La llamaron para trabajar en un "hotel" pero había alguien más espiándola

Una chica de Trelew de 21 años, cuya identidad preservamos, se postuló en una búsqueda laboral en las redes sociales en un “emprendimiento hotelero” de Playa Unión, y quedó aterrada.

Cuando se presentó en el lugar notó que alguien la espiaba, le resultó sospechoso y huyó temiendo que pudieran tener otras intenciones.

El caso se viralizó por las redes sociales la semana pasada. Hasta el momento no hubo ninguna denuncia formal.

Desde el entorno de la protagonista, contaron a Jornada los detalles de este caso que lleva preguntarse qué sucede en un complejo de viviendas de la calle Trinidad.

“Necesitamos sí o sí por quincena. Pagamos 4000 pesos la hora. Es para limpieza de casa restaurante y hotel”, le escribió una mujer “LS” desde un perfil de Facebook a la protagonista de esta historia.

La trelewense se mostró dispuesta a empezar cuanto antes y acordaron una entrevista en persona a la mañana siguiente en Playa Unión. “LS” le avisó que habían seleccionada a ella y a otras cuatro chicas más entre todas las postulantes.

En efecto, cuando salió la publicación en las redes, decenas de chicas se postularon con la expectativa de acceder a ese trabajo. La búsqueda, ahora que el caso salió a la luz, fue eliminada.

El entorno de la protagonista sospechaba que la persona que se presentaba en Facebook no era quien decía ser. Pero, en ese momento, no desconfiaron porque saben que muchos acostumbran a crear un perfil para buscar potenciales empleados.

“Parecía real porque había un montón de chicas que habían publicado. Le dije a ella que no fuera sola por las dudas. El perfil de Facebook no era real, pero es normal que hagan un usuario para buscar empleados”, señalaron.

TODO MUY RARO

Del otro lado, seguramente, no sabían que la chica iba a ir acompañada por la madre. Cuando se presentó en el complejo empezó a olfatear que había algo raro.

“LS” le dijo que el hermano la iba a recibir entre las 10.30 y las 11 horas. La mujer que aparecía en el perfil no la iba a recibir.

“¿Ya venís?, te estamos esperando”.

“Ella se apuró para no llegar tarde, llegó al lugar y no salía nadie. Miraban detrás de las cortinas”, contaron a Jornada desde el entorno de la protagonista.

Minutos después, “LS” le avisó que el hermano “había salido” y que la entrevista pasaba para el mediodía.

Madre e hija, desconcertadas, buscaron a alguien que supiera qué pasaba en ese complejo. Alguien seguía mirando detrás. Todo era cada vez más raro.

“Cruzó enfrente y se puso a hablar con una señora que le dijo que nunca había visto nada ahí”, contaron desde el entorno.

Al cabo de un rato, para sorpresa de ambas, salió un hombre que se excusó con que “LS” no podía recibirla.

Madre e hija no preguntaron más nada y se fueron enseguida pensando que si no hubieran estado juntas podría haberles pasado cualquier cosa.

La protagonista quiso transmitir esta experiencia a Jornada para que otras chicas estén alertas y no caigan en este tipo de búsquedas sospechosas.