Rubinstein: la proyección inflacionaria del 60% es "realista"

El viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, afirmó hoy que la meta de inflación del 60% prevista en el Presupuesto 2023 es "realista", e incluso pronosticó que el impulso monetario de origen fiscal sería compatible con una suba de precios del "40% anual".

29 SEP 2022 - 11:49 | Actualizado 29 SEP 2022 - 14:09

"Ayer, junto a (el ministro de Economía) Sergio Massa y equipo presentamos Presupuesto en el Congreso. Expliqué luego, las razones por las que el 60% de inflación para 2023 serían realistas", señaló Rubinstein a través de su cuenta de Twitter.

El viceministro aclaró que "el impulso monetario de origen fiscal sería compatible con una inflación del 40% (3% mensual)".

De todas maneras, explicó que el "exceso de demanda agregada que provoca el déficit fiscal seguirá impulsando una alta inflación. Actuando sobre la inercia, y sobre márgenes, podremos bajar el IPC del 90% al 60%, lo que es sólo un primer paso".

"Desde el gobierno, actuaremos para mejorar el sistema cambiario, cuyo desorden facilitó suba de márgenes brutos empresariales exageradamente, y sobre los factores de inercia", señaló.

Al respecto, remarcó que "atacando la inercia inflacionaria y procurando una razonable caída de márgenes empresariales, podremos lograr que la inflación real se acerque a la teórica (impulso monetario de origen fiscal)".

"Y si el Congreso mejorase el Presupuesto, eliminando el déficit fiscal primario, nos brindaría una gran herramienta para que podamos volver a obtener una inflación normal, del orden del 10% anual, en menos tiempo de lo que casi todos creen", sostuvo.

El viceministro consideró que hasta que no se logre "la unificación cambiaria, habrá cierto desorden y márgenes empresariales más altos que los normales".

Sin embargo, descartó la unificación del mercado de cambios, que a su juicio "luce demasiado riesgoso sin un robusto superávit fiscal primario y casi sin reservas".

"Lo antes que podamos deberíamos volver a la macro del 2003-2005: superávit primario del 3% del PIB, por ende superávit externo, dólar único e inflación del 5% anual, sin controles de precios, con US$ 40.000 millones de reservas netas", expresó Rubinstein.

El funcionario aseguró, además, que la "culpa del desorden cambiario no la tienen las empresas, aunque haya abusos normativos y corrupción".

"Es nuestra responsabilidad (gobierno) que todo esto mejore y en eso estamos", concluyó el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein.

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29 SEP 2022 - 11:49

"Ayer, junto a (el ministro de Economía) Sergio Massa y equipo presentamos Presupuesto en el Congreso. Expliqué luego, las razones por las que el 60% de inflación para 2023 serían realistas", señaló Rubinstein a través de su cuenta de Twitter.

El viceministro aclaró que "el impulso monetario de origen fiscal sería compatible con una inflación del 40% (3% mensual)".

De todas maneras, explicó que el "exceso de demanda agregada que provoca el déficit fiscal seguirá impulsando una alta inflación. Actuando sobre la inercia, y sobre márgenes, podremos bajar el IPC del 90% al 60%, lo que es sólo un primer paso".

"Desde el gobierno, actuaremos para mejorar el sistema cambiario, cuyo desorden facilitó suba de márgenes brutos empresariales exageradamente, y sobre los factores de inercia", señaló.

Al respecto, remarcó que "atacando la inercia inflacionaria y procurando una razonable caída de márgenes empresariales, podremos lograr que la inflación real se acerque a la teórica (impulso monetario de origen fiscal)".

"Y si el Congreso mejorase el Presupuesto, eliminando el déficit fiscal primario, nos brindaría una gran herramienta para que podamos volver a obtener una inflación normal, del orden del 10% anual, en menos tiempo de lo que casi todos creen", sostuvo.

El viceministro consideró que hasta que no se logre "la unificación cambiaria, habrá cierto desorden y márgenes empresariales más altos que los normales".

Sin embargo, descartó la unificación del mercado de cambios, que a su juicio "luce demasiado riesgoso sin un robusto superávit fiscal primario y casi sin reservas".

"Lo antes que podamos deberíamos volver a la macro del 2003-2005: superávit primario del 3% del PIB, por ende superávit externo, dólar único e inflación del 5% anual, sin controles de precios, con US$ 40.000 millones de reservas netas", expresó Rubinstein.

El funcionario aseguró, además, que la "culpa del desorden cambiario no la tienen las empresas, aunque haya abusos normativos y corrupción".

"Es nuestra responsabilidad (gobierno) que todo esto mejore y en eso estamos", concluyó el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein.


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