Pero en verdad, en ese trabajo lo acompañan las asociaciones vecinales, que en un organigrama que se precie tiene el trabajo duro y cotidiano de escuchar los reclamos del día a día muchas veces antes que el propio Estado.
Bienaventurados los barrios que cuentan con vecinos inquietos, donde todos se movilizan genuinamente cuando hay elecciones y todo esto se traduce en capacidad de gestión. Suelen ser los sectores que más rápido reciben obras y atención para mejorar su calidad de vida. Y bien merecido está porque nadie cobra por este trabajo.
En cambio, los barrios donde reina la apatía y la desconexión entre los residentes la tienen más complicada, porque las mejoras dependerán de un tercero ya que nadie quiere hacerse cargo.
Y no es que un municipio privilegie a unos sobre otros, sino simplemente que una gestión bien hecha logra que una inquietud llegue rápida y concisa a los despachos que deciden.
Trelew decidió homenajear a estos referentes. Que en realidad están de paso. Antes hubo nombres históricos y otros les seguirán.
Lo importante es que el vecinalismo se mueva, que haya discusiones, debates, ideas, proyectos. Eso significará que las ciudades están vivas y que los vecinos pelean por sus derechos, como ciudadanos y contribuyentes que son. Es la única forma de progreso.
Porque nada peor que la paz de los cementerios.
Pero en verdad, en ese trabajo lo acompañan las asociaciones vecinales, que en un organigrama que se precie tiene el trabajo duro y cotidiano de escuchar los reclamos del día a día muchas veces antes que el propio Estado.
Bienaventurados los barrios que cuentan con vecinos inquietos, donde todos se movilizan genuinamente cuando hay elecciones y todo esto se traduce en capacidad de gestión. Suelen ser los sectores que más rápido reciben obras y atención para mejorar su calidad de vida. Y bien merecido está porque nadie cobra por este trabajo.
En cambio, los barrios donde reina la apatía y la desconexión entre los residentes la tienen más complicada, porque las mejoras dependerán de un tercero ya que nadie quiere hacerse cargo.
Y no es que un municipio privilegie a unos sobre otros, sino simplemente que una gestión bien hecha logra que una inquietud llegue rápida y concisa a los despachos que deciden.
Trelew decidió homenajear a estos referentes. Que en realidad están de paso. Antes hubo nombres históricos y otros les seguirán.
Lo importante es que el vecinalismo se mueva, que haya discusiones, debates, ideas, proyectos. Eso significará que las ciudades están vivas y que los vecinos pelean por sus derechos, como ciudadanos y contribuyentes que son. Es la única forma de progreso.
Porque nada peor que la paz de los cementerios.