Editorial / Una chance para que Chubut se plante y deje de aceptar sólo las migajas

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Langostino. Una postal habitual en los puertos chubutenses, que sin embargo puede cambiar de lugar si tiene éxito la embestida marplatense.
18 JUN 2022 - 20:56 | Actualizado 18 JUN 2022 - 22:57

La semana termina cruzada por una batalla que revive: el sector pesquero de Mar del Plata contra Chubut. El representante provincial en el Consejo Federal Pesquero, Adrián Awstin, encendió la mecha: dijo que en ese organismo se había decidido que el langostino pescado en nuestras costas podría procesarse en plantas bonaerenses. Sin esa materia prima, el resultado sería devastador para el empleo en ciudades como Puerto Madryn y Rawson. De inmediato, un funcionario de Nación, Julián Suárez, director de Coordinación y Fiscalización Pesquera, negó el dato en una ronda de charlas con los intendentes de la capital, Damián Biss, y de la ciudad del Golfo, Gustavo Sastre. El primero terminó menos convencido que el segundo.

Aunque es una discusión compleja técnicamente, el gobernador Mariano Arcioni decidió curarse en salud. Organizó una cumbre y acusó al “trabajo en negro” de las cooperativas marplatenses de fomentar una competencia injusta ya que saca ventaja frente a los trabajadores chubutenses, la mayoría formalizados. Recordó además que el sector genera un torrente de dólares a las arcas nacionales para que vuelvan migajas. Como sucede con todos los recursos en tierras chubutenses, por otra parte.

En el marco de otro conflicto pero a modo de dato vinculado, en Madryn el Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación llegó a retener camiones para que no se lleven el pescado fuera de la provincia.

El secretario de Pesca, Gabriel Aguilar, graficó con suficiencia el problema: “Mar del Plata quiere resolver su desempleo a costa de nuestra desocupación”. La sensación es que aún no se conoce con precisión la naturaleza de la decisión que tomó el Consejo y su impacto en la Patagonia. Pero se intenta activar una defensa institucional que prevenga cualquier avance sobre la jurisdicción.

Es otra de esas paradas que Chubut necesita para ser mirada de otro modo. No queda otra que plantarse pero no con el perfil de un rincón periférico que pena por respeto sino con la actitud de una provincia generadora y harta de las migajas, que ni piensa en un paso atrás. De nuestra dirigencia depende.

Altos estudios

El otro dato de la semana: la Universidad Nacional de la Patagonia “San Juan Bosco” atraviesa días inquietantes, en especial su Facultad de Ciencias Jurídicas. La condena al abogado de Trelew Pablo Pugh por falsificar libros de exámenes fue la radiografía de una institución educativa donde podía pasar de todo y donde la política se infiltró con un daño enorme.

Fue necesario un juicio oral y público para verificar que la documentación se podía alterar y que esas maniobras podían encubrirse a conveniencia. Tanto es así, que 7 años después su exdecano, Augusto Ferrari, será investigado por abuso de autoridad y violencia laboral de género. Para la Justicia es intolerable que en nombre de la protección de un sector haya amenazado con sumariar a las dos empleadas que detectaron el fraude de Pugh.

Tampoco es la mejor época de Ferrari, además exconcejal de Esquel. Es que ahora el Consejo Municipal de la Mujer quiere saber cómo es que llegó a ser jefe de la Oficina Anticorrupción en Esquel. Además podría quedar complicado en otras causas sensibles.

Otro episodio se conecta: el conocido letrado de Trelew, Oscar Romero, está prófugo. Lo buscan para que cumpla una condena por tentativa de homicidio. Romero fue ladrón de bancos, defensor de Pugh y llegó a Chubut escapando de la Justicia. Sus alumnos llegaron a vitorearlo en el edificio de aulas.

Ciencias Jurídicas no gana para sustos. Un rumor de redes se convirtió en denuncias por acoso contra alumnas y hay una pesquisa preliminar que avanza, con dos profesores suspendidos.
Pero valga la diferencia: en ese 2015 aquella integración del Consejo Superior fue muy tibio con la denuncia de falsificación y en nombre de la mediocre política interna hasta casi caen las denunciantes; esta semana, en cambio, el Consejo avaló a fondo la red y las acciones de género que se organizaron para proteger a las posibles víctimas de docentes depredadores.

