Dos comodorenses aventureros y un viaje resumido en un libro

José Agrelo y Maylén Bouzón viajan desde hace dos años por el mundo. Se desplazan a dedo y apelan al alojamiento hospitalario, interactuando con los habitantes de cada lugar que visitan. Pasaron por tres continentes y lanzaron el libro “Un mundo diferente” con las experiencias del periplo.

23 MAY 2021 - 20:50 | Actualizado

Por Ismael Tebes / @ismatebes

Sin fecha de regreso y desde el lugar del mundo que toque, José Agrelo, un joven profesional comodorense, quiere romper los esquemas del turismo “que hacen todos” y prefiere elegir los caminos alternativos de la industria.

Su novia es la “socia” ideal para llevar adelante el viaje soñado, con solamente un pasaje de ida; sin planes de vuelo; ni cheek-ing, ni cheques de viajero. “Es un sueño que compartí con mi novia durante muchos tiempo. Los viajes se nos hacían cortos y no le encontrábamos sentido al sistema tradicional de trabajar todo el año para tener catorce o veintiún días de vacaciones”.

“A nosotros nos gusta involucrarnos con las personas, los lugares y conocerlos profundamente. No quedarnos solamente con los sitios turísticos”, cuenta desde Bremen, Alemania, el lugar que los cobijó después de permanecer tres meses varados en Marruecos debido a la pandemia. “Siempre hay países que nos interesan y hay un punto de partida donde encontramos alojamiento hospitalario, a través de una red para compartir con locales gratis y con el solo interés de conocer. Desde ahí nos vamos desplazando y siempre a dedo porque eso es parte de la aventura”.

“No tenés reloj, no sabes a qué hora vas a llegar; ni si efectivamente vas a llegar. Si vas en un auto, dos o en un camión. También hubo gente que nos levantó en la ruta y nos terminó llevando a comer a su casa. Estamos abiertos a esos encuentros espontáneos porque nos enriquece viajar no solamente por el hecho de ser gratis sino que nos gusta el encuentro y conocer a los locales”, reconoce.

Agrelo quien es geólogo egresado de la Universidad Nacional de la Patagonia, admite el valor de la experiencia; el conocimiento y el aprendizaje que se adquiere a partir de la sumatoria de kilómetros. “Con lo que más nos quedamos es con todos esos desconocidos que terminaron volviéndose un poco familia; nos incluyeron como un miembro más; seguimos en contacto y estrechamos vínculos muy fuertes a pesar de las diferencias culturales”.

Por si hacía falta resguardar lo vivido, compartirlo y mostrar “otra” cara de las cosas que suelen leerse en las páginas de política internacional, José y Mailén Bouzón decidieron multiplicar los alcances de su viaje, autofinanciarse y en cierta forma, agradecer la solidaridad de todos con la publicación del libro

“Un mundo diferente”, una descripción personal de su recorrida por 46 países desde su partida en enero del año 2018. “El libro pone foco en la cantidad de gente que nos abrió sus puertas y busca mostrar esa otra cara del mundo. Quizás antes teníamos miedo de salir porque siempre se transmite el miedo y lo peligroso. Toda esta gente que nos cruzamos no está reflejada en ningún lado, es muy poco el tiempo que se le dedica a las cosas buenas o a las personas que ayudan a otras sin ningún interés. Además de estas experiencias humanas, hay datos culturales e históricos de cada lugar que visitamos”, describe desde la virtualidad, en diálogo con el programa “Fase Cero” (Cadena Tiempo Comodoro).

El cuentakilómetros ya pasó largamente los 50 mil y siempre con la variable del “autostop” que termina revalorizando cada día de éstos dos años ininterrumpidos de ”andar” y compartir en complicidad con los lugareños, dispuestos a abrir sus autos y sus propios hogares casi con la misma consigna, en un idioma universal.

“Recorrimos –dijo José- Europa, África y Asia aunque ahora con pandemia es muy difícil planear algo ya que abren y cierran fronteras continuamente; piden test para ingresar a cada país y es un costo adicional que nunca contemplamos”.

Nunca termina de romperse del todo la magia porque al sentido romántico y liberal que tiene el viaje, hay que sostenerlo con trabajo. “Ahora queremos quedarnos en Europa un tiempo más para trabajar un poco acá y seguir costeándonos. En Comodoro trabajamos los dos mucho tiempo, tengo 33 años y mi novia 32. Salimos con ahorros, vendimos todo lo que teníamos y en el camino hemos hecho voluntariado, recaudamos dinero; hicimos postales y el libro es y será nuestra principal fuente de ingresos real”.

Vía Instagram se pueden seguir detalles del viaje en patagonia.almundo donde además un link permite adquirir el libro que ya está disponible en Buenos Aires (con envíos a todo el mundo) y en Comodoro Rivadavia para retirar en físico o por correo a cualquier punto del país. “A futuro saldrá el libro en digital y hay posibilidades de traducirlo al inglés”. Salvador Locheti se encargó de las correcciones; Nicolás Masllorens aportó las ilustraciones y Mariela Ocampo tuvo a su cargo el mapa interior. “Volver?. Por ahora no lo tenemos previsto pero siempre se extraña a las familias y a los amigos. Estaría muy bueno poder visitarlos”, resumió José.

