Cerca de 120 pasajeros varados por el paro de micros de larga distancia decidieron volver a tomar la Terminal de Ómnibus de Trelew. Llevan 5 días como rehenes de una situación indeseada. Algunos están a más de 1.000 kilómetros de sus casas y nadie les da una solución. La Municipalidad y una iglesia son los únicos que asisten permanentemente. Por si fuera poco, las negociaciones en el Ministerio de Trabajo de la Nación no llegaron a buen puerto durante el día y la medida de fuerza de la Unión Tranviarios Automotor recién llegó a su fin en la medianoche.
Víctor Genzelis fue vocero de los infortunados viajantes. “Es el quinto día que estamos abandonados en la terminal –le dijo a Jornada-. Decidimos tomarla de manera pacífica como forma de protesta. Somos pasajeros de tránsito. Hay gente con destinos a Río Gallegos, Jujuy y Formosa”, resaltó. El hombre exigió una “urgente solución” y piden casi en forma desesperada que “los saquen de ahí”.
Respecto al paso de los días en medio de la incertidumbre y viviendo en la Terminal, aseveró: “Hemos estado solos, abandonados, sólo el municipio y la Iglesia Adventista nos prestaron ayuda. De ahí en más, lo único que decimos es que nos queremos ir. Somos gente sin trabajo que estamos perdiendo plata; nos queremos ir, no queremos estar más acá”.
Al cierre de esta edición, Víctor no tenía novedad sobre qué sucederá hoy. “Estamos pendientes de las reuniones que se realizan en Buenos Aires. Las condiciones en los colectivos no dan para más. Estamos con la higiene mínima, mal dormidos, mal comidos y sin poder irnos a nuestra casa. Estamos a más de 1.000 kilómetros de nuestros hogares”. En cuanto a la relación con los choferes durante tantas horas de paro, explicó que “son trabajadores y nosotros quedamos atrapados en un conflicto gremial y empresarial”.
Tres coches más
A primera hora de ayer se incorporaron a la plataforma, donde hay 15 colectivos parados, tres coches más que transportaban gente que trabaja en minería. Las unidades fueron paradas en tránsito y guiadas a la terminal hasta que el conflicto no se resuelva. Los viajantes dicen que fue un literal secuestro. Desde la UTA negaron que se trate de una privación ilegítima y que si así es, “que hagan la denuncia”.
Así lo advirtió el secretario gremial Rubén Curetti. “No es un secuestro. Cortamos el tránsito a coches de larga distancia que andaban por las rutas. Los pasajeros dicen que están secuestrados. Eso que lo diga la Justicia, que hagan la denuncia. No están secuestrados”, aseveró. Sobre la relación con los pasajeros, indicó que “todo bien, tenemos buena relación, tienen paciencia. Tomaron la terminal porque es lógico, no es nada favorable para nadie”.
Sobre el mediodía llegó a dialogar con los viajantes varados y ofrecer ayuda el Defensor del Pueblo, Ricardo Azparren. “El viernes tomamos conocimiento porque nos llamaron de Nación para plantearnos que había gente con serios problemas de salud que necesitaba ayuda. Como no es un tema específico, llamamos al Ministerio de Educación que nos dio la orden de alojarlos en un hotel céntrico de la ciudad”, relató.
No obstante, Azparren admitió que “nos ponemos en el lugar de la gente, la que paga un precio altísimo es la gente que está desde el jueves. Es un problema de la empresa y choferes. Me puse a disposición de la gente, llamaremos a la Comisión Nacional de Regulación de Transporte para ver cómo puede salir de esta situación”.
"Momentos difíciles"
El director de la terminal de ómnibus, José Navarre, calificó la situación que ya lleva 5 días como “complicada” aunque aclaró que las medidas de los pasajeros varados son “pacíficas”. Según el funcionario, “la gente tomó las instalaciones pero está tranquila. Bajan y suben de los colectivos, pero al quinto día la paciencia ya está colmada, hay chicos y hay abuelos. El municipio está aportando sin que sea injerencia. Se les trajo leche, agua, algunos remedios, pañales, facturas y sándwiches”. Navarra aclaró que el intendente Máximo Pérez Catán pidió específicamente que se esté atento a lo que la gente necesita.
Sobre la incorporación de 3 unidades más al paro, Navarre informó: “Incautaron colectivos que trasladaban gente de minería y los trajeron acá. Hay también colectivos con jóvenes y niños que iban a jugar al básquet. Acá hay más de 20 colectivos de larga distancia, vino una iglesia a colaborar y el municipio aporta con lo que está dentro de sus posibilidades”.
“Lo que queremos es que se levante el paro –añadió-, que esta gente pueda llegar a destino. Hay muchos que tomaron taxis y otros que se fueron con sus familiares. Se vivieron momentos difíciles, nosotros entramos a la terminal pero no sabemos si podemos salir”.
Navarre confirmó que se atendieron casos de gente enferma. “Hay personas con diabetes, con problemas del corazón y se registró un niño con problemas de alimentación. La ambulancia del hospital vino al menos cuatro veces. Lo que esperamos es que el conflicto se resuelva lo antes posible”, concluyó.
