“Vemos con tristeza que a las mujeres trans adultas no nos elige nadie para trabajar”
“Las mujeres trans adultas, somos en su mayoría sobrevivientes de décadas de maltrato y violencia de género”, sostienen entre otros términos en un comunicado, referentes de la Mutual Newen, única en el país del colectivo LGBTIQ+
“Las mujeres trans adultas, somos en su mayoría sobrevivientes de décadas de maltrato y violencia de género” afirman en un comunicado elaborado por la Mutual Newen, única en el país del colectivo LGBTIQ+ revelando el actual escenario laboral de quienes tienen más de 40 años. Visibilizaron en ese sentido que “vemos con profunda tristeza, que nunca nos toca la suerte de ser elegidas”.
El texto, que coincide con el 1º de mayo, día del trabajador y la trabajadora indica que “desde nuestra mutual Newen, (Matrícula Nacional Nº 111), Inclusión y Equidad, celebramos cada vez que se respeta la ley de cupo laboral trans, propiciando oportunidades laborales a compañeros/as de nuestro colectivo”, indicó.
Se remarcó además, la necesidad de “visibilizar también y compartir con ustedes el sentir de las que somos más grandes, más adultas y vemos con profunda tristeza, que nunca nos toca "la suerte de ser elegidas". A las más viejitas casualmente no nos elijen nunca”, indican.
Se indica además que “los tiempos han cambiado y aún nos faltan muchos derechos por recuperar y más aún por ejercer con total plenitud, libres de explicaciones, de señalamientos y/ o discriminaciones”.
Al respecto, reiteraron que “quienes tenemos 40 o máS, tenemos apenas unos pocos años de libertad real y respeto para con nuestras existencias. Indican las estadísticas que la mayoría de nosotras no hemos podido terminar los estudios por la discriminación y el acoso en las instituciones educativas, y aunque la ley de cupo sabiamente lo contemple, parece seguir siendo "esto" un condicionante que no nos deja calificar para tal o cual espacio o cargo”, subrayan.
Y agregan: “Las mujeres trans adultas, somos en su mayoría sobrevivientes de décadas de maltrato y violencia de género, aún lo somos en muchos espacios, incluso los institucionales cuando nos vemos expuestas a competir con nuestros compas jóvenes, generaciones diferentes, con circunstancias sociohistóricas y oportunidades muy diferentes a las que pudimos acceder nosotras”, subrayaron.
Aclaran además que “no queremos competir con quienes son más jóvenes, entendemos sus necesidades y las compartimos y acompañamos a quienes nos convocan y nos piden ayuda. No queremos mendigar un espacio, un trabajo, una vivienda, pero queremos visibilizar y compartir con ustedes que se nos hace muy, muy difícil el acceso a todo ello con 40 años, con 50 años y más”, destacan.
Admiten en ese sentido que “no podemos volver el tiempo atrás, solo queda resguardarnos en una adultez acompañada por otras personas, respaldada por amigos/as y por estados municipales, provinciales y nacionales que entiendan este difícil panorama que nos toca vivir y que nos acompañe con políticas públicas en consecuencia de ese entendimiento”, indican.
Sintetizaron que “acceder a un trabajo significa para muchas de nosotras la estabilidad mínima necesaria para poder pagar un alquiler, tener donde dormir, donde cocinar, donde vivir. Un trabajo es muy difícil de conseguir para cualquiera, imagínense ustedes para mujeres trans mayores de 40. Es muy difícil. Nuestra alegría y respaldo para los compañeros y compañeras que han asumido en estos últimos días, con quienes compartimos muchos objetivos”.
Pidieron “atención” a todos los organismos públicos. “Para quienes toman las decisiones en torno a este tema, tienen el poder de transformar radicalmente la vida de una compañera trans adulta cuando la incorporan en sus espacios laborales. De esta manera equilibrar un poco la balanza histórica en cuanto a la consideración, la inclusión y el respeto por la dura, cruel y desigual vida de esas compañeras que nacieron en una sociedad distinta, heteropatriarcal, heteronormativa, que generó como consecuencia una vida " muy difícil", sin oportunidades, para estas mujeres. Somos hijas de este país, de esta provincia y somos sobrevivientes de esa sociedad que aún hoy nos mira con cautela. Solo queremos ser incluidas laboralmente. Solo queremos ser consideradas en la totalidad de nuestros procesos, entendiendo la complejidad de nuestras vidas y nuestras pocas posibilidades de real desarrollo”.
Para finalizar, manifestaron que “estamos grandes ya, no queremos competir entre nosotras, estamos cansadas de tanta lucha diaria. Somos personas, somos ciudadanas, somos argentinas y queremos vivir nuestros últimos días con la dignidad y la esperanza que te da un trabajo, ofreciendo lo mejor de cada una, poniéndonos a disposición junto a ustedes para hacer esos pequeños cambios que hacen la diferencia”.
El comunicado está firmado por referentes de la Mutual, Verónica Díaz (presidenta), Lucia Baigorria, activista autoconvocada, Gisel Millanao- Mujeres Trans Argentina, Camila Mansilla, Mariana Nahelquir, Noelia Mendoza, Consejo Municipal del Discapacidad de la localidad de Trevelin, Grace Puche, integrante de la comisión del orgullo Esquel e integrante de la comisión de la marcha plurinacional y Comisión de la Marcha del Orgullo LGBTIQ+ Chubut.