23 MAY 2021 - 20:50

Por Ismael Tebes / @ismatebes

Sin fecha de regreso y desde el lugar del mundo que toque, José Agrelo, un joven profesional comodorense, quiere romper los esquemas del turismo “que hacen todos” y prefiere elegir los caminos alternativos de la industria.

Su novia es la “socia” ideal para llevar adelante el viaje soñado, con solamente un pasaje de ida; sin planes de vuelo; ni cheek-ing, ni cheques de viajero. “Es un sueño que compartí con mi novia durante muchos tiempo. Los viajes se nos hacían cortos y no le encontrábamos sentido al sistema tradicional de trabajar todo el año para tener catorce o veintiún días de vacaciones”.

“A nosotros nos gusta involucrarnos con las personas, los lugares y conocerlos profundamente. No quedarnos solamente con los sitios turísticos”, cuenta desde Bremen, Alemania, el lugar que los cobijó después de permanecer tres meses varados en Marruecos debido a la pandemia. “Siempre hay países que nos interesan y hay un punto de partida donde encontramos alojamiento hospitalario, a través de una red para compartir con locales gratis y con el solo interés de conocer. Desde ahí nos vamos desplazando y siempre a dedo porque eso es parte de la aventura”.

“No tenés reloj, no sabes a qué hora vas a llegar; ni si efectivamente vas a llegar. Si vas en un auto, dos o en un camión. También hubo gente que nos levantó en la ruta y nos terminó llevando a comer a su casa. Estamos abiertos a esos encuentros espontáneos porque nos enriquece viajar no solamente por el hecho de ser gratis sino que nos gusta el encuentro y conocer a los locales”, reconoce.

Agrelo quien es geólogo egresado de la Universidad Nacional de la Patagonia, admite el valor de la experiencia; el conocimiento y el aprendizaje que se adquiere a partir de la sumatoria de kilómetros. “Con lo que más nos quedamos es con todos esos desconocidos que terminaron volviéndose un poco familia; nos incluyeron como un miembro más; seguimos en contacto y estrechamos vínculos muy fuertes a pesar de las diferencias culturales”.

Por si hacía falta resguardar lo vivido, compartirlo y mostrar “otra” cara de las cosas que suelen leerse en las páginas de política internacional, José y Mailén Bouzón decidieron multiplicar los alcances de su viaje, autofinanciarse y en cierta forma, agradecer la solidaridad de todos con la publicación del libro

“Un mundo diferente”, una descripción personal de su recorrida por 46 países desde su partida en enero del año 2018. “El libro pone foco en la cantidad de gente que nos abrió sus puertas y busca mostrar esa otra cara del mundo. Quizás antes teníamos miedo de salir porque siempre se transmite el miedo y lo peligroso. Toda esta gente que nos cruzamos no está reflejada en ningún lado, es muy poco el tiempo que se le dedica a las cosas buenas o a las personas que ayudan a otras sin ningún interés. Además de estas experiencias humanas, hay datos culturales e históricos de cada lugar que visitamos”, describe desde la virtualidad, en diálogo con el programa “Fase Cero” (Cadena Tiempo Comodoro).

El cuentakilómetros ya pasó largamente los 50 mil y siempre con la variable del “autostop” que termina revalorizando cada día de éstos dos años ininterrumpidos de ”andar” y compartir en complicidad con los lugareños, dispuestos a abrir sus autos y sus propios hogares casi con la misma consigna, en un idioma universal.

“Recorrimos –dijo José- Europa, África y Asia aunque ahora con pandemia es muy difícil planear algo ya que abren y cierran fronteras continuamente; piden test para ingresar a cada país y es un costo adicional que nunca contemplamos”.

Nunca termina de romperse del todo la magia porque al sentido romántico y liberal que tiene el viaje, hay que sostenerlo con trabajo. “Ahora queremos quedarnos en Europa un tiempo más para trabajar un poco acá y seguir costeándonos. En Comodoro trabajamos los dos mucho tiempo, tengo 33 años y mi novia 32. Salimos con ahorros, vendimos todo lo que teníamos y en el camino hemos hecho voluntariado, recaudamos dinero; hicimos postales y el libro es y será nuestra principal fuente de ingresos real”.

Vía Instagram se pueden seguir detalles del viaje en patagonia.almundo donde además un link permite adquirir el libro que ya está disponible en Buenos Aires (con envíos a todo el mundo) y en Comodoro Rivadavia para retirar en físico o por correo a cualquier punto del país. “A futuro saldrá el libro en digital y hay posibilidades de traducirlo al inglés”. Salvador Locheti se encargó de las correcciones; Nicolás Masllorens aportó las ilustraciones y Mariela Ocampo tuvo a su cargo el mapa interior. “Volver?. Por ahora no lo tenemos previsto pero siempre se extraña a las familias y a los amigos. Estaría muy bueno poder visitarlos”, resumió José.


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