Ailén realizó una proeza en el río Negro: "Me concentré en nadar y no en cuánto faltaba"

La nadadora rionegrina Ailén Lascano recorrió 115 kms y unió Guardia Mitre con Viedma en 17 horas por el río Negro. sin traje de neoprene.

10 MAR 2021 - 20:27 | Actualizado

La nadadora viedmense Ailén Lascano Micaz, de 30 años, se convirtió el domingo pasado en la primera deportista rionegrina en nadar 114,67 kilómetros en 17 horas, 24 minutos y 4 segundos para unir Guardia Mitre hasta Viedma en las aguas del río Negro. Además, Ailén figura como la número 1 en el Ranking WorldCup IWSA (International Winter Swimming Association) en la temporada 2018-2019 y 2019-2020, y también se convirtió en la primera mujer en completar ese recorrido en aguas abiertas sin traje de neoprene.

Según explicó, en diálogo con “Tiempo Deportivo”, este desafío nació cuando se suspendieron y se cancelaron todas las competencias de la temporada 2020 por la pandemia de coronavirus.

“Para mi familia siempre fue importante que sepamos nadar, desde chiquitos nos llevaron a aprender, somos tres hermanos, ya cuando aprendí a nadar bien estaba en edad de competencia, desde siempre estuve nadando, de la pileta pasé a aguas abiertas, después me enfoqué en la Universidad, estudié Licenciatura en Administración y cuando me recibí conocí la disciplina de aguas frías, me encantó me sentía muy cómoda, desafiante, pero entrenando fui bajando de temperaturas hasta llegar a las aguas heladas, donde fui a competir al Circuito Internacional. El año pasado se suspendieron todas las competencias, me encontré en casa en Viedma viendo que podía hacer, planteé este nado que ya se había hecho por otro viedmense hace dos años, sin traje de neoprene, sin asistencia, buscando hacerlo según las reglas de los desafíos internacionales y empecé la preparación, por suerte fue un éxito y estoy muy feliz”.

Ailén contó que “la temperatura del río está entre 18° y 20°, a partir de tantas horas empieza a afectar el frío. Uno no sufre, se entrena y se prepara tanto que se acostumbra a las situaciones. Las competencias se practican como deporte, pero en muchos lugares también se hace como una actividad saludable, desde niños hasta abuelos se meten en condiciones heladas, algo cultural que les hace bien. Yo no me siento tan loca (risas), pero sé que llama mucho la atención”.

Previa y post

“Fue con una carga de carbohidratos importante, los últimos tres días, también tenía que estar muy bien hidratada, muy tranquila para poder descansar bien, no estresar el cuerpo ni la mente antes de la carrera. Partimos a las 22.30hs, fueron ocho horas de nado nocturno, yo me acostumbré a nadar en la oscuridad sin ver nada, pero para las personas que me acompañaban en el apoyo fue complicado, había lugares que esquivar, en el amanecer bajó la temperatura, más frío que a la noche. Una embarcación iba adelante y un kayak al lado mío y otra embarcación atrás con la hidratación”.

“El nado fue continuo y solo frenaba para hidratarme, sin tocar la embarcación, me tiraban una botella, comía esta comida líquida, hidratantes, geles, intercalando según programamos, siempre flotando sin tocar la embarcación según reglamento. Si se termina el nado deja de ser oficial porque se tuvo asistencia, lo mismo que usar traje de neoprene es una asistencia, por eso no se usa”, explicó.

“Por suerte no tuve calambres, pero las últimas tres horas tenía muchos dolores en las muñecas, los dedos, hombros, fueron difíciles, la parte de los pensamientos también la preparé, que iba a pensar si me cansaba, si decidía que no podía seguir, tuve algunos, pero rápidamente los sacaba de la mente y solo pensaba en bracear, me concentré en nadar y no en cuánto faltaba para que no me afectara negativamente. Esto lo venía trabajando en las competencias de aguas heladas instintivamente sola, y para esta maratón trabajé con una amiga de Chile que es nadadora y psicóloga y me fui dando herramientas para ir preparándolo”.

La rionegrense expresó que “las distancias en aguas heladas son cortas, hasta un kilómetro, los entrenamientos no eran tan largos, para esta competencia me preparé en la pileta nadando entre 6 y 10kms, y también nado en el río de no más de 30kms”.

Aguas heladas

Ailén hizo dos temporadas de aguas heladas: “Fui a varios lugares como Alemania, Rusia, Suecia, Eslovenia, Polonia, Holanda y Gran Bretaña. Los lugares más fríos fueron Alemania y Rusia. En Rusia fue la competencia donde hizo más frío afuera, -15°, nadé cinco distancias, eran cortas pero muchas veces. Las primeras tres me sentía bien, pero las dos últimas hacía demasiado frío, salía de la pileta que era un río congelado y el toallón se congelaba, las antiparras también, mientras esperaba mi turno era lo más difícil, había que concentrarse mucho”.

Hay dos organizaciones que rigen el deporte: Natación de Invierno, con temperaturas de 6° como mínimo y la otra es Aguas Heladas que el agua tiene que estar entre 0° y 5°. Son sin protección térmica, con un solo gorro de natación, en la pileta se parte desde abajo y las vueltas son tocando la pared con la mano. Cada organización tiene sus copas de mundo donde hay un resultado final a través de un ranking.

Nuevos desafíos

“Tengo una competencia de 48kms en Manhattan en julio y me voy a preparar para la ‘Misa Helada’, que es la máxima distancia a nadar en aguas heladas. Normalmente las competencias de aguas heladas son de 1km, en esta son 1.600mts, esto lo tengo que coordinar yo para hacerlo en Argentina o Chile con una persona oficial para oficializar el nado. Hay que gestionar donde está el agua entre 0° y 5° y el tema de seguridad. Esos son mis objetivos personales para este 2021”.

