Sarobe: “La violencia no es una enfermedad sino que es cultural, se aprende y se reproduce”

“A las mujeres no nos gusta que nos peguen. No se trata que quien se queda con el violento es porque le gusta sino que no puede salir. Cuando se habla de tener empatía con las víctimas se habla de ponernos en el lugar de ellas”, dijo Cecilia Sarobe, especialista en el tema, entre otras reflexiones.

Definiciones. Sarobe pasó con sus talleres por la provincia.
18 MAY 2022 - 21:09 | Actualizado 22 MAY 2022 - 21:44

Cecilia Sarobe es asesora jurídica y tallerista sobre las temáticas de Género y Violencias en el Ministerio de Seguridad de la Nación. Advirtió que las estadísticas sobre femicidios aún producen escalofríos: uno por día. La violencia por razones de género va escalando y aclara que “no es una enfermedad”. Dijo la profesional que “la violencia es cultural, se aprende y se reproduce”.

En una entrevista con Jornada, luego de dictar una capacitación en Trelew sobre “Prevención y resolución pacífica de conflictos”, Sarobe advirtió que “hacemos talleres para concientizar y sensibilizar pero tenemos que hacer un salto superador. Todos y todas sabemos cuándo hay víctimas y la propia víctima puede llegar a saber de su situación”.

“Tenemos que ahondar en las herramientas y en los recursos necesarios para protegerlas e impedir que estos hechos se vuelvan a cometer. Es un compromiso de todas y todos. El cambio debe darse en la sociedad. El problema de la violencia de género es coyuntural. Empieza desde temprana edad, hablamos bastante de los estereotipos y de estos lugares que nos asignan. Han ido cambiando”, deslizó.

Sarobe ejemplificó: “Se sigue escuchando cuando un nene juega mal al futbol o llora que el padre le dice: `Sos una mariquita o sos una nena´. Sigue habiendo colegios en donde si los varones se portan mal les dicen te voy a sentar con una nena. Entonces, todas esas cuestiones que se van creando desde la infancia establecen lugares que son exclusivamente de varones y mujeres”.

“Sigue habiendo privilegios para varones pero aún así no hay que descartar que también están en una situación de exigencia: al varón se le exige ser fuerte, ser proveedor, ser el que tiene que tener racionalidad, no expresar sus emociones y es una exigencia que no da buenos frutos. Nos encontramos que el varón no puede expresar sus emociones y si pierde el trabajo genera una crisis muy grande. Hay que concebir la problemática en términos sociales desde la educación y la justicia”, puntualizó.

Instó la abogada a “comprometernos en tener herramientas y recursos a la hora de proteger a las víctimas. Cuando una víctima denuncia, si se la protege está bien pero a veces no es así. Explicamos el círculo de la violencia, de las distintas etapas que pasan la víctima y el victimario”, indicó.

Describió el círculo de violencia por motivos de género. “A las mujeres no nos gusta que nos peguen. No se trata de que quien se queda es porque le gusta sino porque no pueden salir. Cuando se habla de tener empatía con las víctimas se habla de ponernos en el lugar de ellas. Con los recursos de ellas. Pero a veces esos recursos son inexistentes. El grado de vulnerabilidad de las víctimas es muy grande, hay que hacer muchos cambios en la sociedad para buscar equidad e igualdad. El género y la violencia atraviesa la sociedad toda”, reveló.

Noviazgos preocupantes

Sarobe destacó que “lamentablemente, si tenemos un femicidio por día, la violencia en el noviazgo es una problemática que sigue creciendo de una manera preocupante. Cuando hablamos de la violencia doméstica seguramente empezó a temprana edad en los noviazgos. Tratamos de reflexionar sobre el amor romántico, con todas las cuestiones que nos vienen inculcando”, dijo.

En ese sentido reveló que “la violencia no es una enfermedad. Habrá casos donde puede ser la derivación de una enfermedad psiquiátrica pero la violencia es cultural, se aprende y se reproduce. A veces, hasta se naturaliza”.

“Es necesario hacer profundos cambios en la sociedad y después sí, todas las áreas del Estado tienen que funcionar debidamente en la protección de las víctimas y no se trata como una cosa seria: se pelean y se vuelven a arreglar. Intentamos reflexionar sobre estas cosas”, manifestó.

Volver

Cecilia Sarobe indicó que “hace 20 años que trabajo en temática de violencia de género, falta mucho aún, tenemos leyes, recursos, más áreas del Estado que hacen un aporte. Hay mucho camino por recorrer, aún hay revictimización. Hay que ser optimista porque a veces se frustra”.

