Verano de locos: las playas de nuevo no dieron abasto
El calor fue abrasador y para la semana que empieza se pronostican más de 30 grados todos los días.
Si bien el pronóstico anunciaba entre 30 y 32 grados para el domingo, la temperatura superó tímidamente los 26 grados en un día con “airecito” que calmaba la intensidad del sol, que cada vez se hace sentir más en Puerto Madryn.
Aquellos que “madrugan” son los primeros en disfrutar de las condiciones ideales de la costa portuaria, que por las mañanas presenta cualidades casi perfectas. Las familias que visitan la zona son las que primero se instalan en la costa aprovechando la jornada completa en la costa, armando verdaderos “campings” en diversas zonas a lo largo de la rambla madrynense.
La temperatura no fue alta como se esperaba pero igualmente el calorcito del sol se hizo sentir, y quienes contaban con un paravientos para cortar el vientito disfrutaron a pleno de la jornada del domingo donde el sol radiante fue un atractivo.
La zona de los balnearios céntricos fue la elegida para aquellos que se acercaron a pie, en compañía, solos, con amigos o para distracción del menor de la familia, cualquier excusa fue válida para disfrutar de la naturaleza tal como se dispone a orillas del atlántico.
Si bien el pronóstico anunciaba entre 30 y 32 grados para el domingo, la temperatura superó tímidamente los 26 grados en un día con “airecito” que calmaba la intensidad del sol, que cada vez se hace sentir más en Puerto Madryn.
Aquellos que “madrugan” son los primeros en disfrutar de las condiciones ideales de la costa portuaria, que por las mañanas presenta cualidades casi perfectas. Las familias que visitan la zona son las que primero se instalan en la costa aprovechando la jornada completa en la costa, armando verdaderos “campings” en diversas zonas a lo largo de la rambla madrynense.
La temperatura no fue alta como se esperaba pero igualmente el calorcito del sol se hizo sentir, y quienes contaban con un paravientos para cortar el vientito disfrutaron a pleno de la jornada del domingo donde el sol radiante fue un atractivo.
La zona de los balnearios céntricos fue la elegida para aquellos que se acercaron a pie, en compañía, solos, con amigos o para distracción del menor de la familia, cualquier excusa fue válida para disfrutar de la naturaleza tal como se dispone a orillas del atlántico.