Silvana Ichazo manifestó sentirse mal debido a que “mi hija y mi familia me vean mal”, y relató que “un día lunes (7 de junio) el director decide apartar a una especialista en Terapia Intensiva, que somos sólo seis en la provincia, con diez años de antigüedad”.
La enfermera agregó que en una reunión del 4 de junio, la mitad del plantel de la UTI, de los 14 profesionales que se desempeñan en esa área, hizo una exposición de disconformidad con ella. “No sabía nada; tenía entendido que eran otros los temas a tratar, como tampoco lo sabía la otra mitad del personal. Fue una despellejada y me expusieron a tanta hostilidad”.
Señaló Ichazo que puso el tema en manos de abogados, y que se encuentra en su domicilio con mucha tristeza. “Siento que me apagaron como profesional, lo que no se lo deseo a nadie”. Advirtió que antes de removerla del cargo, no hubo instancias previas, como llamadas de atención de la Dirección del hospital o Dirección de Enfermería.
Sugirió que las autoridades deberían cuidar a quienes están en la primera línea de la lucha contra el Covid, trabajando en horario extendido, a punto tal de haber reunido 48 días hábiles de licencia. “Parece que haberme puesto la camiseta y hacer lo que hice no sirvió de nada”.
Rechazó la licenciada la denuncia de hostigamiento de parte del plantel de Terapia. “¿Cómo va a ser hostigamiento pedirle a alguien que llegue media hora antes al trabajo, o advertirle que está haciendo mal la medicación?”.
Entre lágrimas Ichazo afirmó que con sus abogados pedirá que se hagan las cosas como corresponde. “Al cargo no lo quiero; estuve cinco años cumpliendo responsabilidades de más, ¿para qué? No sirve, te sacan de un plumazo”.
Recalcó que “quiero volver a mi servicio, donde corresponde”. Y planteó que mientras una parte del grupo de profesionales de la UTI dice que ahora trabajan cómodos, la otra mitad le comenta que “no está trabajando en un buen ambiente. El servicio está claramente dividido”.
Llamó a ponerse a trabajar en el contexto de pandemia, y “dejarnos de joder con ciertas situaciones, y las cosas se aclaran hablando cara a cara; no soy irrespetuosa y quiero volver a mi servicio, donde puse tantos años de dedicación”.
Según Ichazo, “todos deberíamos tener autocrítica y no hostigar a alguien y decirle de todo. Necesitamos gente que labure, y se ponga la camiseta en este contexto de pandemia, con conocidos y amigos adentro de la terapia. Cómo se puede tener a una especialista en terapia intensiva con más de diez años de trabajo, con carpeta médica porque he tenido de todo, desde vértigo a faringitis. Esto es injusto y alguien lo tiene que pagar”. Trabajadores de Terapia dijeron que ahora están trabajando cómodos, librando la batalla contra el Covid-19, y que ellos mismos eligieron a la nueva jefa de Enfermería, habiendo sido votada mayoritariamente Gisela Vargas. #
Silvana Ichazo manifestó sentirse mal debido a que “mi hija y mi familia me vean mal”, y relató que “un día lunes (7 de junio) el director decide apartar a una especialista en Terapia Intensiva, que somos sólo seis en la provincia, con diez años de antigüedad”.
La enfermera agregó que en una reunión del 4 de junio, la mitad del plantel de la UTI, de los 14 profesionales que se desempeñan en esa área, hizo una exposición de disconformidad con ella. “No sabía nada; tenía entendido que eran otros los temas a tratar, como tampoco lo sabía la otra mitad del personal. Fue una despellejada y me expusieron a tanta hostilidad”.
Señaló Ichazo que puso el tema en manos de abogados, y que se encuentra en su domicilio con mucha tristeza. “Siento que me apagaron como profesional, lo que no se lo deseo a nadie”. Advirtió que antes de removerla del cargo, no hubo instancias previas, como llamadas de atención de la Dirección del hospital o Dirección de Enfermería.
Sugirió que las autoridades deberían cuidar a quienes están en la primera línea de la lucha contra el Covid, trabajando en horario extendido, a punto tal de haber reunido 48 días hábiles de licencia. “Parece que haberme puesto la camiseta y hacer lo que hice no sirvió de nada”.
Rechazó la licenciada la denuncia de hostigamiento de parte del plantel de Terapia. “¿Cómo va a ser hostigamiento pedirle a alguien que llegue media hora antes al trabajo, o advertirle que está haciendo mal la medicación?”.
Entre lágrimas Ichazo afirmó que con sus abogados pedirá que se hagan las cosas como corresponde. “Al cargo no lo quiero; estuve cinco años cumpliendo responsabilidades de más, ¿para qué? No sirve, te sacan de un plumazo”.
Recalcó que “quiero volver a mi servicio, donde corresponde”. Y planteó que mientras una parte del grupo de profesionales de la UTI dice que ahora trabajan cómodos, la otra mitad le comenta que “no está trabajando en un buen ambiente. El servicio está claramente dividido”.
Llamó a ponerse a trabajar en el contexto de pandemia, y “dejarnos de joder con ciertas situaciones, y las cosas se aclaran hablando cara a cara; no soy irrespetuosa y quiero volver a mi servicio, donde puse tantos años de dedicación”.
Según Ichazo, “todos deberíamos tener autocrítica y no hostigar a alguien y decirle de todo. Necesitamos gente que labure, y se ponga la camiseta en este contexto de pandemia, con conocidos y amigos adentro de la terapia. Cómo se puede tener a una especialista en terapia intensiva con más de diez años de trabajo, con carpeta médica porque he tenido de todo, desde vértigo a faringitis. Esto es injusto y alguien lo tiene que pagar”. Trabajadores de Terapia dijeron que ahora están trabajando cómodos, librando la batalla contra el Covid-19, y que ellos mismos eligieron a la nueva jefa de Enfermería, habiendo sido votada mayoritariamente Gisela Vargas. #