“Las mujeres trans adultas, somos en su mayoría sobrevivientes de décadas de maltrato y violencia de género” afirman en un comunicado elaborado por la Mutual Newen, única en el país del colectivo LGBTIQ+ revelando el actual escenario laboral de quienes tienen más de 40 años. Visibilizaron en ese sentido que “vemos con profunda tristeza, que nunca nos toca la suerte de ser elegidas”.
El texto, que coincide con el 1º de mayo, día del trabajador y la trabajadora indica que “desde nuestra mutual Newen, (Matrícula Nacional Nº 111), Inclusión y Equidad, celebramos cada vez que se respeta la ley de cupo laboral trans, propiciando oportunidades laborales a compañeros/as de nuestro colectivo”, indicó.
Se remarcó además, la necesidad de “visibilizar también y compartir con ustedes el sentir de las que somos más grandes, más adultas y vemos con profunda tristeza, que nunca nos toca "la suerte de ser elegidas". A las más viejitas casualmente no nos elijen nunca”, indican.
Se indica además que “los tiempos han cambiado y aún nos faltan muchos derechos por recuperar y más aún por ejercer con total plenitud, libres de explicaciones, de señalamientos y/ o discriminaciones”.
Al respecto, reiteraron que “quienes tenemos 40 o máS, tenemos apenas unos pocos años de libertad real y respeto para con nuestras existencias. Indican las estadísticas que la mayoría de nosotras no hemos podido terminar los estudios por la discriminación y el acoso en las instituciones educativas, y aunque la ley de cupo sabiamente lo contemple, parece seguir siendo "esto" un condicionante que no nos deja calificar para tal o cual espacio o cargo”, subrayan.
Y agregan: “Las mujeres trans adultas, somos en su mayoría sobrevivientes de décadas de maltrato y violencia de género, aún lo somos en muchos espacios, incluso los institucionales cuando nos vemos expuestas a competir con nuestros compas jóvenes, generaciones diferentes, con circunstancias sociohistóricas y oportunidades muy diferentes a las que pudimos acceder nosotras”, subrayaron.
Aclaran además que “no queremos competir con quienes son más jóvenes, entendemos sus necesidades y las compartimos y acompañamos a quienes nos convocan y nos piden ayuda. No queremos mendigar un espacio, un trabajo, una vivienda, pero queremos visibilizar y compartir con ustedes que se nos hace muy, muy difícil el acceso a todo ello con 40 años, con 50 años y más”, destacan.
Admiten en ese sentido que “no podemos volver el tiempo atrás, solo queda resguardarnos en una adultez acompañada por otras personas, respaldada por amigos/as y por estados municipales, provinciales y nacionales que entiendan este difícil panorama que nos toca vivir y que nos acompañe con políticas públicas en consecuencia de ese entendimiento”, indican.
Sintetizaron que “acceder a un trabajo significa para muchas de nosotras la estabilidad mínima necesaria para poder pagar un alquiler, tener donde dormir, donde cocinar, donde vivir. Un trabajo es muy difícil de conseguir para cualquiera, imagínense ustedes para mujeres trans mayores de 40. Es muy difícil. Nuestra alegría y respaldo para los compañeros y compañeras que han asumido en estos últimos días, con quienes compartimos muchos objetivos”.
Pidieron “atención” a todos los organismos públicos. “Para quienes toman las decisiones en torno a este tema, tienen el poder de transformar radicalmente la vida de una compañera trans adulta cuando la incorporan en sus espacios laborales. De esta manera equilibrar un poco la balanza histórica en cuanto a la consideración, la inclusión y el respeto por la dura, cruel y desigual vida de esas compañeras que nacieron en una sociedad distinta, heteropatriarcal, heteronormativa, que generó como consecuencia una vida " muy difícil", sin oportunidades, para estas mujeres. Somos hijas de este país, de esta provincia y somos sobrevivientes de esa sociedad que aún hoy nos mira con cautela. Solo queremos ser incluidas laboralmente. Solo queremos ser consideradas en la totalidad de nuestros procesos, entendiendo la complejidad de nuestras vidas y nuestras pocas posibilidades de real desarrollo”.
Para finalizar, manifestaron que “estamos grandes ya, no queremos competir entre nosotras, estamos cansadas de tanta lucha diaria. Somos personas, somos ciudadanas, somos argentinas y queremos vivir nuestros últimos días con la dignidad y la esperanza que te da un trabajo, ofreciendo lo mejor de cada una, poniéndonos a disposición junto a ustedes para hacer esos pequeños cambios que hacen la diferencia”.
El comunicado está firmado por referentes de la Mutual, Verónica Díaz (presidenta), Lucia Baigorria, activista autoconvocada, Gisel Millanao- Mujeres Trans Argentina, Camila Mansilla, Mariana Nahelquir, Noelia Mendoza, Consejo Municipal del Discapacidad de la localidad de Trevelin, Grace Puche, integrante de la comisión del orgullo Esquel e integrante de la comisión de la marcha plurinacional y Comisión de la Marcha del Orgullo LGBTIQ+ Chubut.