Mónica Farro dio detalles de sus encuentros íntimos en la cárcel con su novio: “Tenés que llevarte las sábanas”

Durante cuatro años visitó a su pareja en prisión; entre los requisitos para ingresar se requiere cierto tipo de vestimenta y se prohíben algunos colores.

13 ABR 2022 - 20:48 | Actualizado

En los cuatro años en los queMónica Farro(29) estuvo en pareja con Juan Suris (48),la mayoría de ese tiempo vivieron su relación con las rejas de por medio, ya que él estaba preso. Tras festejar su cuarto mes de novios, el financista fue detenido acusado de liderar una banda de narcotraficantes y una asociación ilícita fiscal. Desde aquel entonces, la vedettedecidió acompañarlo en el proceso judicial.A cinco años de su separación,ella reveló que para tener relaciones íntimas en prisión debía cumplir un turno e ingresar con determinada vestimenta.

“Es complicado, pero yo no lo sentí tan horrible. Los primeros dos años iba todos los meses, después ya no, iba cada tanto, cada seis meses,ya estaba desenamorada y mantuve la relaciónhasta que él saliera por códigos nada más; y cuando salió le dije: ‘Adiós, no te quiero ver más’”, contó la vedette enLAM(América) sobre cómo fue su relación con Juan Suris.

En ese sentido, afirmó que las visitas que ella realizaba las hacía por una gran necesidad de ver a su novio, ya que lo extrañaba. A pesar de esos sentimientos, llevarlas a cabo no era nada agradable tanto por las normas que se debían cumplircomo así también por la peligrosidad que ello conllevaba,al estar rodeada de delincuentes. En su caso, visitaba el sector que denominó de “comportamiento”, donde el ambiente era “más calmo”.

Al peligro y angustia que se atraviesa al momento de que un ser querido esté preso, se le suma laestigmatización social.Mónica lo vivió en carne propia,con cientos de críticas por mantener su noviazgo en aquellas condiciones. “Cuandome dicen ‘sucia’ por entrar a una cárcel a tener sexo, y sí,prefiero tenerlo con la persona que amaba en ese momentoy no con cualquier persona afuera”, se sinceró.

Ante la curiosidad de Ángel de Brito sobre cómo se llevan a cabo las visitas íntimas en la cárcel, la vedette indicó que cada jornada de visita duraba ocho horas y dos de ellas podían ser utilizadas para mantener relaciones íntimas. Para eso se asignaba un turno que podía ser por la mañana, mediodía o tarde. “Entrabas a un lugar en el que tenías seis piezas, creo, en dondetenés camas, pero vos te llevás todo lo tuyo(sábanas, almohadas, etc.) y te armás el lugar. Más allá del sexoes un lugar a donde ibas a estar solo con tu pareja”, detalló.

En cuanto al código de vestimenta para ingresar a la cárcel, la vedette indicó quese prohíben prendas como calzas, escotes, zapatos, botas, corpiño con aro, ropa negra, azul oscuro y calzado con cordones,con el fin de evitar elementos que podrían causar un daño en una supuesta pelea que se podría generar. Y si de violencia se habla en relación detrás de las rejas, a pesar de ser ajena a los delitos de quien era su novio, las amenazas también fueron hacia ellas, y recordó el momento en que el miedo la invadió: “Me llamó Juan y me dijo:‘No salgas’.Cuando le pregunté qué pasaba me contestó:‘Acá hay un quilombo,pero no te preocupes que ya sabemos quiénes son los maridos y acá los hacemos mierd...’”.

13 ABR 2022 - 20:48

En los cuatro años en los queMónica Farro(29) estuvo en pareja con Juan Suris (48),la mayoría de ese tiempo vivieron su relación con las rejas de por medio, ya que él estaba preso. Tras festejar su cuarto mes de novios, el financista fue detenido acusado de liderar una banda de narcotraficantes y una asociación ilícita fiscal. Desde aquel entonces, la vedettedecidió acompañarlo en el proceso judicial.A cinco años de su separación,ella reveló que para tener relaciones íntimas en prisión debía cumplir un turno e ingresar con determinada vestimenta.

“Es complicado, pero yo no lo sentí tan horrible. Los primeros dos años iba todos los meses, después ya no, iba cada tanto, cada seis meses,ya estaba desenamorada y mantuve la relaciónhasta que él saliera por códigos nada más; y cuando salió le dije: ‘Adiós, no te quiero ver más’”, contó la vedette enLAM(América) sobre cómo fue su relación con Juan Suris.

En ese sentido, afirmó que las visitas que ella realizaba las hacía por una gran necesidad de ver a su novio, ya que lo extrañaba. A pesar de esos sentimientos, llevarlas a cabo no era nada agradable tanto por las normas que se debían cumplircomo así también por la peligrosidad que ello conllevaba,al estar rodeada de delincuentes. En su caso, visitaba el sector que denominó de “comportamiento”, donde el ambiente era “más calmo”.

Al peligro y angustia que se atraviesa al momento de que un ser querido esté preso, se le suma laestigmatización social.Mónica lo vivió en carne propia,con cientos de críticas por mantener su noviazgo en aquellas condiciones. “Cuandome dicen ‘sucia’ por entrar a una cárcel a tener sexo, y sí,prefiero tenerlo con la persona que amaba en ese momentoy no con cualquier persona afuera”, se sinceró.

Ante la curiosidad de Ángel de Brito sobre cómo se llevan a cabo las visitas íntimas en la cárcel, la vedette indicó que cada jornada de visita duraba ocho horas y dos de ellas podían ser utilizadas para mantener relaciones íntimas. Para eso se asignaba un turno que podía ser por la mañana, mediodía o tarde. “Entrabas a un lugar en el que tenías seis piezas, creo, en dondetenés camas, pero vos te llevás todo lo tuyo(sábanas, almohadas, etc.) y te armás el lugar. Más allá del sexoes un lugar a donde ibas a estar solo con tu pareja”, detalló.

En cuanto al código de vestimenta para ingresar a la cárcel, la vedette indicó quese prohíben prendas como calzas, escotes, zapatos, botas, corpiño con aro, ropa negra, azul oscuro y calzado con cordones,con el fin de evitar elementos que podrían causar un daño en una supuesta pelea que se podría generar. Y si de violencia se habla en relación detrás de las rejas, a pesar de ser ajena a los delitos de quien era su novio, las amenazas también fueron hacia ellas, y recordó el momento en que el miedo la invadió: “Me llamó Juan y me dijo:‘No salgas’.Cuando le pregunté qué pasaba me contestó:‘Acá hay un quilombo,pero no te preocupes que ya sabemos quiénes son los maridos y acá los hacemos mierd...’”.


NOTICIAS RELACIONADAS