Editorial / Todos los caminos conducen a la energía

Leé La Columna del Domingo, el tradicional editorial de la edición impresa de Jornada.

04 DIC 2021 - 21:20 | Actualizado

Lo que hace 30 años era una ventaja competitiva, hoy es un lastre. La falta de profundización de la participación en las cadenas de valor de los sectores estratégicos tradicionales, como el aluminio, la pesca, los hidrocarburos, la ganadería ovina o la energía eléctrica, debería ser uno de los principales disparadores de la discusión que ya comenzó a darse, aunque por ahora sólo en sectores técnicos, sindicales y alguna minoría política. El resto sigue discutiendo la cuadratura del círculo, pensando en la elección que viene o en cómo seguir endeudando al Estado para poder pagar los sueldos de la enorme masa de empleados públicos que muchos de ellos crearon y ahora cuestionan.

La Provincia que viene hay que empezar a discutirla ahora y, con seguridad, en la construcción de ese nuevo paradigma habrá que atravesar varios períodos de gobierno que podrían no ser del mismo color político. Es decir, lo que hay que empezar a hacer es tan importante que no habrá espacio para chicanas, zancadillas o defender intereses de unos pocos.

Los propios partidos políticos, los sectores sindicales, universitarios, científicos y las organizaciones de la vida social deberían estar interesados en generar ámbitos de debate para discutir las políticas públicas que se necesitan. No se puede estar todo el tiempo discurseando para la tribuna, bajando línea detrás de un celular o tirando piedras en las manifestaciones.

Obras estratégicas

La discusión sobre un nuevo modelo productivo para Chubut comenzó hace un tiempo y se siguen sumando actores al que hasta ahora es el proyecto más elaborado, salido de las usinas de la Fundación Patagonia Tercer Milenio, el centro de pensamiento político y económico del Sindicato Regional de Luz y Fuerza de la Patagonia.

El proyecto tiene muchas aristas pero pone primera sobre un aspecto central: la subvaloración de la energía como activo estratégico, que ha conllevado todo tipo de deficiencias que hoy sufren, en primer lugar, los habitantes del interior profundo debido al déficit creciente de infraestructura y la consecuente obsolescencia tecnológica en la generación aislada.

Además, los altos costos de generación que tiene hoy la provincia imposibilitan el desarrollo productivo. Sin contar las pérdidas que ha tenido y sigue teniendo el Estado provincial por no haber desarrollado antes una unidad de negocios apalancada en la generación y distribución de la energía a costos razonables que necesitan sus habitantes y sus industrias. Las existentes y la que vendrán.

Es necesario profundizar la participación del Estado provincial en la apropiación de la riqueza generada a partir de sus recursos energéticos. Y diversificar la matriz productiva con la energía eléctrica como nuevo sector estratégico, dice –en resumen- el plan que la Fundación Patagonia Tercer Milenio viene abriendo a distintos sectores.

La semana pasada, por ejemplo, dos altos funcionarios del Ministerio del Interior, Pablo “Tato” Giles y Joaquín Bezzi, dos hombres de extrema confianza del ministro Eduardo “Wado” De Pedro, asistieron especialmente al Congreso Anual de Luz y Fuerza que se realizó en Puerto Madryn. Ambos se fueron gratamente sorprendidos por la existencia de un plan alternativo para Chubut. No es menor que los funcionarios nacionales adviertan que hay sectores que están trabajando en proyectos concretos. Ir a golpear las puertas de los despachos de Buenos Aires buscando soluciones exógenas, como hacen muchos gobernantes y funcionarios chubutenses, no siempre es el camino más corto. Ni el adecuado.

El plan en cuestión tiene mucho desarrollo teórico pero también muchas definiciones sobre la cantidad de obras que se necesitan y el volumen de inversión que habría que hacer para empezar a cambiar el rumbo de Chubut. Por supuesto, los fondos no son un tema menor pero toda obra comienza por los cimientos. Y esa base tiene que ser sólida.

Entre los proyectos estratégicos de infraestructura están la línea de alta tensión de 500 kV en Comodoro Rivadavia, por unos U$S 90 millones; la línea de 330 kV en El Escorial, por U$S 80 millones; el Anillo Provincial de Interconexión en 132 kV, por U$S 146 millones; u obras ya licitadas y con apertura de sobre para 2022, como la línea Camarones- Garayalde (U$S 22 millones); o en proceso de licitación, como la línea Esquel-Tecka-Gob. Costa (U$S 52 millones).

El plan estratégico incluye otra decena de obras energéticas que necesitará Chubut (y la Patagonia) para dar un paso hacia la soberanía energética.

La ventaja para Chubut es que no sólo dentro de la provincia hay grupos técnicos y políticos que sostienen que el camino de salida de la crisis profunda tiene que estar montado sobre la energía como recurso estratégico. La semana pasada, por ejemplo, la secretaria de Provincias del Ministerio del Interior, Silvina Batakis, le dijo a Jornada que “sin energía es muy difícil que la matriz productiva de la provincia pueda crecer”. Y también mencionó que el Gobierno nacional es consciente de la problemática energética que tiene Chubut.

Algunos días después, el propio ministro “Wado” de Pedro dijo ante el Parlamento Patagónico reunido en Neuquén que “la Patagonia debe transformarse en la gran región energética del país”.

