La Ribera y el Regional quieren revivir su historia de amor
El "Canario" vuelve a jugar el torneo afista tras la edición del 2020, interrumpida por la pandemia.
Por Francisco Caputo
Una historia de amor esta por retomarse, una historia entre dos amantes que no pudieron continuar sus andanzas por la cuarentena preventiva del Covid. Pero el amor fue más fuerte y aquí están de nuevo ellos dos, La Ribera y el Regional.
Amor, amor
El “Canario”, en condición de campeón del Patagónico 2019, había hecho una primera fase de ensueño. El punto más saliente había sido la clasificación a segunda fase ante Germinal en el clásico capitalino más importante de la historia, a la fecha.
Pero el coronavirus arruinó una campaña fabulosa de Isaías “Napoleón” Aberasturi y sus muchachos. Daba la sensación que ese plantel podría haber llegado a disputar el cuadrangular final de la Patagonia. Al resolverse la reanudación del torneo, la dirigencia del club optó por no competir.
El regreso
Pero aquí están otra vez, ellos dos, con deseos de seguir con el romance iniciado en 2020. Y en ese afán, La Ribera, flamante campeón liguista, procura reforzarse para afrontar con garantías la edición 2022/23 del Regional, cuya fecha de inicio es el 16 de octubre.
La idea es fortalecer el esqueleto del elenco, que es el mismo que fue protagonista de la citada campaña previa a la cuarentena. Hay dos fichajes confirmados: el volante Daniel Iribarren y el defensor Agustín Villagrán. Este último procede de Atlanta y se formó en Independiente de Trelew
Hay otros nombres en carpeta. Algunos han trascendido, como el de Nicolás Chávez, jugador de exquisita técnica que brilló en 2019 y en 2020 en las filas del club ribereño.
Otros futbolistas por quienes hay negociaciones son el defensor Luciano Iramaín, el delantero Bartolomé Martínez y el arquero Ansel Evans. La pretemporada, en tanto, comenzará el lunes venidero.
Al margen de quien arribe al plantel de Aberasturi, el “Canario” aspira a ser un hueso de duro de roer, como en aquella campaña que el Covid detuvo.
Hubo dificultades, hubo una pandemia, hubo una cuarentena. Pero el amor fue más fuerte. Y aquí están ellos dos, La Ribera y el Regional, para prodigarse de nuevo el amor que se habían jurado.
Por Francisco Caputo
Una historia de amor esta por retomarse, una historia entre dos amantes que no pudieron continuar sus andanzas por la cuarentena preventiva del Covid. Pero el amor fue más fuerte y aquí están de nuevo ellos dos, La Ribera y el Regional.
Amor, amor
El “Canario”, en condición de campeón del Patagónico 2019, había hecho una primera fase de ensueño. El punto más saliente había sido la clasificación a segunda fase ante Germinal en el clásico capitalino más importante de la historia, a la fecha.
Pero el coronavirus arruinó una campaña fabulosa de Isaías “Napoleón” Aberasturi y sus muchachos. Daba la sensación que ese plantel podría haber llegado a disputar el cuadrangular final de la Patagonia. Al resolverse la reanudación del torneo, la dirigencia del club optó por no competir.
El regreso
Pero aquí están otra vez, ellos dos, con deseos de seguir con el romance iniciado en 2020. Y en ese afán, La Ribera, flamante campeón liguista, procura reforzarse para afrontar con garantías la edición 2022/23 del Regional, cuya fecha de inicio es el 16 de octubre.
La idea es fortalecer el esqueleto del elenco, que es el mismo que fue protagonista de la citada campaña previa a la cuarentena. Hay dos fichajes confirmados: el volante Daniel Iribarren y el defensor Agustín Villagrán. Este último procede de Atlanta y se formó en Independiente de Trelew
Hay otros nombres en carpeta. Algunos han trascendido, como el de Nicolás Chávez, jugador de exquisita técnica que brilló en 2019 y en 2020 en las filas del club ribereño.
Otros futbolistas por quienes hay negociaciones son el defensor Luciano Iramaín, el delantero Bartolomé Martínez y el arquero Ansel Evans. La pretemporada, en tanto, comenzará el lunes venidero.
Al margen de quien arribe al plantel de Aberasturi, el “Canario” aspira a ser un hueso de duro de roer, como en aquella campaña que el Covid detuvo.
Hubo dificultades, hubo una pandemia, hubo una cuarentena. Pero el amor fue más fuerte. Y aquí están ellos dos, La Ribera y el Regional, para prodigarse de nuevo el amor que se habían jurado.