrecer un libro cada vez más lindo y accesible para quienes todavía eligen el papel”.


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