Por Rolando Tobarez / @rtobarez
La Justicia busca a tres sujetos condenados en 2019 a cinco años de prisión por vender cocaína y marihuana en Comodoro Rivadavia. El 12 de marzo de ese año, el Tribunal Oral Federal sentenció a Guillermo Alberto Sotelo, Jorge Jerónimo Toconás y Jancer Miguel de Peña Paniagua, que además debían pagar una multa de $ 4.000. El fallo quedó firme el 1º de octubre de 2020 y se ordenó su detención a la Policía Federal.
Pero esa fuerza informó que investigó sus paraderos y los buscó en sus domicilios, sin éxito. Según la pesquisa, desde 2020, poco antes de la pandemia, el trío viajó a Chile y probablemente estén allí, sin permiso alguno.
Sotelo es un soldador bonaerense que vivía en calle Soldado Almonacid de Comodoro; Toconás es mecánico y residía en la zona de chacras de Caleta Olivia, Santa Cruz; Peña Paniagua es un albañil dominicano cuyo último domicilio era el cordón forestal de Comodoro.
Considerados prófugos, el juez Enrique Guanziroli ordenó sus inmediatas capturas y su traslado a una Unidad del Servicio Penitenciario Federal para su alojamiento definitivo.
Prontuario
El trío integró una banda que entre abril del 2016 hasta febrero de 2017 se dedicó a la venta de droga en la ciudad petrolera. Tras diez meses de investigación en sus casas se hallaron marihuana y cocaína, celulares, pesos y dólares, dinero, armas y balanzas de precisión. También bochitas preparadas, semillas y agendas de compradores con certificados de giros por Western Union. Las escuchas telefónicas reflejaron lenguaje encriptado para vender droga con cantidades, precios, entregas y pagos. Frecuentaban los mismos sitios nocturnos.
A Sotelo a veces lo ayudaba su concubina Samanta Melina Guerrero Uribe; una tal Solenni María López Rojas actuaba con Toconás y Joel Antonio Rodríguez, con su empleado Peña Paniagua, ayudado a veces por su esposa María del Rosario Barros. Todos se conocían y solían usar locales de su propiedad.
El resto
Además de los tres prófugos, Guerrero Uribe fue condenada a tres años de prisión y $ 3.000 de multa y Barros a dos años de prisión y multa de $.3000. Ambas penas fueron en suspenso. Debían cumplir 200 horas de tareas comunitarias gratuitas en una institución de bien público.
También fueron sentenciados en la causa López Rojas a cinco años de prisión y multa de $.4000, y Joel Rodríguez a 6 años de prisión y $ 6.000 de multa.
Además fueron decomisados un Peugeot 308, un Chrysler Neon, un Renault Sandero y un Fiat Palio usados para la distribución de los estupefacientes.
Por Rolando Tobarez / @rtobarez
La Justicia busca a tres sujetos condenados en 2019 a cinco años de prisión por vender cocaína y marihuana en Comodoro Rivadavia. El 12 de marzo de ese año, el Tribunal Oral Federal sentenció a Guillermo Alberto Sotelo, Jorge Jerónimo Toconás y Jancer Miguel de Peña Paniagua, que además debían pagar una multa de $ 4.000. El fallo quedó firme el 1º de octubre de 2020 y se ordenó su detención a la Policía Federal.
Pero esa fuerza informó que investigó sus paraderos y los buscó en sus domicilios, sin éxito. Según la pesquisa, desde 2020, poco antes de la pandemia, el trío viajó a Chile y probablemente estén allí, sin permiso alguno.
Sotelo es un soldador bonaerense que vivía en calle Soldado Almonacid de Comodoro; Toconás es mecánico y residía en la zona de chacras de Caleta Olivia, Santa Cruz; Peña Paniagua es un albañil dominicano cuyo último domicilio era el cordón forestal de Comodoro.
Considerados prófugos, el juez Enrique Guanziroli ordenó sus inmediatas capturas y su traslado a una Unidad del Servicio Penitenciario Federal para su alojamiento definitivo.
Prontuario
El trío integró una banda que entre abril del 2016 hasta febrero de 2017 se dedicó a la venta de droga en la ciudad petrolera. Tras diez meses de investigación en sus casas se hallaron marihuana y cocaína, celulares, pesos y dólares, dinero, armas y balanzas de precisión. También bochitas preparadas, semillas y agendas de compradores con certificados de giros por Western Union. Las escuchas telefónicas reflejaron lenguaje encriptado para vender droga con cantidades, precios, entregas y pagos. Frecuentaban los mismos sitios nocturnos.
A Sotelo a veces lo ayudaba su concubina Samanta Melina Guerrero Uribe; una tal Solenni María López Rojas actuaba con Toconás y Joel Antonio Rodríguez, con su empleado Peña Paniagua, ayudado a veces por su esposa María del Rosario Barros. Todos se conocían y solían usar locales de su propiedad.
El resto
Además de los tres prófugos, Guerrero Uribe fue condenada a tres años de prisión y $ 3.000 de multa y Barros a dos años de prisión y multa de $.3000. Ambas penas fueron en suspenso. Debían cumplir 200 horas de tareas comunitarias gratuitas en una institución de bien público.
También fueron sentenciados en la causa López Rojas a cinco años de prisión y multa de $.4000, y Joel Rodríguez a 6 años de prisión y $ 6.000 de multa.
Además fueron decomisados un Peugeot 308, un Chrysler Neon, un Renault Sandero y un Fiat Palio usados para la distribución de los estupefacientes.