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10 MAR 2021 - 20:27

La nadadora viedmense Ailén Lascano Micaz, de 30 años, se convirtió el domingo pasado en la primera deportista rionegrina en nadar 114,67 kilómetros en 17 horas, 24 minutos y 4 segundos para unir Guardia Mitre hasta Viedma en las aguas del río Negro. Además, Ailén figura como la número 1 en el Ranking WorldCup IWSA (International Winter Swimming Association) en la temporada 2018-2019 y 2019-2020, y también se convirtió en la primera mujer en completar ese recorrido en aguas abiertas sin traje de neoprene.

Según explicó, en diálogo con “Tiempo Deportivo”, este desafío nació cuando se suspendieron y se cancelaron todas las competencias de la temporada 2020 por la pandemia de coronavirus.

“Para mi familia siempre fue importante que sepamos nadar, desde chiquitos nos llevaron a aprender, somos tres hermanos, ya cuando aprendí a nadar bien estaba en edad de competencia, desde siempre estuve nadando, de la pileta pasé a aguas abiertas, después me enfoqué en la Universidad, estudié Licenciatura en Administración y cuando me recibí conocí la disciplina de aguas frías, me encantó me sentía muy cómoda, desafiante, pero entrenando fui bajando de temperaturas hasta llegar a las aguas heladas, donde fui a competir al Circuito Internacional. El año pasado se suspendieron todas las competencias, me encontré en casa en Viedma viendo que podía hacer, planteé este nado que ya se había hecho por otro viedmense hace dos años, sin traje de neoprene, sin asistencia, buscando hacerlo según las reglas de los desafíos internacionales y empecé la preparación, por suerte fue un éxito y estoy muy feliz”.

Ailén contó que “la temperatura del río está entre 18° y 20°, a partir de tantas horas empieza a afectar el frío. Uno no sufre, se entrena y se prepara tanto que se acostumbra a las situaciones. Las competencias se practican como deporte, pero en muchos lugares también se hace como una actividad saludable, desde niños hasta abuelos se meten en condiciones heladas, algo cultural que les hace bien. Yo no me siento tan loca (risas), pero sé que llama mucho la atención”.

Previa y post

“Fue con una carga de carbohidratos importante, los últimos tres días, también tenía que estar muy bien hidratada, muy tranquila para poder descansar bien, no estresar el cuerpo ni la mente antes de la carrera. Partimos a las 22.30hs, fueron ocho horas de nado nocturno, yo me acostumbré a nadar en la oscuridad sin ver nada, pero para las personas que me acompañaban en el apoyo fue complicado, había lugares que esquivar, en el amanecer bajó la temperatura, más frío que a la noche. Una embarcación iba adelante y un kayak al lado mío y otra embarcación atrás con la hidratación”.

“El nado fue continuo y solo frenaba para hidratarme, sin tocar la embarcación, me tiraban una botella, comía esta comida líquida, hidratantes, geles, intercalando según programamos, siempre flotando sin tocar la embarcación según reglamento. Si se termina el nado deja de ser oficial porque se tuvo asistencia, lo mismo que usar traje de neoprene es una asistencia, por eso no se usa”, explicó.

“Por suerte no tuve calambres, pero las últimas tres horas tenía muchos dolores en las muñecas, los dedos, hombros, fueron difíciles, la parte de los pensamientos también la preparé, que iba a pensar si me cansaba, si decidía que no podía seguir, tuve algunos, pero rápidamente los sacaba de la mente y solo pensaba en bracear, me concentré en nadar y no en cuánto faltaba para que no me afectara negativamente. Esto lo venía trabajando en las competencias de aguas heladas instintivamente sola, y para esta maratón trabajé con una amiga de Chile que es nadadora y psicóloga y me fui dando herramientas para ir preparándolo”.

La rionegrense expresó que “las distancias en aguas heladas son cortas, hasta un kilómetro, los entrenamientos no eran tan largos, para esta competencia me preparé en la pileta nadando entre 6 y 10kms, y también nado en el río de no más de 30kms”.

Aguas heladas

Ailén hizo dos temporadas de aguas heladas: “Fui a varios lugares como Alemania, Rusia, Suecia, Eslovenia, Polonia, Holanda y Gran Bretaña. Los lugares más fríos fueron Alemania y Rusia. En Rusia fue la competencia donde hizo más frío afuera, -15°, nadé cinco distancias, eran cortas pero muchas veces. Las primeras tres me sentía bien, pero las dos últimas hacía demasiado frío, salía de la pileta que era un río congelado y el toallón se congelaba, las antiparras también, mientras esperaba mi turno era lo más difícil, había que concentrarse mucho”.

Hay dos organizaciones que rigen el deporte: Natación de Invierno, con temperaturas de 6° como mínimo y la otra es Aguas Heladas que el agua tiene que estar entre 0° y 5°. Son sin protección térmica, con un solo gorro de natación, en la pileta se parte desde abajo y las vueltas son tocando la pared con la mano. Cada organización tiene sus copas de mundo donde hay un resultado final a través de un ranking.

Nuevos desafíos

“Tengo una competencia de 48kms en Manhattan en julio y me voy a preparar para la ‘Misa Helada’, que es la máxima distancia a nadar en aguas heladas. Normalmente las competencias de aguas heladas son de 1km, en esta son 1.600mts, esto lo tengo que coordinar yo para hacerlo en Argentina o Chile con una persona oficial para oficializar el nado. Hay que gestionar donde está el agua entre 0° y 5° y el tema de seguridad. Esos son mis objetivos personales para este 2021”.


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