El camino es claro. Sólo hay que tomarlo. Cuanto antes.#

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04 DIC 2021 - 21:20

Lo que hace 30 años era una ventaja competitiva, hoy es un lastre. La falta de profundización de la participación en las cadenas de valor de los sectores estratégicos tradicionales, como el aluminio, la pesca, los hidrocarburos, la ganadería ovina o la energía eléctrica, debería ser uno de los principales disparadores de la discusión que ya comenzó a darse, aunque por ahora sólo en sectores técnicos, sindicales y alguna minoría política. El resto sigue discutiendo la cuadratura del círculo, pensando en la elección que viene o en cómo seguir endeudando al Estado para poder pagar los sueldos de la enorme masa de empleados públicos que muchos de ellos crearon y ahora cuestionan.

La Provincia que viene hay que empezar a discutirla ahora y, con seguridad, en la construcción de ese nuevo paradigma habrá que atravesar varios períodos de gobierno que podrían no ser del mismo color político. Es decir, lo que hay que empezar a hacer es tan importante que no habrá espacio para chicanas, zancadillas o defender intereses de unos pocos.

Los propios partidos políticos, los sectores sindicales, universitarios, científicos y las organizaciones de la vida social deberían estar interesados en generar ámbitos de debate para discutir las políticas públicas que se necesitan. No se puede estar todo el tiempo discurseando para la tribuna, bajando línea detrás de un celular o tirando piedras en las manifestaciones.

Obras estratégicas

La discusión sobre un nuevo modelo productivo para Chubut comenzó hace un tiempo y se siguen sumando actores al que hasta ahora es el proyecto más elaborado, salido de las usinas de la Fundación Patagonia Tercer Milenio, el centro de pensamiento político y económico del Sindicato Regional de Luz y Fuerza de la Patagonia.

El proyecto tiene muchas aristas pero pone primera sobre un aspecto central: la subvaloración de la energía como activo estratégico, que ha conllevado todo tipo de deficiencias que hoy sufren, en primer lugar, los habitantes del interior profundo debido al déficit creciente de infraestructura y la consecuente obsolescencia tecnológica en la generación aislada.

Además, los altos costos de generación que tiene hoy la provincia imposibilitan el desarrollo productivo. Sin contar las pérdidas que ha tenido y sigue teniendo el Estado provincial por no haber desarrollado antes una unidad de negocios apalancada en la generación y distribución de la energía a costos razonables que necesitan sus habitantes y sus industrias. Las existentes y la que vendrán.

Es necesario profundizar la participación del Estado provincial en la apropiación de la riqueza generada a partir de sus recursos energéticos. Y diversificar la matriz productiva con la energía eléctrica como nuevo sector estratégico, dice –en resumen- el plan que la Fundación Patagonia Tercer Milenio viene abriendo a distintos sectores.

La semana pasada, por ejemplo, dos altos funcionarios del Ministerio del Interior, Pablo “Tato” Giles y Joaquín Bezzi, dos hombres de extrema confianza del ministro Eduardo “Wado” De Pedro, asistieron especialmente al Congreso Anual de Luz y Fuerza que se realizó en Puerto Madryn. Ambos se fueron gratamente sorprendidos por la existencia de un plan alternativo para Chubut. No es menor que los funcionarios nacionales adviertan que hay sectores que están trabajando en proyectos concretos. Ir a golpear las puertas de los despachos de Buenos Aires buscando soluciones exógenas, como hacen muchos gobernantes y funcionarios chubutenses, no siempre es el camino más corto. Ni el adecuado.

El plan en cuestión tiene mucho desarrollo teórico pero también muchas definiciones sobre la cantidad de obras que se necesitan y el volumen de inversión que habría que hacer para empezar a cambiar el rumbo de Chubut. Por supuesto, los fondos no son un tema menor pero toda obra comienza por los cimientos. Y esa base tiene que ser sólida.

Entre los proyectos estratégicos de infraestructura están la línea de alta tensión de 500 kV en Comodoro Rivadavia, por unos U$S 90 millones; la línea de 330 kV en El Escorial, por U$S 80 millones; el Anillo Provincial de Interconexión en 132 kV, por U$S 146 millones; u obras ya licitadas y con apertura de sobre para 2022, como la línea Camarones- Garayalde (U$S 22 millones); o en proceso de licitación, como la línea Esquel-Tecka-Gob. Costa (U$S 52 millones).

El plan estratégico incluye otra decena de obras energéticas que necesitará Chubut (y la Patagonia) para dar un paso hacia la soberanía energética.

La ventaja para Chubut es que no sólo dentro de la provincia hay grupos técnicos y políticos que sostienen que el camino de salida de la crisis profunda tiene que estar montado sobre la energía como recurso estratégico. La semana pasada, por ejemplo, la secretaria de Provincias del Ministerio del Interior, Silvina Batakis, le dijo a Jornada que “sin energía es muy difícil que la matriz productiva de la provincia pueda crecer”. Y también mencionó que el Gobierno nacional es consciente de la problemática energética que tiene Chubut.

Algunos días después, el propio ministro “Wado” de Pedro dijo ante el Parlamento Patagónico reunido en Neuquén que “la Patagonia debe transformarse en la gran región energética del país”.

El camino es claro. Sólo hay que tomarlo. Cuanto antes.#


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