Emotivo relato para un sentido homenaje a Carlos Hughes
Su compañero de ruta en las transmisiones deportivas de la radio en los noventa, Elio Fragoza, lo recordó en el apasionado relato del gol de Hauche, en el último San Lorenzo-Argentinos. "Siempre respeté sus silencios", contó el relator, en un extenso anecdotario de todo su vasto repertorio, en una imperdible nota en "Tiempo Deportivo". (Video).
Los memoriosos recordarán a la dupla que integraron durante gran parte de la década del noventa en LU20 Radio Chubut. Elio Carlos Fragoza y Carlos Daniel Hughes fueron los encargados de relatar todo evento deportivo del Valle. Los recuerdos se apilan y rápidamente aparecen en la memoria los torneos de la Liga del Valle, las campañas de Germinal en el Argentino A y el Preolímpico de Básquet en Neuquén.
El relator sanantoniense que marcó una época en laradiochubutenseestá radicado hace un par de años en Buenos Aires y actualmente relata la Copa de la Liga Profesional para AM990 Radio Splendid.
Enterado del fallecimiento de su entrañable amigo Carlitos. quiso hacerle un homenaje utilizando palabras de un escrito del editor de Jornada publicado en octubre de 2020.
En el final de la charla en Cadena Tiempo, Elio presentó su relato homenaje a Carlos Hughes.
VOS TAMBIÉN TE VAS A MORIR
A los codazos y entre funerales ahora comprendemos que el tiempo pasa y no vuelve, que no existe el después, que mañana es tarde y que la semana que viene es una metáfora prepotente, una aspiración de ideales, una conjetura optimista y pretenciosa. Que no hay una próxima madrugada si no hubo ayer y que hoy es el único día, el momento mágico, el instante insuperable, palpable y a nuestro alcance.
Que las copas se chocan cuando hay con qué llenarlas, que los amores que nos sorprenden hay que vivirlos, aunque después se sufran, porque no existe el olvido, ni hay eternas lealtades. Y que la vida, desde el llanto dejando el vientre hasta la tierra del final es una cosecha dolorosa e irremediables de momentos que ya no van a volver.
Solo las flores respiran en los cementerios y aun así llevan el camino inexorable de las nostalgias marchitas.
Puede el poeta darle la letra más deliciosa, hablar de besos a la distancia, de gozos eternos, de noches húmedas bajo sábanas con aroma a azahares y de caminatas bañadas de luna llena. Puede, seguro que puede, imaginar rosas sin espinas y muertes dulces navegando mares. Y puede, claro, prometer los amores eternos, no los fugaces. Pero si no lo hizo ayer, mañana quién sabe.
Se terminaron los escenarios posibles, las conjeturas concretas, el futuro escrito sobre un papel y los planes ideales. Se aniquilaron las certezas. La bestia asiática llegó para desnudar nuestras debilidades, cambió los climas y las ciudades. Nos mató los sueños y las libertades. Llegó para decirnos cuán humanos somos con nuestras fatalidades.
Si vas a hacerlo, si le vas a dar ese beso indeciso, si te faltó decirle te quiero como nunca quise a nadie, acaso sea el momento de dejar la imaginación y de pararse en realidades.
Vos también te vas a morir y ahí, bajo dos metros de tierra, se terminaron las chances.
Los memoriosos recordarán a la dupla que integraron durante gran parte de la década del noventa en LU20 Radio Chubut. Elio Carlos Fragoza y Carlos Daniel Hughes fueron los encargados de relatar todo evento deportivo del Valle. Los recuerdos se apilan y rápidamente aparecen en la memoria los torneos de la Liga del Valle, las campañas de Germinal en el Argentino A y el Preolímpico de Básquet en Neuquén.
El relator sanantoniense que marcó una época en laradiochubutenseestá radicado hace un par de años en Buenos Aires y actualmente relata la Copa de la Liga Profesional para AM990 Radio Splendid.
Enterado del fallecimiento de su entrañable amigo Carlitos. quiso hacerle un homenaje utilizando palabras de un escrito del editor de Jornada publicado en octubre de 2020.
En el final de la charla en Cadena Tiempo, Elio presentó su relato homenaje a Carlos Hughes.
VOS TAMBIÉN TE VAS A MORIR
A los codazos y entre funerales ahora comprendemos que el tiempo pasa y no vuelve, que no existe el después, que mañana es tarde y que la semana que viene es una metáfora prepotente, una aspiración de ideales, una conjetura optimista y pretenciosa. Que no hay una próxima madrugada si no hubo ayer y que hoy es el único día, el momento mágico, el instante insuperable, palpable y a nuestro alcance.
Que las copas se chocan cuando hay con qué llenarlas, que los amores que nos sorprenden hay que vivirlos, aunque después se sufran, porque no existe el olvido, ni hay eternas lealtades. Y que la vida, desde el llanto dejando el vientre hasta la tierra del final es una cosecha dolorosa e irremediables de momentos que ya no van a volver.
Solo las flores respiran en los cementerios y aun así llevan el camino inexorable de las nostalgias marchitas.
Puede el poeta darle la letra más deliciosa, hablar de besos a la distancia, de gozos eternos, de noches húmedas bajo sábanas con aroma a azahares y de caminatas bañadas de luna llena. Puede, seguro que puede, imaginar rosas sin espinas y muertes dulces navegando mares. Y puede, claro, prometer los amores eternos, no los fugaces. Pero si no lo hizo ayer, mañana quién sabe.
Se terminaron los escenarios posibles, las conjeturas concretas, el futuro escrito sobre un papel y los planes ideales. Se aniquilaron las certezas. La bestia asiática llegó para desnudar nuestras debilidades, cambió los climas y las ciudades. Nos mató los sueños y las libertades. Llegó para decirnos cuán humanos somos con nuestras fatalidades.
Si vas a hacerlo, si le vas a dar ese beso indeciso, si te faltó decirle te quiero como nunca quise a nadie, acaso sea el momento de dejar la imaginación y de pararse en realidades.
Vos también te vas a morir y ahí, bajo dos metros de tierra, se terminaron las chances.