A pocos días de asumir, la nueva junta directiva del barrio del Desembarco denunció la existencia de algunas situaciones irregulares en el edificio de la sede vecinal, entre las que se destaca el funcionamiento de una guardería a la que concurrían niños de entre uno y cuatro años de edad. Según indicó Sandra Regués, la vicepresidenta de la comisión directiva, esa actividad no estaba registrada ante la coordinación de juntas vecinales y el lugar carecía de elementos adecuados para el desarrollo de esa actividad.
En diálogo con FM Tiempo de Puerto Madryn (99.1), Regués explicó que el último día 9 de febrero asumieron formalmente como autoridades de la junta vecinal del barrio del Desembarco, “hicimos el acta de recepción de la junta vecinal, sin estados contables, sin archivos, sin resúmenes de actividades y sólo teníamos conocimiento de una actividad, programada para el día 23, que era del grupo de padres en adopción y que se realizó con mucho éxito el último sábado”.
La dirigente indicó que al ser consultados los integrantes de la comisión saliente si había actividades programadas “nos dijeron que no, que como cualquier otro taller se programaban en el mes de marzo para iniciar las actividades en abril, pero no tenemos detalle de los profesores que brindaban talleres, a los cuales queremos convocar” y agregó que en el marco de la asunción “cambiamos la cerradura de la sede, porque había muchas llaves dando vueltas”.
Los chicos de la guardería
Según relató la vicepresidenta de la junta vecinal, el primer día hábil posterior a la asunción, “a las 8:05 de la mañana recibo un llamado, donde la persona de maestranza me dice que no puede entrar, le explico que no va a poder entrar porque cambiamos la cerradura, que necesitaba su nombre y apellido para llamarla cuando organicemos las nuevas tareas; entonces me consulta cómo hacen los niños para entrar a las 9 de la mañana a la colonia de vacaciones, que en verano funcionaba como colonia de vacaciones, y en invierno como jardín”.
Sandra Regués indicó que ante la sorpresiva llamada convocó a dos vocales de la comisión directiva y concurrieron a la sede vecinal, “y en presencia de la supuesta maestranza y de la supuesta docente, que las dos constaban en el acta de entrega como planes de ProMu con tareas administrativas, nos encontramos con esta sorpresa y los padres llegando con los niños a la colonia de vacaciones”. De acuerdo a los dichos de la dirigencia barrial, a la colonia concurrían niños de entre un año y medio y cuatro años.
La vecinalista dijo que la reglamentación que rige el funcionamiento de las vecinales “es muy amplia, pero así como deja libertad de acción, también tiene obligaciones” y agregó que “la junta en este momento no tiene gas, no tiene matafuegos, no tiene teléfono, no tiene medidas de seguridad, no tiene botiquín, no sabemos en qué estado están los tanques de agua, los niños no tenían seguro, no existe listado, no fue declarada la actividad a la Coordinación de Juntas Vecinales, que están en total desconocimiento, se enteraron con nuestra acta que la hicimos en forma conjunta con estas personas que trabajaban allí”.
Sandra Regués reiteró que las autoridades municipales no estaban en conocimiento del funcionamiento de este jardín o guardería y explicó que “todas las actividades hay que declararlas en la coordinación de juntas vecinales y nunca fue declarada; todas las notificaciones tienen que ser fehacientes, por escrito, guardar la copia, de esa manera está establecido, de esa manera está establecido y nunca fueron notificados”.
La vicepresidenta de la comisión directiva que asumió hace pocos días en la junta vecinal del barrio del Desembarco confirmó que ese mismo día cerraron la sede. “Le explicamos el porqué a la docente y al personal de maestranza, le hicimos ver la magnitud de la responsabilidad civil de la actividad, que los niños no tenían seguro y que esta actividad está reglamentada, como para todos los jardines y guarderías”.
A pocos días de asumir, la nueva junta directiva del barrio del Desembarco denunció la existencia de algunas situaciones irregulares en el edificio de la sede vecinal, entre las que se destaca el funcionamiento de una guardería a la que concurrían niños de entre uno y cuatro años de edad. Según indicó Sandra Regués, la vicepresidenta de la comisión directiva, esa actividad no estaba registrada ante la coordinación de juntas vecinales y el lugar carecía de elementos adecuados para el desarrollo de esa actividad.
En diálogo con FM Tiempo de Puerto Madryn (99.1), Regués explicó que el último día 9 de febrero asumieron formalmente como autoridades de la junta vecinal del barrio del Desembarco, “hicimos el acta de recepción de la junta vecinal, sin estados contables, sin archivos, sin resúmenes de actividades y sólo teníamos conocimiento de una actividad, programada para el día 23, que era del grupo de padres en adopción y que se realizó con mucho éxito el último sábado”.
La dirigente indicó que al ser consultados los integrantes de la comisión saliente si había actividades programadas “nos dijeron que no, que como cualquier otro taller se programaban en el mes de marzo para iniciar las actividades en abril, pero no tenemos detalle de los profesores que brindaban talleres, a los cuales queremos convocar” y agregó que en el marco de la asunción “cambiamos la cerradura de la sede, porque había muchas llaves dando vueltas”.
Los chicos de la guardería
Según relató la vicepresidenta de la junta vecinal, el primer día hábil posterior a la asunción, “a las 8:05 de la mañana recibo un llamado, donde la persona de maestranza me dice que no puede entrar, le explico que no va a poder entrar porque cambiamos la cerradura, que necesitaba su nombre y apellido para llamarla cuando organicemos las nuevas tareas; entonces me consulta cómo hacen los niños para entrar a las 9 de la mañana a la colonia de vacaciones, que en verano funcionaba como colonia de vacaciones, y en invierno como jardín”.
Sandra Regués indicó que ante la sorpresiva llamada convocó a dos vocales de la comisión directiva y concurrieron a la sede vecinal, “y en presencia de la supuesta maestranza y de la supuesta docente, que las dos constaban en el acta de entrega como planes de ProMu con tareas administrativas, nos encontramos con esta sorpresa y los padres llegando con los niños a la colonia de vacaciones”. De acuerdo a los dichos de la dirigencia barrial, a la colonia concurrían niños de entre un año y medio y cuatro años.
La vecinalista dijo que la reglamentación que rige el funcionamiento de las vecinales “es muy amplia, pero así como deja libertad de acción, también tiene obligaciones” y agregó que “la junta en este momento no tiene gas, no tiene matafuegos, no tiene teléfono, no tiene medidas de seguridad, no tiene botiquín, no sabemos en qué estado están los tanques de agua, los niños no tenían seguro, no existe listado, no fue declarada la actividad a la Coordinación de Juntas Vecinales, que están en total desconocimiento, se enteraron con nuestra acta que la hicimos en forma conjunta con estas personas que trabajaban allí”.
Sandra Regués reiteró que las autoridades municipales no estaban en conocimiento del funcionamiento de este jardín o guardería y explicó que “todas las actividades hay que declararlas en la coordinación de juntas vecinales y nunca fue declarada; todas las notificaciones tienen que ser fehacientes, por escrito, guardar la copia, de esa manera está establecido, de esa manera está establecido y nunca fueron notificados”.
La vicepresidenta de la comisión directiva que asumió hace pocos días en la junta vecinal del barrio del Desembarco confirmó que ese mismo día cerraron la sede. “Le explicamos el porqué a la docente y al personal de maestranza, le hicimos ver la magnitud de la responsabilidad civil de la actividad, que los niños no tenían seguro y que esta actividad está reglamentada, como para todos los jardines y guarderías”.