Brigadas del Servicio Provincial de Manejo del Fuego, y combatientes enviados por el Servicio Federal de Manejo del Fuego, ayer continuaban trabajando para controlar el incendio de cerro Currumahuida.
Abel Nievas, Jefe del área Incendios del SPMF, consignó que en el lugar del siniestro tenían desplegados alrededor de 90 personas, buscando puntos calientes y reforzando las fajas construídas, con las complicaciones del viento que reinaba e iba aumentando su velocidad. Explicó que si bien las temperaturas bajaron, el viento es el que más dificultades les crea en el combate de incendios.
En este escenario, se tomó reforzó las guardias en las bases de brigadas, y está disponible el apoyo del Servicio Nacional, por cualquier evento ígneo que pudiera presentarse. Nievas dijo que la estrategia era estar preparados por si se iniciaba algún foco, para atacarlo con todos los recursos posibles. Puntualmente sobre el incendio de Currumahuida, el responsable del Departamento Incendios indicó que cerca del mediodía de la víspera estaba aplacado, no controlado, y que era “casi una prueba de fuego para el trabajo que hicieron los brigadistas, y tenemos personal estratégicamente ubicado por si se desata algún otro foco de incendio, para accionar rápidamente”.
Nievas también dio cuenta de camiones de ataque en inmediaciones de viviendas.
Brigadas del Servicio Provincial de Manejo del Fuego, y combatientes enviados por el Servicio Federal de Manejo del Fuego, ayer continuaban trabajando para controlar el incendio de cerro Currumahuida.
Abel Nievas, Jefe del área Incendios del SPMF, consignó que en el lugar del siniestro tenían desplegados alrededor de 90 personas, buscando puntos calientes y reforzando las fajas construídas, con las complicaciones del viento que reinaba e iba aumentando su velocidad. Explicó que si bien las temperaturas bajaron, el viento es el que más dificultades les crea en el combate de incendios.
En este escenario, se tomó reforzó las guardias en las bases de brigadas, y está disponible el apoyo del Servicio Nacional, por cualquier evento ígneo que pudiera presentarse. Nievas dijo que la estrategia era estar preparados por si se iniciaba algún foco, para atacarlo con todos los recursos posibles. Puntualmente sobre el incendio de Currumahuida, el responsable del Departamento Incendios indicó que cerca del mediodía de la víspera estaba aplacado, no controlado, y que era “casi una prueba de fuego para el trabajo que hicieron los brigadistas, y tenemos personal estratégicamente ubicado por si se desata algún otro foco de incendio, para accionar rápidamente”.
Nievas también dio cuenta de camiones de ataque en inmediaciones de viviendas.