Luego del atentado incendiario que sufrió la ermita de Ceferino de Trelew, ubicada en el acceso norte a la ciudad a un costado de la Ruta 3, vecinos y seguidores del templo realizaron un abrazo acompañados por el Padre Honorio. En un comunicado expresaron lo siguiente:
“Convencidos de que subidos al tren de la violencia no llegaremos nunca a buen puerto, es que proponemos este abrazo a la Ermita”.
“Los reiterados hechos de vandalismo hacia nuestra querida Ermita nos han llevado a experimentar muchos sentimientos encontrados. Como Parroquia creemos que ni la violencia ni el espíritu de venganza serán germen de cambio en nuestra sociedad, que tanto necesita de paz y hermandad. Creemos también que en el momento en que Dios nos impulsa a eliminar al otro, a anularlo y acallar su voz, es ahí cuando desfiguramos completamente su rostro de Misericordia y Unidad: Cristo en la cruz le rezó al pidiendo al Padre el perdón sobre sus verdugos, más no el mal ni la justicia”.
“En una época tan signada por la guerra y la competencia, es que hacemos un llamado a la tolerancia y el diálogo. Una y mil veces deseamos comprometernos con el bienestar de nuestro pueblo, por lo que queremos corrernos de todo tipo de lógica violenta y agresiva, habilitando canales de encuentro y de mesa de diálogo; estamos disponibles para intercambiar palabras que generen vida a nuestra sufrida Trelew, en la cual queremos cuidar de sus espacios de recreación y contención de la niñez (como también lo es la Ermita) sostenidos por la buena voluntad y generosidad de la gente. La mesa compartida, el diálogo y la promoción juvenil serán siempre nuestra convicción, porque creemos que es la convicción del Evangelio”.
“Animados por el llamado del Papa Francisco a ser una humanidad hermana, entendemos que en la diversidad religiosa se esconde una oportunidad, y no una amenaza. En una Argentina tan polarizada y acostumbrada a los impartidores de la verdad, es que nosotros, como Parroquia, queremos ubicarnos en el último lugar y abrir los brazos a fin de recibir lo distinto y diverso, porque así nos quiere Dios: tolerantes, diversos y unidos”.#
Luego del atentado incendiario que sufrió la ermita de Ceferino de Trelew, ubicada en el acceso norte a la ciudad a un costado de la Ruta 3, vecinos y seguidores del templo realizaron un abrazo acompañados por el Padre Honorio. En un comunicado expresaron lo siguiente:
“Convencidos de que subidos al tren de la violencia no llegaremos nunca a buen puerto, es que proponemos este abrazo a la Ermita”.
“Los reiterados hechos de vandalismo hacia nuestra querida Ermita nos han llevado a experimentar muchos sentimientos encontrados. Como Parroquia creemos que ni la violencia ni el espíritu de venganza serán germen de cambio en nuestra sociedad, que tanto necesita de paz y hermandad. Creemos también que en el momento en que Dios nos impulsa a eliminar al otro, a anularlo y acallar su voz, es ahí cuando desfiguramos completamente su rostro de Misericordia y Unidad: Cristo en la cruz le rezó al pidiendo al Padre el perdón sobre sus verdugos, más no el mal ni la justicia”.
“En una época tan signada por la guerra y la competencia, es que hacemos un llamado a la tolerancia y el diálogo. Una y mil veces deseamos comprometernos con el bienestar de nuestro pueblo, por lo que queremos corrernos de todo tipo de lógica violenta y agresiva, habilitando canales de encuentro y de mesa de diálogo; estamos disponibles para intercambiar palabras que generen vida a nuestra sufrida Trelew, en la cual queremos cuidar de sus espacios de recreación y contención de la niñez (como también lo es la Ermita) sostenidos por la buena voluntad y generosidad de la gente. La mesa compartida, el diálogo y la promoción juvenil serán siempre nuestra convicción, porque creemos que es la convicción del Evangelio”.
“Animados por el llamado del Papa Francisco a ser una humanidad hermana, entendemos que en la diversidad religiosa se esconde una oportunidad, y no una amenaza. En una Argentina tan polarizada y acostumbrada a los impartidores de la verdad, es que nosotros, como Parroquia, queremos ubicarnos en el último lugar y abrir los brazos a fin de recibir lo distinto y diverso, porque así nos quiere Dios: tolerantes, diversos y unidos”.#