Cerca de 120 pasajeros varados por el paro de micros de larga distancia decidieron volver a tomar la Terminal de Ómnibus de Trelew. Llevan 5 días como rehenes de una situación indeseada. Algunos están a más de 1.000 kilómetros de sus casas y nadie les da una solución. La Municipalidad y una iglesia son los únicos que asisten permanentemente. Por si fuera poco, las negociaciones en el Ministerio de Trabajo de la Nación no llegaron a buen puerto durante el día y la medida de fuerza de la Unión Tranviarios Automotor recién llegó a su fin en la medianoche.
Víctor Genzelis fue vocero de los infortunados viajantes. “Es el quinto día que estamos abandonados en la terminal –le dijo a Jornada-. Decidimos tomarla de manera pacífica como forma de protesta. Somos pasajeros de tránsito. Hay gente con destinos a Río Gallegos, Jujuy y Formosa”, resaltó. El hombre exigió una “urgente solución” y piden casi en forma desesperada que “los saquen de ahí”.
Respecto al paso de los días en medio de la incertidumbre y viviendo en la Terminal, aseveró: “Hemos estado solos, abandonados, sólo el municipio y la Iglesia Adventista nos prestaron ayuda. De ahí en más, lo único que decimos es que nos queremos ir. Somos gente sin trabajo que estamos perdiendo plata; nos queremos ir, no queremos estar más acá”.
Al cierre de esta edición, Víctor no tenía novedad sobre qué sucederá hoy. “Estamos pendientes de las reuniones que se realizan en Buenos Aires. Las condiciones en los colectivos no dan para más. Estamos con la higiene mínima, mal dormidos, mal comidos y sin poder irnos a nuestra casa. Estamos a más de 1.000 kilómetros de nuestros hogares”. En cuanto a la relación con los choferes durante tantas horas de paro, explicó que “son trabajadores y nosotros quedamos atrapados en un conflicto gremial y empresarial”.
Tres coches más
A primera hora de ayer se incorporaron a la plataforma, donde hay 15 colectivos parados, tres coches más que transportaban gente que trabaja en minería. Las unidades fueron paradas en tránsito y guiadas a la terminal hasta que el conflicto no se resuelva. Los viajantes dicen que fue un literal secuestro. Desde la UTA negaron que se trate de una privación ilegítima y que si así es, “que hagan la denuncia”.
Así lo advirtió el secretario gremial Rubén Curetti. “No es un secuestro. Cortamos el tránsito a coches de larga distancia que andaban por las rutas. Los pasajeros dicen que están secuestrados. Eso que lo diga la Justicia, que hagan la denuncia. No están secuestrados”, aseveró. Sobre la relación con los pasajeros, indicó que “todo bien, tenemos buena relación, tienen paciencia. Tomaron la terminal porque es lógico, no es nada favorable para nadie”.
Sobre el mediodía llegó a dialogar con los viajantes varados y ofrecer ayuda el Defensor del Pueblo, Ricardo Azparren. “El viernes tomamos conocimiento porque nos llamaron de Nación para plantearnos que había gente con serios problemas de salud que necesitaba ayuda. Como no es un tema específico, llamamos al Ministerio de Educación que nos dio la orden de alojarlos en un hotel céntrico de la ciudad”, relató.
No obstante, Azparren admitió que “nos ponemos en el lugar de la gente, la que paga un precio altísimo es la gente que está desde el jueves. Es un problema de la empresa y choferes. Me puse a disposición de la gente, llamaremos a la Comisión Nacional de Regulación de Transporte para ver cómo puede salir de esta situación”.
"Momentos difíciles"
El director de la terminal de ómnibus, José Navarre, calificó la situación que ya lleva 5 días como “complicada” aunque aclaró que las medidas de los pasajeros varados son “pacíficas”. Según el funcionario, “la gente tomó las instalaciones pero está tranquila. Bajan y suben de los colectivos, pero al quinto día la paciencia ya está colmada, hay chicos y hay abuelos. El municipio está aportando sin que sea injerencia. Se les trajo leche, agua, algunos remedios, pañales, facturas y sándwiches”. Navarra aclaró que el intendente Máximo Pérez Catán pidió específicamente que se esté atento a lo que la gente necesita.
Sobre la incorporación de 3 unidades más al paro, Navarre informó: “Incautaron colectivos que trasladaban gente de minería y los trajeron acá. Hay también colectivos con jóvenes y niños que iban a jugar al básquet. Acá hay más de 20 colectivos de larga distancia, vino una iglesia a colaborar y el municipio aporta con lo que está dentro de sus posibilidades”.
“Lo que queremos es que se levante el paro –añadió-, que esta gente pueda llegar a destino. Hay muchos que tomaron taxis y otros que se fueron con sus familiares. Se vivieron momentos difíciles, nosotros entramos a la terminal pero no sabemos si podemos salir”.
Navarre confirmó que se atendieron casos de gente enferma. “Hay personas con diabetes, con problemas del corazón y se registró un niño con problemas de alimentación. La ambulancia del hospital vino al menos cuatro veces. Lo que esperamos es que el conflicto se resuelva lo antes posible”, concluyó.