“A veces las víctimas vuelven porque son vulnerables. Hay muchas cosas que se hicieron pero hay más que nos debemos. Resalto el compromiso de cada una. Es una reflexión para accionar en consecuencia. Ahí terminaremos con la inequidad que venimos luchando hace siglos”, concluyó. #

Definiciones. Sarobe pasó con sus talleres por la provincia.
18 MAY 2022 - 21:09

Cecilia Sarobe es asesora jurídica y tallerista sobre las temáticas de Género y Violencias en el Ministerio de Seguridad de la Nación. Advirtió que las estadísticas sobre femicidios aún producen escalofríos: uno por día. La violencia por razones de género va escalando y aclara que “no es una enfermedad”. Dijo la profesional que “la violencia es cultural, se aprende y se reproduce”.

En una entrevista con Jornada, luego de dictar una capacitación en Trelew sobre “Prevención y resolución pacífica de conflictos”, Sarobe advirtió que “hacemos talleres para concientizar y sensibilizar pero tenemos que hacer un salto superador. Todos y todas sabemos cuándo hay víctimas y la propia víctima puede llegar a saber de su situación”.

“Tenemos que ahondar en las herramientas y en los recursos necesarios para protegerlas e impedir que estos hechos se vuelvan a cometer. Es un compromiso de todas y todos. El cambio debe darse en la sociedad. El problema de la violencia de género es coyuntural. Empieza desde temprana edad, hablamos bastante de los estereotipos y de estos lugares que nos asignan. Han ido cambiando”, deslizó.

Sarobe ejemplificó: “Se sigue escuchando cuando un nene juega mal al futbol o llora que el padre le dice: `Sos una mariquita o sos una nena´. Sigue habiendo colegios en donde si los varones se portan mal les dicen te voy a sentar con una nena. Entonces, todas esas cuestiones que se van creando desde la infancia establecen lugares que son exclusivamente de varones y mujeres”.

“Sigue habiendo privilegios para varones pero aún así no hay que descartar que también están en una situación de exigencia: al varón se le exige ser fuerte, ser proveedor, ser el que tiene que tener racionalidad, no expresar sus emociones y es una exigencia que no da buenos frutos. Nos encontramos que el varón no puede expresar sus emociones y si pierde el trabajo genera una crisis muy grande. Hay que concebir la problemática en términos sociales desde la educación y la justicia”, puntualizó.

Instó la abogada a “comprometernos en tener herramientas y recursos a la hora de proteger a las víctimas. Cuando una víctima denuncia, si se la protege está bien pero a veces no es así. Explicamos el círculo de la violencia, de las distintas etapas que pasan la víctima y el victimario”, indicó.

Describió el círculo de violencia por motivos de género. “A las mujeres no nos gusta que nos peguen. No se trata de que quien se queda es porque le gusta sino porque no pueden salir. Cuando se habla de tener empatía con las víctimas se habla de ponernos en el lugar de ellas. Con los recursos de ellas. Pero a veces esos recursos son inexistentes. El grado de vulnerabilidad de las víctimas es muy grande, hay que hacer muchos cambios en la sociedad para buscar equidad e igualdad. El género y la violencia atraviesa la sociedad toda”, reveló.

Noviazgos preocupantes

Sarobe destacó que “lamentablemente, si tenemos un femicidio por día, la violencia en el noviazgo es una problemática que sigue creciendo de una manera preocupante. Cuando hablamos de la violencia doméstica seguramente empezó a temprana edad en los noviazgos. Tratamos de reflexionar sobre el amor romántico, con todas las cuestiones que nos vienen inculcando”, dijo.

En ese sentido reveló que “la violencia no es una enfermedad. Habrá casos donde puede ser la derivación de una enfermedad psiquiátrica pero la violencia es cultural, se aprende y se reproduce. A veces, hasta se naturaliza”.

“Es necesario hacer profundos cambios en la sociedad y después sí, todas las áreas del Estado tienen que funcionar debidamente en la protección de las víctimas y no se trata como una cosa seria: se pelean y se vuelven a arreglar. Intentamos reflexionar sobre estas cosas”, manifestó.

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Cecilia Sarobe indicó que “hace 20 años que trabajo en temática de violencia de género, falta mucho aún, tenemos leyes, recursos, más áreas del Estado que hacen un aporte. Hay mucho camino por recorrer, aún hay revictimización. Hay que ser optimista porque a veces se frustra”.

“A veces las víctimas vuelven porque son vulnerables. Hay muchas cosas que se hicieron pero hay más que nos debemos. Resalto el compromiso de cada una. Es una reflexión para accionar en consecuencia. Ahí terminaremos con la inequidad que venimos luchando hace siglos”, concluyó. #


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