En 2007, María Belén se encontraba con familiares paseando en el dique Ameghino, cuando en un alto de la caminata decidió tomarle una foto a su tío y su perrita Piti.
Todo era normal hasta que días después revisó la foto y comprobó que había un extraño objeto en la imagen.
A la derecha de su tío, detrás y a media altura, se divisa un OVNI.
Sorprendida con lo que había capturado sin saberlo, Belén decidió enviar la imagen a un ufólogo, Dante Franch y este, en base a estudios, comprobó que la foto no había sido adulterada y que era real.
Según los cálculos de Franch, el objeto era metálico y de grandes dimensiones.
Para Belén ese día marcó un antes y después, y su increíble fotográfica no hace más que confirmarle que tal vez no estamos solos en este universo.
En 2007, María Belén se encontraba con familiares paseando en el dique Ameghino, cuando en un alto de la caminata decidió tomarle una foto a su tío y su perrita Piti.
Todo era normal hasta que días después revisó la foto y comprobó que había un extraño objeto en la imagen.
A la derecha de su tío, detrás y a media altura, se divisa un OVNI.
Sorprendida con lo que había capturado sin saberlo, Belén decidió enviar la imagen a un ufólogo, Dante Franch y este, en base a estudios, comprobó que la foto no había sido adulterada y que era real.
Según los cálculos de Franch, el objeto era metálico y de grandes dimensiones.
Para Belén ese día marcó un antes y después, y su increíble fotográfica no hace más que confirmarle que tal vez no estamos solos en este universo.