Ya no hay espacio para encubrir gravísimas conductas que desprestigian una casa de estudios en la que miles de estudiantes confían, ni para sostener en sus cargos a nombres repetidos cuyo mayor y único aporte es la opereta de segunda y la política berreta. #

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Langostino. Una postal habitual en los puertos chubutenses, que sin embargo puede cambiar de lugar si tiene éxito la embestida marplatense.
18 JUN 2022 - 20:56

La semana termina cruzada por una batalla que revive: el sector pesquero de Mar del Plata contra Chubut. El representante provincial en el Consejo Federal Pesquero, Adrián Awstin, encendió la mecha: dijo que en ese organismo se había decidido que el langostino pescado en nuestras costas podría procesarse en plantas bonaerenses. Sin esa materia prima, el resultado sería devastador para el empleo en ciudades como Puerto Madryn y Rawson. De inmediato, un funcionario de Nación, Julián Suárez, director de Coordinación y Fiscalización Pesquera, negó el dato en una ronda de charlas con los intendentes de la capital, Damián Biss, y de la ciudad del Golfo, Gustavo Sastre. El primero terminó menos convencido que el segundo.

Aunque es una discusión compleja técnicamente, el gobernador Mariano Arcioni decidió curarse en salud. Organizó una cumbre y acusó al “trabajo en negro” de las cooperativas marplatenses de fomentar una competencia injusta ya que saca ventaja frente a los trabajadores chubutenses, la mayoría formalizados. Recordó además que el sector genera un torrente de dólares a las arcas nacionales para que vuelvan migajas. Como sucede con todos los recursos en tierras chubutenses, por otra parte.

En el marco de otro conflicto pero a modo de dato vinculado, en Madryn el Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación llegó a retener camiones para que no se lleven el pescado fuera de la provincia.

El secretario de Pesca, Gabriel Aguilar, graficó con suficiencia el problema: “Mar del Plata quiere resolver su desempleo a costa de nuestra desocupación”. La sensación es que aún no se conoce con precisión la naturaleza de la decisión que tomó el Consejo y su impacto en la Patagonia. Pero se intenta activar una defensa institucional que prevenga cualquier avance sobre la jurisdicción.

Es otra de esas paradas que Chubut necesita para ser mirada de otro modo. No queda otra que plantarse pero no con el perfil de un rincón periférico que pena por respeto sino con la actitud de una provincia generadora y harta de las migajas, que ni piensa en un paso atrás. De nuestra dirigencia depende.

Altos estudios

El otro dato de la semana: la Universidad Nacional de la Patagonia “San Juan Bosco” atraviesa días inquietantes, en especial su Facultad de Ciencias Jurídicas. La condena al abogado de Trelew Pablo Pugh por falsificar libros de exámenes fue la radiografía de una institución educativa donde podía pasar de todo y donde la política se infiltró con un daño enorme.

Fue necesario un juicio oral y público para verificar que la documentación se podía alterar y que esas maniobras podían encubrirse a conveniencia. Tanto es así, que 7 años después su exdecano, Augusto Ferrari, será investigado por abuso de autoridad y violencia laboral de género. Para la Justicia es intolerable que en nombre de la protección de un sector haya amenazado con sumariar a las dos empleadas que detectaron el fraude de Pugh.

Tampoco es la mejor época de Ferrari, además exconcejal de Esquel. Es que ahora el Consejo Municipal de la Mujer quiere saber cómo es que llegó a ser jefe de la Oficina Anticorrupción en Esquel. Además podría quedar complicado en otras causas sensibles.

Otro episodio se conecta: el conocido letrado de Trelew, Oscar Romero, está prófugo. Lo buscan para que cumpla una condena por tentativa de homicidio. Romero fue ladrón de bancos, defensor de Pugh y llegó a Chubut escapando de la Justicia. Sus alumnos llegaron a vitorearlo en el edificio de aulas.

Ciencias Jurídicas no gana para sustos. Un rumor de redes se convirtió en denuncias por acoso contra alumnas y hay una pesquisa preliminar que avanza, con dos profesores suspendidos.
Pero valga la diferencia: en ese 2015 aquella integración del Consejo Superior fue muy tibio con la denuncia de falsificación y en nombre de la mediocre política interna hasta casi caen las denunciantes; esta semana, en cambio, el Consejo avaló a fondo la red y las acciones de género que se organizaron para proteger a las posibles víctimas de docentes depredadores.

Ya no hay espacio para encubrir gravísimas conductas que desprestigian una casa de estudios en la que miles de estudiantes confían, ni para sostener en sus cargos a nombres repetidos cuyo mayor y único aporte es la opereta de segunda y la política berreta. #


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