Llegar lejos no es fácil. El éxito en el plano cultural es un galardón singular que gozan unos pocos. El camino suele estar plagado de trabas, miedos, egos, impedimentos y traiciones que hacen más difícil el proceso. Pero hay un punto común en el punto de partida: la virtud, el don que transforma lo mundano en algo único y especial. El joven gaimense Yhosva Montoya logró a sus 23 años superar la audición a ciegas del programa televisivo La Voz Argentina, donde un acotado número de cantantes se debaten por un lugar en el alto escalafón de la música nacional frente a un jurado compuesto por excelsas figuras. Destacarse en un grupo de aspirantes a estrellas no es sencillo. Sólo quienes recapitulan el camino recorrido y entienden el lugar del que han venido son capaces de comprender la magnitud del esfuerzo y sacrificio necesarios para lograr ese sueño inalcanzable.
“Me ha costado en el sur hacerme conocido, no se me han abierto puertas”, dijo Yhosva a Jornada. Reconoció que pocas oportunidades se le presentaron para cantar y que en el sur su carrera musical no pudo tomar el envión necesario para trascender. Todo artista necesita en un principio ese empujoncito. “Ahora miro dónde llegué y no lo puedo creer”, acotó el joven de Gaiman.
Las expresiones culturales merecen confianza y respeto. Los artistas, a cambio, promueven nuestro lugar convirtiéndose en portadores de cultura. A su justa medida, la voz de Yhosva es, en algún modo, la voz de todos los chubutenses.#
Llegar lejos no es fácil. El éxito en el plano cultural es un galardón singular que gozan unos pocos. El camino suele estar plagado de trabas, miedos, egos, impedimentos y traiciones que hacen más difícil el proceso. Pero hay un punto común en el punto de partida: la virtud, el don que transforma lo mundano en algo único y especial. El joven gaimense Yhosva Montoya logró a sus 23 años superar la audición a ciegas del programa televisivo La Voz Argentina, donde un acotado número de cantantes se debaten por un lugar en el alto escalafón de la música nacional frente a un jurado compuesto por excelsas figuras. Destacarse en un grupo de aspirantes a estrellas no es sencillo. Sólo quienes recapitulan el camino recorrido y entienden el lugar del que han venido son capaces de comprender la magnitud del esfuerzo y sacrificio necesarios para lograr ese sueño inalcanzable.
“Me ha costado en el sur hacerme conocido, no se me han abierto puertas”, dijo Yhosva a Jornada. Reconoció que pocas oportunidades se le presentaron para cantar y que en el sur su carrera musical no pudo tomar el envión necesario para trascender. Todo artista necesita en un principio ese empujoncito. “Ahora miro dónde llegué y no lo puedo creer”, acotó el joven de Gaiman.
Las expresiones culturales merecen confianza y respeto. Los artistas, a cambio, promueven nuestro lugar convirtiéndose en portadores de cultura. A su justa medida, la voz de Yhosva es, en algún modo, la voz de todos los chubutenses.#